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Ventajas de viajar en cine – Trainspotting (1996)

24 marzo, 2022 - Cine
Ventajas de viajar en cine – Trainspotting (1996)

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Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de ‘Ventajas de viajar en cine’, desde ‘Siéntelo con oído’. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: ‘Trainspotting‘.


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‘Trainspotting’ es una película del año 1996 realizada por el director y productor británico Danny Boyle, la cual está basada en la novela del mismo nombre, cuyo autor es el escritor escocés Irvine Welsh. Es considerada una de las películas de culto de finales del siglo pasado, refiriéndose algunos a ella como ‘La naranja mecánica de los noventa’. Esta importante y polémica película inglesa, cuenta la historia de un grupo de jóvenes heroinómanos, pandilla de amigos pertenecientes a las clases bajas de su ciudad, Edimburgo. Los protagonistas se mueven por los suburbios y las zonas más decadentes de la metrópoli, y recorren un camino cuesta abajo al infierno de las drogas. No tienen deseos, esperanzas y metas por las que luchar. Sus pretensiones y horizontes, siempre a corto plazo, consisten en drogarse y el dinero proveniente de actividades ilícitas, cantidades de libras esterlinas ensuciadas también por el mundo de los narcóticos. Es una espiral de autolesiones vitales y destrucción personal de la que es difícil escapar. Solamente uno de ellos parece tener un atisbo de voluntad para poder salir del pozo: Mark Renton, principal personaje del conjunto de la banda, interpretado por Ewan McGregor. Famoso es su monólogo que da comienzo al filme, durante una persecución por las calles de Edimburgo, huyendo de unos guardias, en el que deja bien clara cuál es su ideología y los principios que rigen su existencia.

Es clara la causa por la que la película fue calificada de controvertida. El tratamiento descarnado del tema de las drogas se consideró como un posible detonante en la juventud de la época, que les llevaría por el mal camino, avivando en ellos el deseo de consumir estupefacientes. La forma de exponer, sin rodeos, la temática que aborda la película, causó un impacto en la sociedad de entonces. Habría que esperar al año 2000 para encontrarnos con otro título totalmente diferente pero igual de desagradable: ‘Requiem for a dream’ de Darren Aronofsky. Ambas comparten el contenido pero la última exprime el drama hasta unos niveles de dureza bastante elevados. Mucho más tarde en el año 2017, Danny Boyle vuelve a ponerse tras la cámara y dirige ‘T2: Trainspotting’, secuela que también se basa en otra obra de Irvine Welsh, continuación de la primera historia, libro titulado ‘Porno’. En esta segunda parte la acción se sitúa veinte años después de los acontecimientos narrados en la original.

La temática abordada en ‘Trainspotting’ nos puede proporcionar la excusa suficiente para estudiar el modo en el que el cine ha hablado sobre las drogas. Es variada la materia y puede abordarse desde diferentes puntos de vista. Incluso podemos acercarnos a ella desde la comedia. El debate está servido: denuncia social, elemento conductor de una trama o motivo de un giro argumental, pueden ser algunos de los posibles aspectos a desarrollar. Volviendo a nuestra película, es preciso indagar en el origen y significado de la palabra ‘Trainspotting’, solución que podemos encontrar si nos embarcamos en la lectura de la novela. Entre sus páginas alguien se refiere a la misma con un significado muy particular de la región: hobby británico nacido en la década de los años cuarenta cuyo adepto es un ‘train spotter’, un observador de trenes. Ellos anotaban informaciones y las compartían entre la comunidad fanática del sector ferroviario. En la película el sentido es doble, ya que el argot escocés nos indica que se trata de la búsqueda de la vena por la que poder inyectar la droga.

Este significado tan demoledor nos adelanta unas pistas sobre lo que nos encontraremos, de golpe y forma cristalina, sin nada que pueda suavizarlo. Merece la pena acercarse a ‘Trainspotting’, un trabajo imprescindible del cine inglés de los noventa, impactante guion que recoge para la posteridad un conjunto de escenas delirantes y unas frases tan difíciles de olvidar como de asimilar: ‘Yo elegí no elegir la vida: yo elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones cuando tienes heroína?’.

-José Luis Arribas-

 

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