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Zaragoza te habla. Antiguos lavaderos.

9 noviembre, 2018 - Zaragoza te habla
Zaragoza te habla. Antiguos lavaderos.

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En el programa de hoy vamos a retomar un asunto al que nos referimos hace unos cuantos programas, cuando hablamos del lavadero de “La Balseta” del barrio de San José, si bien ahora os proponemos ampliar el foco y recuperar la memoria de otros lavaderos que durante los siglos XIX y XX funcionaron en Zaragoza, en unas ubicaciones que posiblemente llamen la atención, si bien eran perfectamente coherentes con el tamaño y distribución de espacios de la ciudad de la época.

Lo cierto es que a diferencia de lo que sucedía en los pueblos y lugares de Aragón, donde la memoria de los lavaderos públicos se podía rastrear al menos hasta el siglo XVI, Zaragoza no contó con lavaderos públicos hasta el siglo XIX. Unas estrictas Ordenanzas Municipales de finales del siglo XVIII prohibían lavar ropa en la ribera del Ebro desde el molino y la puerta de Sancho hasta bien pasado el puente de Tablas, además de en las principales acequias que surtían de agua a la ciudad (como la de la Almozara, la Romareda, las Adulas), y por supuesto en el río Huerva. Como atestigua el cuadro de Juan Bautista del Mazo titulado “Vista de Zaragoza en 1653”, que incluye lavanderas trajinando ropa en la margen derecha del Ebro junto al puente de Piedra, esta era práctica habitual que quedó prohibida desde 1794.

Por eso, el primer lavadero público de Zaragoza, denominado de los Puentecicos, tuvo que emplazarse en 1818 en la margen izquierda del río Ebro, entre la arboleda de Macanaz y el camino de la Hortilla, abastecido por el escorredero de agua de las Balsas de Ebro Viejo.

Años después, al albur del tirón urbanístico del Salón de Santa Engracia y el comienzo de la expansión de la ciudad hacia el sur, fue abierto el lavadero de Fermín Íñigo entre la calle de las Recogidas (luego de Cádiz) y la del Juego de la Pelota (luego marqués de Casa Jiménez). En 1865 fue abierto el más destacado y concurrido lavadero de la época, en terrenos de la antigua y desamortizada huerta del convento de San Ildefonso: el lavadero de Castellví, entre la plaza del Carmen, las calles de la Reina y la del Hospital (luego de Ramón y Cajal), y el propio Hospital Militar instalado en el referido convento de San Ildefonso. Por ello, este lavadero era también conocido como del Hospital. Fue cerrado al principio de los años 30 del pasado siglo XX, sustituido por las lúdicas y modernas instalaciones del Iris Park, con sus concurridas pistas de baile, su teatro y su cine.
En los comienzos del siglo XX fueron estableciéndose otros lavaderos en el entorno del paseo de Pamplona, como el de El Carmen, que llegaba hasta el cuartel de Artillería homónimo. Otro lavadero confrontaba con éste al otro lado del paseo de Pamplona, y se extendía por la calle de Hernán Cortés. Y otro lavadero más, junto a éste, llegaba hasta el camino de los Cubos.

En el entorno del río Huerva se concentraba una buena cantidad de lavaderos, como el de la Señora Benita, o Señá Benita, según castiza deformación, ubicado justo en el arranque de la calle de Miguel Servet, junto al puente de San José. Frente a éste se ubicaba el lavadero Hondo o de Montemolín, cuyo nombre (Hondo) respondía a su honda ubicación en relación con el nivel de la calle de Miguel Servet, pues estaba casi al nivel del rio Huerva. Junto al lavadero de la Señora Benita se encontraba también el lavadero de San José o del Tío Diego. Aguas arriba del Huerva estaba el lavadero de los Cristales, en el paseo de la Mina, entre los viveros del Ayuntamiento, la harinera de Samper y el antiguo colegio del Sagrado Corazón.

Aguas abajo del Huerva encontramos el lavadero del Pilar, también denominado La Higiénica, establecido en 1870 en la calle del Asalto frente al solar donde poco después se instaló la emblemática fábrica de regaliz ZARA. Inmediato al paseo de la Independencia y la plaza de Aragón estaba el lavadero de los Baños de Santa Engracia. En la esquina de la calle de San Miguel con la de Isaac Peral se abrió un lavadero sobre cuyo solar más tarde se construiría el lúdico edificio del Teatro Circo.

En la margen derecha del Ebro, en la calle del 29 de septiembre (luego de Santa Lucía), había otros dos lavaderos: el de la Sierra de Agua entre los conventos de las Fecetas y el de Santa Lucía; y el de Gregorio, inmediato al antiguo convento dominico de Santo Domingo.
En la margen izquierda del Ebro, además del ya citado de los Puentecicos, encontramos dos lavaderos en el barrio de Jesús: el lavadero de Modesto Andrés entre el puente de Hierro y el Molino de la Sal; y el lavadero de San Lázaro, junto al antiguo y homónimo convento.

Mientras la ciudad va modernizándose, los lavaderos desaparecen al ritmo de procesos urbanizadores que compactan con viviendas lo que hasta entonces era suelo en barbecho urbanístico. Para los propietarios de los terrenos donde perduraban los lavaderos resultaba irresistible la posibilidad de cerrarlos y vender el suelo a los emprendedores inmobiliarios del momento. De esta forma, en 1948 apenas si quedaban ya tres de esos lavaderos referidos: La Higiénica, en la calle del Asalto; y los lavaderos de la Señora Benita y del Tío Diego en la calle de Miguel Servet. En 1954, de los 18 lavaderos públicos que llegaron a existir en Zaragoza, ya sólo quedaba El Higiénico. En el barrio de San José, como ya dijimos en su día, el lavadero de la Balseta subsistió hasta su consensuado derribo al principio de los agitados años 70. Con él desaparece definitivamente este antiguo oficio en la ciudad de Zaragoza.

 

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1920-Lavadero de Modesto Andrés años 20

Lavadero de Modesto Andrés años 20 – Entre los múltiples lavaderos con que contaba la ciudad de Zaragoza, serie de tres imágenes del de Modesto Andrés, sito en la manzana de las actuales calles de Jesús, Puente de Tablas, Cecilio Navarro y Avenida Puente del Pilar. En esta foto, al fondo las casas de la calle Jesús, actuales números 29-31. Fuente: www.facebook.com/photo.php?fbid=1572004883019232&set=… Proyecto GAZA (“Gran Archivo Zaragoza Antigua”), es un compendio de imágenes de la antigua Zaragoza (España), acompañadas de textos creados por José María Ballestín Miguel y la colaboración de Antonio Tausiet.

 

1923-La Balseta

1923 – El lavadero “La Balseta” (balsa de agua pequeña) formaba parte de las intervenciones realizadas gracias a la llegada de agua por el Canal Imperial, a finales del siglo XVIII. Alimentado por la acequia de “El Plano”, que tomaba agua en la Almenara de Santa Engracia, esta instalación cumplía la importante función de servir de lavadero de ropa para las viviendas del entorno, ubicadas entre el Canal y el “Camino que conduce a Torrero”. La progresiva urbanización de la zona, el aumento de población, y la ausencia de abastecimiento de agua hasta bien entrado el siglo XX, hizo que este lavadero se convirtiera en un espacio de referencia para la zona alta del barrio de San José durante varias generaciones. Diseñado sin techumbre, ya avanzado el siglo XX fue cubierto con mampostería y teja. Fue el último lavadero urbano en activo de la ciudad, hasta que la generalización del abastecimiento de agua para uso doméstico lo fue dejando sin usuarias (lavar la ropa era “cosa de mujeres”). Se dejó degradar hasta que fue derribado por viejo, molesto e inútil, al comienzo de la década de los años 70. Años después, cuando este tramo de la Avenida de San José fue intervenido, se diseñó una “Glorieta de la Balseta”, con un estanque de agua y una escultura en bronce (obra de Manuel Arcón) que representa a una “Lavandera”, como recuerdo de su existencia. En la imagen, el original lavadero prestando servicio. Una de las parcelitas del fondo, aunque parezca increíble, sobrevive, aunque deshabitada, expectante. Fuente visual: Miguel Faci Abad. Proyecto GAZA (“Gran Archivo Zaragoza Antigua”), es un compendio de imágenes de la antigua Zaragoza (España), acompañadas de textos creados por José María Ballestín Miguel y la colaboración de Antonio Tausiet.

 

1953-Iris Park

Iris Park 1953 – El gran complejo de ocio y espectáculo “Iris Park” de Zaragoza fue inaugurado en 1931, en un entorno urbano muy distinto del actual, entre las calles de Azoque-Ramón y Cajal, cuando la actual avenida de César Augusto no era sino delirio. Si hubiera que buscar un antecedente de las postmodernas grandes superficies de ocio (había cine, teatro, pista de patinaje, de baile cubierto, y al aire libre), este podría serlo, aunque con diferencias notables, como que esto era el centro de la ciudad. Cuando la ciudad fue creciendo, el valor de estos suelos se convirtió en objeto de deseo especulativo, y convertido en moneda de canje urbanístico. Al comienzo de los años 50 estos amplios espacios, ocupados décadas antes por los antiguos lavaderos de Bartolomé Castellví, y luego su viuda, fueron cuarteados, y en buena parte de ellos se proyectó un nuevo y enorme cine que se inauguró en 1955, y que durante muchas décadas fue conocido como “Teatro Fleta”. En la imagen, piqueteo del Iris Park, con detalle de la fuente que ornaba la plaza interna del complejo en la que se organizaban concurridas verbenas al aire libre. Al fondo, las traseras de la calle Azoque. Fuente visual: Archivo Municipal Zaragoza. Gerardo Sancho Ramo. Proyecto GAZA (“Gran Archivo Zaragoza Antigua”), es un compendio de imágenes de la antigua Zaragoza (España), acompañadas de textos creados por José María Ballestín Miguel y la colaboración de Antonio Tausiet.

 

1960-Paseo de la Mina

Paseo de la Mina 1960 – Vista aérea del paseo de la Mina y su entorno. Inmediatos, los edificios del arranque de Miguel Servet. A la izquierda, el gasómetro y el solar del antiguo lavadero de la señora Benita. Sobre la línea arbolada del río Huerva, las instalaciones del Tenis. Arriba a la izquierda, la harinera Samper y el colegio de Corazonistas. A la derecha, la plaza de José Antonio y los edificios de la Exposición Hispano-Francesa de 1908. En beneficio de todos, hemos volteado horizontalmente la imagen original. Fuente visual: Arxiu Nacional de Catalunya. Proyecto GAZA (“Gran Archivo Zaragoza Antigua”) es un compendio de imágenes de la antigua Zaragoza (España), acompañadas de textos creados por José María Ballestín Miguel y la colaboración de Antonio Tausiet.

 

 

 

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