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Nada más que música – El último de la fila

23 diciembre, 2021 - Música
Nada más que música – El último de la fila

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Nuestro grupo de hoy es El último de la fila, una banda de referencia en la historia de nuestra música más próxima. Manolo García y Quimi Portet, fueron los soportes de esta banda que nos ha dejado páginas musicales imborrables en nuestra memoria.
Todo empezó, como muchos otros, con un Manolo García de vocalista de orquestas de baile como las que todavía recorren nuestros pueblos en las fiestas patronales.

 

CARTEL NMQM-El Último de la Fila-cuadro

Pero su objetivo era formar un grupo que hiciera su propia música, así que, junto con Esteban Martín (que más tarde estaría en Gabinete Galigari), empezó a componer sus primeras canciones y, con ellas, nacieron Los Rápidos. Un quinteto donde también militaban José Luis Pérez, Luis Visires y Antonio Fidel.
Hoy escucharemos canciones de dos de los discos más interesantes del Ultimo de la fila, “Como la cabeza al sombrero” y “Nuevo pequeño catálogo de seres y estares”. De este último es Músico loco.

Nuevo pequeño catálogo de seres y estares
Los Rápidos solo grabaron un disco que tuvo una pobre repercusión, a pesar de que ese año, 1980, habían recorrido media España.
En 1982, cuando los Rápidos empezaban a dar signos de desgaste, Manolo y Quimi se conocieron y enseguida congeniaron. Al poco tiempo crearon Los Burros y también una discográfica independiente, Discos Criminales, que por supuesto salió mal y tuvieron que abandonarla para centrarse en el grupo, en el que también estaban Jordi Vila (más tarde batería de Loquillo) y Antonio Fidel, que ya estaba en Los Rápidos.
Tras algunos fracasos discográficos tuvieron que reinventarse y fue así como nació El último de la fila.
Enseguida tuvieron ocasión de grabar con Virgin, pero ya se habían comprometido con la compañía independiente PDI y decidieron ser fieles a su palabra, un gesto que les ha acompañado siempre.
Ese aire aflamencado de la voz de Manolo y la guitarra española, daban un tono fresco y novedoso a las canciones.
También del Nuevo pequeño catálogo… es este: Canta por mi.

Su segundo álbum, Enemigos de lo ajeno, grabado en 1986 vendió 60,000 copias, algo inaudito entre las compañías independientes. Esto les permitió hacer una gira en la que la entrada media era de unas 5,000 personas.
Y llegaron los premios, de la crítica y del público: mejor álbum, mejor directo, mejor canción, en fin, la fama había llegado. Ya eran un grupo solvente.
Un disco recopilatorio con nuevas versiones grabado en Londres vendió 300,000 copias.
Su compañía discográfica, PDI, era independiente pero no era idiota. Sabía que tenía entre las manos una joya, así que decidió echar toda la carne en el asador y mandó al grupo a grabar su próximo trabajo a Francia. Allí se coció Como la cabeza al sombrero. Editado en menos de dos meses, las ventas alcanzaron las 400,000 copias. De la gira, ni os cuento.
De este disco, Como la cabeza al sombrero, es la preciosa canción Sara.

La cresta de la ola les llegó cuando fueron invitados a participar en el concierto Pro Derechos Humanos organizado por Amnistía Internacional en el estadio olímpico de Montjuic, en Barcelona. Allí tocaron con Bruce Springsteen, Sting, Peter Gabriel, Tracy Chapman, en fin, la crem de la crem.
Esta vorágine les obligó a hacer un descanso y replantearse su futuro. Lo primero que hicieron fue desligarse de su compañía PDI. Se les había quedado pequeña.
Las giras ya eran internacionales, Europa, EEUU, Sudamérica. Pero antes de su gira de 1989, el grupo ya había iniciado la preparación de un nuevo trabajo. Se empezó a grabar en mayo de 1989 y lo terminaron en mayo de 1990. Salió a la venta con el título de Nuevo catálogo de seres y estares.
De este disco, del que ya hemos oído algunas canciones, es A Jazmín,

Este nuevo elepé fue directo al número uno de las listas. Habían vuelto a la aventura de crear su propia discográfica, Perro Records, un sello para distribuir y publicar sus propios discos a través de la multinacional EMI.
La gira de Nuevo catálogo de seres y estares comenzó el 12 de mayo de 1990 y duró cinco meses.
También hubo gira internacional por Europa: Francia, Alemania, Italia, Inglaterra, Suiza, Austria… Y por Sudamérica: México, Argentina, Colombia y Venezuela.
Astronomía razonable, su siguiente trabajo, se grabó en mes y medio y permaneció durante diez semanas en el número uno de las listas de éxitos. Algo nunca visto con un grupo español.
Volvemos con Como la cabeza al sombrero, vamos a escuchar el tema que da nombre al disco.

Durante el año 1994 el grupo hizo un parón y se dedicaron a descansar y a preparar su siguiente trabajo. Un CD que apareció en septiembre de 1995 con el exótico nombre de La rebelión de los hombres rana.
Con ánimo renovado comenzó la gira del nuevo trabajo. En esta gira incluyeron también temas de su época en Los Rápidos y Los Burros. La girá terminó en abril de 1996.
Después de tres años sin noticias de la banda, Manolo y Quimi, en rueda de prensa, anunciaron su separación y el comienzo de sus respectivas carreras en solitario.
Más adelante, Manolo García, comentó en una entrevista de Crónica, el periódico digital catalán que “el grupo se disolvió porque Quimi empezaba a estar incómodo con el tema lingüístico”. El grupo utilizaba habitualmente el castellano en sus canciones.
“El tema de la lengua para él es importante, él es catalán. Yo soy de los “otros catalanes”. Soy catalán, evidentemente, y con todo el orgullo, pero mi lengua materna es el castellano. A él le apetecía que hiciéramos alguna canción en catalán, y yo encantado, hicimos alguna canción con Maria del Mar Bonet. En algún vídeo hay ya algún guiño mío como lo de “que soc de Barcelona i em moro de calor”, y está dedicado a Quimi, para hacerle reír un poco. A mi me era indiferente. Yo defiendo absolutamente que los catalanes hablen catalán, evidentemente, y yo puedo hablar catalán, pero no tengo esa sensación de patria, igual que tampoco la tengo de la patria española. A mi los estados y las banderas no me interesan nada.”
Toda una declaración de principios sin contestación.
Volvemos con su música, Barrio triste.

Antes de repasar un poco su trayectoria en solitario, vamos a escuchar un último tema de El último de la fila, una de sus canciones más hermosas y enigmáticas, Cuando el mar te tenga, pura poesía.
La frase “Si lo que vas a decir, no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir”, que viene de un cita árabe, nos sedujo desde el mismo momento en que lo escuchamos. Una gran canción.
Cuando el mar te tenga

El mismo año de la disolución del Ultimo de la fila, Manolo García sacó su primer trabajo en solitario, Arena en los bolsillos, grabado en Londres con la colaboración de Nache Lesko y Pedro Javier González. Y como quien no quiere la cosa, en su primera semana de vida se colocó en cabeza de las listas de ventas, llegando a colocar 900.000 discos en el mercado.
La culpa la tuvieron unas canciones que iban desde el pop melódico más intimista hasta el rock ando roll de sus primeros grupos.
Pajaros de barro es una de estas canciones.
Despues de dos años en silencio, Manolo García volvió con nuevo disco, en esta ocasión contando solo con la producción de Pedro Javier González.
El álbum, Nunca el tiempo es perdido, se grabó entre Gerona, Barcelona y París y se mezcló en Los Angeles. Sus trece canciones tienen un toque más intimista en su trabajo anterior, arropadas por una orquesta de cuerda.
Vamos a escuchar la canción que da nombre al álbum, Nunca el tiempo es perdido.

Manolo García siempre ha sido muy celoso de su vida privada y ha conseguido mantenerla fuera del alcance de revistas y seudo-tertulias.
Como él mismo ha dicho en otras ocasiones, su ego lo alimenta en el escenario pero fuera de él, quiere ser una persona normal y pasar lo más desapercibido posible.
Mantiene un control férreo sobre su obra y no ha permitido que sus canciones se utilicen en publicidad o concursos. De hecho, tuvo una buena enganchada con la gente de Operación Triunfo por este motivo. (También es verdad que TV pagó los derechos correspondientes pero no pidieron permiso al autor).
En cualquier caso, Manolo García se ha ganado un puesto muy merecido en el panorama musical y un público fiel que le permite seguir componiendo lo que quiere, trabajar lo justo y dedicar su tiempo a cultivar su espíritu, leyendo, pintando y haciendo muy buena música.
Vamos a escuchar, para mi gusto, una de sus mejores canciones, Rosa de Alejandría, también del álbum Nunca el tiempo es perdido.

Manolo García no es que esté de vuelta de todo, lo que ocurre es que su veteranía y experiencia y los kilómetros recorridos de bolo en bolo, le permiten afrontar apuestas arriesgadas como la gira acústica que inició en 2019. 55 conciertos que han quedado registrados en un doble CD y DVD que llamó Acústico, acústico, acústico. En fin, ingenio no le falta.
Estos conciertos intensivos, tres horas de media, y que culminó con cinco presentaciones en el Palacio de Congresos de Madrid, dejaron de manifiesto la vigencia de un estilo, de una música que se ha ido enriqueciendo a lo largo de toda la carrera del artista.
Los que tuvieron la suerte de asistir a alguno de ellos los recuerdan como una combinación de intimismo acústico y despliegue de entrega en el escenario, arropado todo ello por la excelencia de siete músicos de categoría.
Una muestra de estos directos es este Somos levedad.

Gracias, gracias a tí, Manolo García. Bueno amigos, nada más por hoy. Os espero a todos el próximo programa para escuchar más música, conocer a más músicos y recordar viejas historias. Hasta entonces… ¡¡¡buenas vibraciones!!!

 

 

 

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