¿Que tal amigos? Muy buenas tardes a todos. Hoy nos vamos a deleitar con la música de Norah Jones. La artista neoyorquina grabó en 2004 el que sería su segundo álbum Feels like home, Sentirse como en casa. En su primera semana de EEUU vendió más de un millón de copias y fue el segundo álbum más vendido en ese año, con cerca de cuatro millones de copias vendidas.
El primer single del disco, “Sunrise”, ganó el Grammy a la mejor interpretación vocal pop femenina.
Y es esta… Sunrise.
Norah Jones nació en Nueva York en 1979 y es hija de dos celebridades del mundo de la música, Sue Jones, famosa productora de conciertos y del músico bengalí indio Ravi Shankar. Cuando sus padres se separaron se fue a vivir con su madre a Texas y allí comenzó a cantar en la iglesia y a recibir sus primeras lecciones de piano. Fue precisamente en esta Iglesia Metodista local a la que asistía donde empezó a forjarse su estilo musical.
A los 16 años, y con el consentimiento de sus progenitores, cambió oficialmente su nombre por el de Norah Jones, eliminando de un plumazo sus reminiscencias indias.
Su formación académica fue muy extensa, tanto en lo musical como en lo intelectual y, ente tanto estudio, todavía le quedaba tiempo para ganar premios con su música: mejor vocalista de Jazz dos años consecutivos, 1996 y 1997 y mejor composición original. Y todo esto, mientras estudiaba.
En 1999 dejó Texas para volver a Nueva York y fundar allí su primera banda.
What am i to you, “¿Qué soy yo para tí?”
Peter Malick, el famoso guitarrista de blues y productor, contaba que estaba buscando un cantante que estuviera dispuesto a cantar sus últimas composiciones. Una noche entró en un café cuando la cantante anunciaba su última intervención, un clásico de Dinah Washington. La voz de Norah Jones, empapada de blues, llenó la sala. Prendado de esa voz, le pidió que trabajara con él en algunas sesiones. Así lo hicieron y, de esta colaboración, nació el álbum New York City, de 2003 del Peter Malick Group featuring Norah Jones. Hoy, este trabajo, está considerado como un disco de culto y es perseguido con saña por los coleccionistas.
La ciudad de Nueva York le estaba dando suerte. Pronto firmó con Blue Note, un sello propiedad de Emi Group. Ejecutivos de la compañía había escuchado unas grabaciones de la artista interpretando un par de estándares de Jazz. Estos avispados ejecutivos vieron su potencial y sellaron el contrato inmediatamente, e incluso, le dieron total libertad para que escogiera su propio camino, sin exigencias ni imposiciones. Toda una rareza en la firma de contratos con artistas.
Uno de estos avispados ejecutivos pensó que podía aprovechar la experiencia de Jay Newland, empleado de la casa, y por aquel entonces uno de los mejores ingenieros de sonido, para fusionar el jazz, el blues, el rock, el country y la música folk y con este cóctel dar personalidad a la voz y la música de Jones.
De esta fusión nació el primer disco de la artista, Come away with me.
Tras esta primera grabación llegó a las tiendas de discos su segundo álbum, Feels like home que fue número 1 en 16 países. En la 47ª entrega de los Premios Grammy, en 2005, el álbum fue nominado para tres premios, pero solo ganó uno, que como hemos comentado al principio, fue como mejor interpretación vocal pop femenina por “Sunrise”. Por un dueto con Ray Charles ganó la Grabación del año y mejor colaboración pop. Por todo ello, la reviste Time, nombró a Jones una de las personas más influyentes de aquel año 2004.
Vamos a escuchar otro corte de su álbum Feels like home. Carnival Town, Ciudad de carnaval.
Norah Jones tiene una voz cálida y sensual, ya lo habéis podido comprobar, y además es un fenómeno mediático de alcance internacional. Parece que no inventa nada pero su música es tan fácil de escuchar, tan intensamente tierna que sus canciones parece que te susurran secretos al oído.
Curiosamente, Norah Jones siempre ha tenido una reputación de ser difícil en las entrevistas. Pero es que, ella misma lo ha comentado, estaba harta de responder preguntas sobre su famoso padre, Ravi Shankar, famoso pero alejado de ella.
Casi nunca se presta los photocalls y a los flases de los eventos del famoseo y solo lo hace cuando no le queda más remedio por estar de promoción.
Seguimos con su música, la extraída de este estupendo trabajo, Feels Like Home, en este caso su quinto corte In the morning, Por la mañana.
El disco que estamos escuchando, Feels like home, salió al mercado dos años después de su primer trabajo, un éxito que la había catapultado a lo más alto y que, a su vez, había creado una gran expectación por ver que más sabía hacer la nueva estrella.
Como sabemos, no defraudó. Volvió a hacer equipo con su anterior productor Arif Mardin y su viejo amigo, el ingeniero de sonido Jay Mewlalnd. El álbum se grabó con los músicos que habitualmente le acompañaban en su directos.
La autoría de las canciones está repartida entre ella misma, los miembros del grupo y Richard Julian, cantante de folk y compositor con el que Jons ha trabajado frecuentemente a lo lardo de su carrera.
En el disco hay también un par de versiones. Esta es la que hace de la canción compuesta por Richard Julian, Be here to love me, Estás aquí para amarme.
La otra versión que aparece en el disco es Don’t miss you at all, No te pierdas nada, una canción compuesta por Duke Ellington en 1953 pero a la que Norah Jones añadió letra y le cambió el título. La canción original tenía por nombre Melancholía.
Esta es la versión de Norah Jones.
Aquí, en España, las críticas no siempre han sido generosas con ella. Nos ha visitado en numerosas ocasiones, siempre, eso sí, con el beneplácito de la numerosa nómina de fans que la adoran. En una de sus visitas al prestigioso festival de Jazz de Vitoria, el diario El Pais decía en su crítica: “Norah Jones acude a Festivales de Jazz pero no toca jazz. Su voz es seductora pero escasamente dúctil, y cuando la canción lo requiere, como en algunas de las canciones interpretadas hoy, su cortedad queda en evidencia. Una lástima”.
En este mismo periódico, en 2016, y con motivo del lanzamiento de otro de los trabajos de Jones, Diego Manrique, un crítico músical de reconocida solvencia, decía: “Tengo que reconocerlo: no soy imparcial. Recuerdo la ascensión a la fama de Norah Jones como uno de los momentos más deprimentes de mi recorrido profesional. Desde luego, su propuesta lucía atractiva. Ella misma era atractiva y tenía además una historia irresistible (¡la hija secreta de Ravi Shankar y una promotora estadounidense!). Pero Norah fue objeto de una falsificación aberrante, hiriente por su premeditado descaro y sus dimensiones.
Salió su primer disco en Blue Note, un sello que (ingenuos) creíamos sagrado. Fue lanzada como “artista de jazz”, con el prestigio que eso supone. No soy un purista, todo lo contrario, pero me desagrada que nos intenten engañar vendiendo como jazz lo que no pasa de ser un producto light.”
Bueno, pues como veis estamos para todos los gustos, y así tiene que ser. Lo bueno de todo esto es que, nosotros, tenemos la libertad de, despues de escuchar a unos y a otros, y a la propia artista, emitir nuestro propio juicio.
Seguimos con el álbum.
Humble me,
Los músicos que tocan en esta grabación, ya hemos dicho, son los habituales en sus conciertos, todos ellos de enorme valía. Lee Alexander, bajista, músico de sólida formación, es también coautor con Norah Jones de algunos de los temas del disco. Ambos fueron pareja durante unos años. Brian Blade, prestigioso bateria de jazz. Kevin Breit, guitarrista y un solicitado músico de sesión. Rob Burger, pianista y productor que para la ocasión toca el órgano. Adam Levy, guitarra eléctrica, miembro de la banda desde sus inicios y ahora dedicado a la enseñanza.
Por último, Norah Jones cuenta con la colaboración de la veterana Dolly Parton, con quien canta Creepin’ in, un tema con toques bluegrass, el estilo más tradicional del country.
Nada más por hoy, nos encontramos aquí nuevamente, en Siéntelo con oído Radio dentro de quince días. Nos acunados por la preciosa voz de Norah Jones, The Pretties Thing