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Zaragoza te habla – El Mercado de Pescados

11 mayo, 2023 - Zaragoza te habla
Zaragoza te habla – El Mercado de Pescados

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Zaragoza te habla/temporada 2022-23/Programa 8/11-05-2023
“El Mercado de Pescados”

CARTEL ZTH-Mercado Pescado- cuadro
En este octavo programa de la presente temporada os propongo que nos acerquemos hasta el edificio del Teatro del Mercado, que recientemente acaba de celebrar su aniversario cuarenta como instalación teatral municipal, si bien vamos a hacerlo recordando su original función como Mercado de Pescados y, de paso, una aproximación al comercio de este género en la ciudad. Vamos a ello.
Según el “Vecindario” de Zaragoza de 1723 el mercado de pescado fresco, denominado de forma simbólica como “Red de la ciudad” se ubicaba al aire libre en la entonces recoleta plaza del Pilar, posiblemente en una zona donde un siglo después sería construido el Pasaje del Comercio y de la Industria, e incluía en su recinto un peso y tablas de venta de esta mercancía.
Desde mediados del siglo XIX el mercadeo de pescado fresco se realizaba en espacios abiertos y plazas donde también se establecían mercadillos con puestos al aire libre, como la zona de las Piedras del Coso, las plazas de San Lamberto, del Pilar y de San Pablo y en algún puesto establecido entre la calle de Casta Álvarez y la plaza del Mercado. Entonces a este mercado de pescado se le denominaba “El fresco” establecido siempre en puestos al aire libre que por sus características dificultaban la inspección municipal y el aseguramiento de una buenas condiciones higiénicas. Es por ello que llegados al siglo XX la necesidad de establecer un mercado estable y centralizado para la venta del pescado al por mayor se convirtió en una de las actuaciones imprescindibles para la ciudad. Así, en 1918 se propuso habilitar un espacio a tal efecto en la planta baja del nuevo mercado Lanuza inaugurado en 1903, pero esto no cuajó.
En 1920 el Ayuntamiento decidió emprender la construcción de un pequeño mercado destinado a la venta del pescado, barajándose diversas ubicaciones, todas ellas en plazas, espacios abiertos que así permitían ahorrar tiempo y presupuestos que las expropiaciones habrían supuesto de acometerse en zonas ya construidas. De esta forma se barajaron las plazas de San Felipe, San Antón, Salamero , del Justicia y la original plaza de Huesca (luego desaparecida tras la ampliación de la plaza del Pilar). En 1921 el Consistorio optó por ubicar este nuevo mercado en la plaza de Huesca, y el arquitecto municipal Miguel Ángel Navarro Pérez fue encargado de redactar el proyecto, condicionado por la cercana presencia del Torreón de la Zuda, que influyó bastante en la estética de este mercado de pescados. Sin embargo, su emplazamiento fue reubicado poco después, en 1925, junto a la iglesia de San Juan de los Panetes, en el solar que dejaría el inminente derribo del convento de las Adoratrices, para a principios de 1926 regresar de nuevo a la plaza de Huesca. Este “rigodón” de ubicaciones no terminó aquí, ya que en marzo de ese año la plaza de la Libertad (actual de Santo Domingo) en el barrio de San Pablo fue por fin el escenario elegido ahora sí con carácter definitivo, a bien poca distancia de la Casa Consistorial y en una ubicación bien poco céntrica para quienes estaban acostumbrados hasta entonces a realizar sus gestiones pescateras en el “centro” de la ciudad.
La rápida subasta de las obras de este mercado permitió que las mismas comenzaran en marzo de 1927 y se culminaran en 1928. Ya entonces se percibió que el tamaño del mercado no parecía acorde con las crecientes necesidades de pescado fresco de la ciudad, algo que lo condenaría a ser una instalación más bien provisional en el tiempo. El proyecto de edificio construido era básicamente el mismo que el que había sido ideado para la plaza de Huesca con algunas pequeñas modificaciones entre las que se encontraba la propuesta de reutilizar la portada del edificio de la Aduana Vieja situado en la calle Palafox, para dignificar la entrada del nuevo mercado, aunque sin embargo el mal estado de esta portada hizo desistir de la idea. El mercado construido contaba con un semisótano para almacenes y para importante cámara frigorífica que permitía guardar la mercancía de un día para otro sin correr riesgos. En la planta baja se habilitó la gran nave de ventas al por mayor, las oficinas, la inspección sanitaria y retretes, un muelle de carga con capacidad para hasta cuatro carros al mismo tiempo, y una báscula para el pesaje. De esta forma, el nuevo Mercado de Pescados fue inaugurado ceremoniosa y oficialmente el día 23 de enero de 1929, incluyendo un “lunch” a base de mariscos ofrecido gentilmente a las altas autoridades asistentes.
El 1 de marzo de ese año comenzó a funcionar de forma efectiva este mercado, abastecido fundamentalmente con pescado de los puertos del mar Cantábrico y de los puertos catalanes y andaluces del mar Mediterráneo, que así surtían a la cuarentena larga de pescaderías que entonces funcionaban en la ciudad. Cuando el fulgurante crecimiento de la ciudad en las décadas de los años cuarenta y cincuenta llevó a sus límites la capacidad de este mercado, quedó clara la necesidad de sustituirlo por uno más grande. A modo de ejemplo ilustrativo de todo esto se puede decir que de esas cuarenta pescaderías existentes cuando el mercado comenzó a funcionar, en los años cincuenta la ciudad contaba ya con unas doscientas…
La emblemática fecha del 18 de julio de 1960 fue la escogida de forma no casual para inaugurar oficialmente un nuevo y mucho más grande y moderno Mercado de Pescados en la avenida de Navarra, y desde entonces el espacio del antiguo mercado fue utilizado como ampliación de las cercanas dependencias municipales, desempeñando hasta 1981 las funciones de almacén y oficinas del Alumbrado Público. En los años del tardofranquismo se pensó adaptarlo para albergar la Biblioteca Central de la Ciudad, pero no se llegó a ejecutar ese proyecto. Tras la recuperación de la democracia municipal en 1979 y con proyecto del arquitecto Daniel Olano Pérez se acometió la rehabilitación y adaptación del edificio para albergar un centro cultural polivalente como escenario de las actividades teatrales de tipo alternativo y experimental que no tenían acogida en el Teatro Principal. Las obras comenzaron en 1982 y el nuevo teatro, antiguo mercado de pescados, fue inaugurado con la denominación de Teatro del Mercado el 23 de abril de 1983, fecha que recientemente ha sido conmemorada al cumplirse los cuarenta años de producirse. Larga vida a este edificio, al teatro y al gremio de los pescateros al detall.

Vale por hoy.

-José María Ballestín Miguel-

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