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Zaragoza te habla – La Residencia de Estudiantes de Zaragoza

26 septiembre, 2023 - Zaragoza te habla
Zaragoza te habla – La Residencia de Estudiantes de Zaragoza

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Este ha sido ciertamente un verano muy veraniego, con cita electoral incluida que, quién lo iba a imaginar (yo no), todavía nos tiene en vilo a estas alturas del mes de septiembre, ya que precisamente hoy ha terminado la (gracias a dios) fallida ceremonia de investidura del candidato de la derecha y extrema derecha, que dará paso ahora a una segunda ceremonia de otro candidato. Mientras tanto, lo cierto es que el curso, en todos los órdenes, ya ha comenzado, y por ello os propongo dedicar este primer programa de la temporada 23-24 a la que fuera Residencia de Estudiantes de Zaragoza o primer colegio mayor de Cerbuna sito… en el paseo de los Ruiseñores.


CARTEL ZTH -Residencia estu. cuadro

Esta historia comienza con un emprendedor de finales del siglo XIX de nombre Santiago Canti Polo, que a principios del siglo XX inició el desarrollo urbanístico del paseo de los Ruiseñores mediante la construcción de los primeros seis “hotelitos” o segundas residencias para gente de bien. Al mismo tiempo, se construyó su propia “torre” a la altura del nº 23 del paseo, y junto a ella y surtida con agua del Canal Imperial de Aragón, abrió una fábrica de papel que se sumó a las que ya tenía en Villamayor y San Juan de Mozarrifar. Pero Santiago Canti falleció poco después, en 1909, y esos terrenos de Ruiseñores pasaron a propiedad del Ayuntamiento, que los permutaría o intercambiaría con los terrenos propiedad del Estado del antiguo Jardín Botánico de la huerta de Santa Engracia.
De esta forma, los terrenos de Ruiseñores acabaron destinados por el Estado a la Universidad de Zaragoza, que en 1917 comenzó a rumiar la posibilidad de ubicar allí una Residencia de Estudiantes, y en 1920 fue designado a tal efecto como arquitecto del proyecto Teodoro Ríos Balaguer, y las obras comenzaron en 1921. Mientras estas avanzaban a buen paso, en una zona del recinto comenzaron a plantarse diversas especies vegetales con el objetivo de que ese fuera el segundo Jardín Botánico municipal. En 1924 fueron terminadas las obras de la Residencia, que acogió a su primera promoción de estudiantes universitarios en noviembre de ese mismo año, aunque la inauguración oficial se demoró hasta febrero del año siguiente 1925 para que encajara en la agenda oficial del campechanol rey Alfonso XIII, que en plena dictadura de Primo de Rivera promovida por él mismo y en el proclamado “Día de la Universidad”, hizo un hueco en una visita a Zaragoza para protagonizar la ceremonia de apertura, aunque ya estaba abierta y funcional como hemos visto antes.
Esta Residencia de Estudiantes de Zaragoza fue denominada en 1926 como “Colegio Mayor del Fundador D. Pedro de Cerbuna”, y a tal efecto se le instaló una vistosa rotulación que rezaba “Universidad de Zaragoza. Colegio Mayor de Cerbuna”. El edificio principal de la Residencia constaba de tres plantas y acogía 37 habitaciones para otros tantos residentes (se trataba, evidentemente, de una Residencia sólo para hombres), y además había cuartos de aseo, una sala de visitas, otra de recreo, un aula pequeña para clase de idiomas, comedor, biblioteca, salón de actos y capilla para ceremonias religiosas. El que contara con capilla fue sólo una de las diferencias con la Residencia de Estudiantes de Madrid, con la que lamentablemente no tenía muchas semejanzas. Además, se dotó al conjunto de varias instalaciones de recreo deportivo, como un frontón de pelota, campos de tenis y fútbol, gimnasio, y desde 1931 una pequeña piscina de natación.
De las 37 plazas de la Residencia, 24 eran de pensión “ordinaria” que se adjudicaban a los aspirantes con mejores expedientes académicos. Las 13 restantes eran de pensión reducida, para estudiantes con pocos recursos económicos que habían obtenido matrícula gratuita. La mayoría de los residentes cursaban estudios en la Facultad de Medicina, seguidos por las de Derecho, Ciencias, Filosofía y Letras, Veterinaria e Instituto de Idiomas. Su procedencia era sobre todo la región de Aragón, seguida de las regiones del entorno (sobre todo Cataluña, Navarra, La Rioja y Provincias Vascongadas), e incluso unos pocos y exóticos extranjeros de Alemania, Francia, Japón, Méjico y Puerto Rico.
Esta Residencia acogió también numerosas actividades propias de este tipo de instalaciones: cursos de idiomas, conferencias, conciertos y proyecciones de cine, y era lugar habitual de visita de estudiantes de fuera de Zaragoza, tanto universitarios, como de escuelas normales. Además, durante el duro verano zaragozano acogió colonias escolares que acampaban en una zona inmediata al Jardín Botánico.
En 1934 el Estado cedió al Ayuntamiento el edificio de la Facultad de Medicina y Ciencias, el de La Magdalena, la Residencia de Estudiantes y el Jardín Botánico, a cambio de 15 hectáreas en la zona del Ensanche de las Casas Baratas, para construir allí un moderno campus universitario (el actual de la plaza de San Francisco). A pesar de esta permuta, la Residencia de Estudiantes de Ruiseñores siguió funcionando hasta el golpe de julio de 1936, que entre otros efectos supuso la clausura de la vida universitaria hasta 1939. Durante los años de la guerra civil la propiedad de esta Residencia fue adjudicada al Ramo de la Guerra, que reconvirtió las instalaciones en hospital militar, y después la Residencia de Ruiseñores ya no volvería a abrirse.
Habría que esperar hasta 1943 para que un sucedáneo de esta Residencia, que ya desde entonces ostentaba el nombre de Colegio Mayor del Fundador Pedro Cerbuna, fuera abierta en el inmueble del número 2 del paseo de Fernando el Católico, justo sobre el nuevo Cine Gran Vía, y al lado de la trinchera por la que pasaba al aire el ferrocarril de Madrid a Barcelona (y viceversa). Allí permaneció hasta 1950, y como no podía ser de otra forma, la moral católica, la disciplina y el servicio a Dios y a España inspiraron el funcionamiento de este Colegio Mayor durante esos durísimos primeros años del nacional-catolicismo que caracterizó el régimen franquista. Finalmente, el 22 de abril de 1951 fue inaugurado en el campus universitario un flamante nuevo Colegio Mayor Cerbuna, con proyecto de los arquitectos Regino Borobio y José Beltrán. Este es el Colegio Mayor Cerbuna que sigue funcionando en nuestros días.
En 1959, el Ministerio del Ejército traspasó la titularidad de las instalaciones del paseo de los Ruiseñores (Jardín Botánico y edificios de la antigua Residencia) al Ministerio de Educación, que poco después promovió la construcción en 1960 del nuevo Instituto Femenino Miguel Servet, con proyecto del arquitecto Regino Borobio Ojeda. El antiguo Jardín Botánico fue respetado e incorporado en el nuevo proyecto, aunque el edificio de la antigua Residencia fue derribado para dar paso a los edificios que formaron parte del nuevo Instituto desde el curso 1964-1965 y que perduran en el actual Instituto de Educación Secundaria Miguel Servet.
Todavía hoy, en pleno siglo XXI mucha gente desconoce que el Colegio Mayor Cerbuna estuvo originalmente en el paseo de los Ruiseñores, junto al Jardín Botánico municipal allí ubicado. Ojalá que estas líneas hayan servido para recuperar la memoria histórica de ello.
Un cordial saludo, y hasta la próxima, esperando que para entonces ya contemos con Gobierno o, dios no lo quiera, con fecha de unas nuevas elecciones generales.

-José María Ballestín Miguel-

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