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Ventajas de viajar en cine – Amadeus

28 octubre, 2021 - Cine
Ventajas de viajar en cine – Amadeus

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Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de ‘Ventajas de viajar en cine’, desde ‘Siéntelo con oído’. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: ‘Amadeus’

 


CARTEL - VDVEC-amadeus-CUADRO

Antes de hablar de la magnífica película ‘Amadeus’, debemos hacerlo de su director, Milos Forman. Este realizador no puede ser simplemente nombrado, al lado del título de esta gran obra, y directamente pasar al análisis de la misma. Milos Forman merece bastantes líneas y en el espacio de hoy tendrá su lugar de honor. Checo de nacimiento y emigrado a New York, Milos Forman fue un director y guionista de cine, formado en la escuela de cine de Praga, con varias películas en su haber, reconocidas no solamente por premios internacionales sino por la calidad de las mismas, elevadas a obras de culto y a formar parte de ese listado de grandes títulos de la historia del cine. Entre esas joyas destacan dos y brillan con luz propia: ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, de 1975, y ‘Amadeus’, de 1984, ambas premiadas con los Óscar a la mejor película y al mejor director, en sus respectivas ediciones. No podemos olvidar otros filmes como ‘Valmont’, ‘El escándalo de Larry Flynt’ y ‘Man on the Moon’. De la primera, ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’, destacar el papel protagonista de Jack Nicholson y el logro de hacerse con los cinco principales premios tanto en la academia como en los Globos de Oro. Basada en la novela de Ken Kesey, cuenta la historia de un criminal condenado a cumplir su castigo en un hospital psiquiátrico, lugar donde su personalidad chocará con las reglas estrictas impuestas por otro personaje igual de intenso, la enfermera que dirige la clínica. El deseo por escapar del primero, tras existir la posibilidad de permanecer perpetuamente en ese lugar, desbordará los acontecimientos, algo que se siente inevitable en todo momento. Y del drama con toques de comedia, del peculiar sanatorio y sus habitantes, saltamos a la película que encabeza y preside nuestro espacio: ‘Amadeus’.

Perteneciente al género de cine histórico, esta inmensa obra cinematográfica se basa en un texto teatral de 1979, escrito por Peter Shaffer, guionista y dramaturgo de origen británico. En el año 1981, Milos Forman, presencia el estreno en Broadway de ‘Amadeus’, y aunque personalmente no se siente atraído por las historias basadas en biografías de músicos, emprende junto a Shaffer la tarea de escritura del guion de una película basada, al igual que la obra de teatro, en la figura de Wolfgang Amadeus Mozart. Tras cuatro meses de trabajo mano a mano y un intenso esfuerzo, finalizan su redacción, teniendo ante ellos un argumento fascinante, en el cual se narra la vida de Mozart, contada por otro insigne compositor, Antonio Salieri, narrador y antagonista de la historia que los envuelve, incluso hasta la muerte de Amadeus, oscuro acontecimiento rodeado de sombras. Existen diferencias entre la puesta en escena en los teatros y la versión en cine, pero sobre todo en lo concerniente a la realidad y a la ficción, ya que aunque se basa ligeramente en aspectos de la vida de ambos compositores, verdaderamente no se trata de un documental que relata con rigor la vida de Amadeus. Hablemos del narrador: Salieri, anciano, en tentativa de suicidio y culpándose como autor de la muerte de Amadeus, cuenta la historia en confesión. En el patio de butacas habla al público y en la película el personaje lo hace frente a un sacerdote. Como decíamos, existían factores distintos entre teatro y cine. Aparte del ya mencionado, otro fundamental reside en la música: no hay música en el escenario; pero en la película lo es casi todo y se alza triunfante como uno de los personajes principales. Es un espectáculo desbordante que envuelve la trama.

Las conspiraciones de Salieri contra el joven y extravagante Mozart, recién llegado a la corte del Emperador José II de Austria, alimentan la narración. Sus motivaciones hacia la destrucción del oponente crecen en su interior fruto de la rabia, abocado ahora a un plano secundario, adelantado por el recién llegado, el músico nacido en Salzburgo. Aunque Salieri aborrece al intruso que le ha desplazado, una profunda admiración se mezcla en sus sentimientos. Salieri comienza con una sana esperanza, emocionado por conocer a Mozart pero, cuando ocurre el encuentro, torna a una terrible decepción, y desde ese punto todo es cuesta abajo. Ahora ya no soporta ni su risa, esa risa especial y marca personal del personaje de Amadeus.

La realidad histórica diverge completamente. Esta película de género de época solamente es un ejercicio de conversión de una leyenda en una ilusión, en un torrente de imaginación, que modula al antojo de sus creadores, la vida real de Amadeus. Y en esta realidad no existe un Salieri con la amenaza constante que devora sus entrañas, ni sus maquinaciones contra el joven compositor. Lo que sí posee fundamento es el reconocimiento merecido a una de las grandes películas de los años ochenta y de la historia del cine en general, obra de culto en mayúsculas, recibiendo un total de cuarenta premios entre Óscars, Globos de Oro y Bafta. Todo es comprensible y encaja a la perfección: la música, las interpretaciones de Tom Hulce como Amadeus Mozart y Murray Abraham como Antonio Salieri, la solidez del guion y la dirección de Milos Forman. Todos como instrumentos de una colosal composición para disfrutar desde la primera nota.

 

 

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