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Nada más que música – Quincy Jones – The Birth of a band

22 febrero, 2024 - Música
Nada más que música – Quincy Jones – The Birth of a band

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Esto es ¡El nacimiento de una banda!, un trabajo que la big band de Quincy Jones grabó en 1959.

 

CARTEL NMQM-Quincy Jones-cuadro

Quincy Jones, trompetista, compositor, director de orquesta , arreglista y productor ha cultivado todos los géneros musicales que ha querido, pero destaca especialmente en el R&B y el jazz. Sus colaboraciones son legendarias y sus premios incontables. Iremos viendo a lo largo del programa.
El artista nació en Chicago en 1933, nieto de esclavos como era, no tuvo una infancia fácil. A los catorce años, su familia se trasladó a Seattle. Allí conoció al que sería su gran amigo Ray Charles. Con formación musical incipiente pero con un gran talento, empezó a tocar en los distintos clubes de la ciudad hasta que se enroló en la big band de Lionel Hampton.
En 1950 se trasladó a Nueva York y fue allí donde dio un giro a su carrera. Aquellos días dedicó su tiempo a escribir, arreglar y grabar a bandas que tocaban en los clubes de jazz de la ciudad. Esto le permitió relacionarse con músicos como Thelonious Monk, Charlie Parker, Billie Holiday, Gene Krupa, Miles Davis y reencontrarse con su buen amigo Ray Charles.
Vamos con su música. Moanin, “Quejumbroso”, una canción compuesta por Bobby Timmons. Grabada originalmente por la banda de Art Blakey, The Jazz Messengers.

A mediados de los años cincuenta, Quincy ya había lanzado su carrera. Sus giras eran ya importantes acompañando a grandes músicos, como la que hizo por Oriente Medio y Sudamérica como trompetista de Dizzy Gillespie.
En 1956 se traslada a París para completar sus estudios de composición y armonía con Nadia Boulanger. De esta mujer se dijo en su momento que era “la pedagoga musical más importante que jamás existió”. No es de extrañar pues que esta relación le proporcionara el conocimiento de personajes tan importantes en la música clásica como Leonard Bernstsein o el compositor Aaron Copland.
Durante su estancia en París trabajó para la compañía francesa Barclay Records como director musical, compositor y arreglista.
Vamos con más música, I remember clifford, una canción escrita en 1957 por el saxofonista tenor Benny Golson en memoria de Cliffor Brown, un genial trompetista de jazz que había muerto en un accidente automovilístico a los 25 años.

Regresó a Nueva York en 1961. La Mercury Records le nombra vicepresidente de la compañía lo que supone un nuevo hito en su carrera: ser el primer afroamericano con ese estatus en la industria del disco. Nuestro hombre aprovecho su posición para producir artista de la talla de Peggy Lee, Tony Bennett y Sarah Vaughan.
En 1964, Quincy Jones grabó la banda sonora del El prestamista, una película dirigida por Sidney Lumet. Esta fue la primera de muchas otras banda sonoras: A sangre fía, basada en el libro de Truma Capote y dirigida por Richard Brooks y que fue nominada a los premios Oscar, La Huida, de Sam Peckinpah y El color purpura, de Steven Spielberg, también nominada al Oscar. Realmente son muchas más, 73 en total.
Seguimos escuchando cortes de este disco, “El nacimiento de una banda”. En esta ocasión se trata de Along came Betty, compuesta también, como la anterior, por el saxofonista Benny Golson.

Quincy Jones ha colaborado con dedicación desinteresada en diversas causas filantrópicas. En 1985 reunió a los principales artistas estadounidenses para grabar el celebre himno “We are the world” que tenía por objeto recaudar fondos para las víctimas de la hambruna en Etiopía. Por otro lado, en 2001, su fundación Quincy Jones Listen Up, construyó más de 100 viviendas de Sudáfrica. Esta fundación tiene como objetivo conectar a los jóvenes con la tecnología, la educación, la cultura y la música y patrocina un intercambio entre adolescentes en Los Angeles y Sudáfrica.
Pero nuestro hombre también es capaz de montar buenas broncas cuando se lo propone.
Con motivo de la presentación de un documental de Netflix en el que cuenta su vida y milagros, la revista New York Magazine publicó una entrevista en la que el Sr. Jones se despachaba a gusto. Ahora os lo cuento, pero antes vamos a escuchar su música. The Gypsy, una canción escrita por Billy Reid y publicada en 1945.

Bien pues, como os decía, al Sr. Jones se le preguntó acerca de otros músicos con los que había colaborado. El hombre se despachó de esta manera:
“Los Beatles son los peores músicos de la historia. Eran unos malditos que no sabía tocar. Y Paul McCartney el peor bajista que yo he escuchado jamás. Por supuesto, de Ringo ni me hables.”
Hay que decir que Jones había producido el primer trabajo en solitario de Ringo Star. Bueno, pues sigue:
“Ringo había trabajado durante 3 ó 4 horas en un pasaje de cuatro compases para mejorar la canción pero no podía. Le propusimos que se diera una vuelta y que volviera en una hora para intentarlo de nuevo. Cuando Ringo salio por la puerta llamamos a Ronnie Verrel, un bateria de jazz que en un segundo arregló el desaguisado. Cuando volvió Ringo le pidió a George Martin, que reprodujera la última toma. Al oírla, Ringo exclamó: !Bueno, pues no está tan mal!. A lo que le contesté: ¡Claro idiota, porque no tocas tú!.
Los Beatles no fueron los únicos que recibieron estopa. Tampoco se libraron U2: Quiero a Bono (el líder de U2) con todo mi corazón, pero hace tiempo que ha compuesto nada bueno, hay demasiada presión sobre la banda” .
Ni siquiera el mismísimo Michael Jackson, uno de los artistas con los que más trabajó y quien con su álbum Thriller le dio ocho de los 27 premios Grammy que ha ganado en su carrera. Bueno pues Jones dijo de su amigo: “Odio decir esto públicamente, pero Michael robó mucho, robó muchas canciones. Las notas no mienten, era maquiavélico.”
Al poco tiempo Jones emitió una disculpa pública por hablar mal de los demás. “Soy un hombre de 85 años, con las piernas arqueadas que todavía está aprendiendo de sus errores.”
Bueno, al final, es verdad que nadie es perfecto.
Cambiamos de álbum. De su trabajo Big Band Bossa Nova, extraemos su corte Se e tarde, me perdoa, una canción de los brasileños Ronaldo Boscoli y Carlos Lyra.

Tras el éxito, tanto por parte de la crítica como de ventas, del álbum que Stan Getz había grabado en 1962, Jazz Samba, y que consistía básicamente en interpretar éxitos brasileños tamizados por una big band, se dio paso a un aumento del interés del público estadounidense por la bossa nova. A este fenómeno se sumaron artistas como Ella Fitzgerald, Coleman Hawkins y, por supuesto, Quincy Jones.
El álbum”Big band bossa nova” fue grabado entre los meses de junio y septiembre de 1962 en Nueva York.
“Chega de Saudade” (Basta de tristeza) es una canción con letra de Vinicius de Moraes y música de Antonio Carlos Jobin, que fue lanzada originalmente a finales de los 50 y se ha convertido en un clásico de la bossa nova brasileña.

Otro de los títulos clásicos que contiene este trabajo es “Desafinado”, una bossa nova compuesta por Antonio Carlos Jobin con letra de Newton Mendonça. La letra original, circulan otras de diversas versiones, es una respuesta a algunas críticas de puristas brasileños que tachaban a la bossa nova como música para cantantes desafinados. Podemos apreciar que, desafinados… poco.

Nos despedimos por hoy con el clásico por antonomasia de la bossa nova, Manha de Carnaval, una canción compuesta en 1959 por Luiz Bonfá para la película Orfeo Negro.
El guión de esta película, que dirigió el francés Marcel Camús, está basada en la obra teatral “Orfeo da Conceiçao” que Vinicius de Moraes había escrito en 1954 y que no es otra cosa que una adaptación del mito de Orfeo al ambiente del carnaval brasileño.
Nos vamos, como siempre, os espero a todos dentro de quince días aquí, en Siénteloconoído.radio, vuestra emisora favorita.

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