Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de ‘Ventajas de viajar en cine’, desde ‘Siéntelo con oído’. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: ‘Dirección de arte‘.
Recorremos el camino que vive entre las cámaras, los focos, los micrófonos y los guiones; el del factor humano que crea y hace posible una película; la senda de los oficios del cine. El equipo, el conjunto de personas que con su profesionalidad y esfuerzo, ayudan en la construcción de la obra final, la historia que se pretende narrar, trabaja como una sola persona dedicada a alcanzar la misma meta. La complejidad de la industria cinematográfica involucra una amplia gama de roles y hoy nos dedicaremos a la dirección de arte. ¿Qué imaginamos cuando escuchamos la frase director de arte o dirección artística? Lo hemos leído y escuchado en numerosas ocasiones, leído en los créditos de una película y escuchado en entregas de premios. Esta denominación es utilizada igualmente en otros campos, como la publicidad o el teatro, pero vamos a centrarnos en su labor específica en el mundo del séptimo arte.
Para entender este oficio debemos remitirnos a la palabra escenografía, de hecho tiempo atrás en nuestro país, se utilizaba el nombre de escenógrafo. La misión del director de arte es cuidar la escenografía, la puesta en escena, los detalles visuales y la ambientación, y todas las particularidades artísticas que requiere la película y aspectos que reforzarán su calidad. Tenemos ante nosotros una de las disciplinas más esenciales en la configuración del resultado final de la obra fílmica. La estética y la apariencia de la película se encargan a este importantísimo departamento. La supervisión y control de todos los elementos que sugiere una escena, desde la base del guión, el gusto y la intuición, forman parte de la misión del director de arte. Y en su labor, deberá mantener la comunicación directa con otros departamentos, como fotografía, vestuario y maquillaje, y desde luego con dirección. El establecimiento del diseño visual implicará a las múltiples secciones del equipo al frente de la película, que cooperarán en armonía hacia un objetivo común.
Habitualmente se habla del equipo de arte, al frente del cual se encuentra el director artístico y una serie de ayudantes. Podemos afirmar que es una de las secciones que más aportan durante la creación y en el resultado final. En ocasiones se usa el nombre de diseñador de producción y existe cierta confusión sobre cuál es el correcto. El primero deriva del término inglés, utilizado por las industrias anglosajonas, y se ocupa de la gestión de presupuestos y coordinación de elementos visuales. El departamento de arte trabaja antes y durante el rodaje. En la preproducción selecciona escenarios y localizaciones, y desglosa el guion, la brújula guía, de ahí su nombre, que indica el camino a seguir. Durante este tiempo investiga, recopila referencias visuales y desarrolla bocetos y planos. En la fase de producción elige todos los objetos y elementos que aparecerán en la película, en cada plano, escena y secuencia: sets de rodaje, mobiliario y accesorios. Podemos enumerar diferentes ejemplos demostrativos de la contribución del director de arte, para la creación de ambientes únicos y atmósferas exclusivas. Los coloridos escenarios de ‘El Gran Hotel Budapest’, los fantásticos escenarios de ‘El laberinto del fauno’ y los oníricos de ‘Origen’, son algunas de las muestras, de la infinidad de películas que vienen a nuestra memoria, todas ellas impresas con la marca personal del responsable artístico.
El proceso de trabajo de la dirección de arte fundamentalmente es creativo y colaborativo, para el que se requieren habilidades organizativas y de integración, junto a todos los protagonistas encargados del mecanismo que hace funcionar esta inmensa fábrica de sueños, creando un mundo coherente y sólido, visualmente hablando, que sirva de base para la historia.