Lawrence Ferlinghetti
(Nueva York, 1919- San Francisco,2021)Fue a comienzos de los 80 del siglo pasado cuando la estupenda editorial Hiperion publicó en España, por primera vez, un poemario de sugerente título (Un Coney Island de la mente), obra de un autor de apellido italiano, casi desconocido entre nosotros: Lawrence Ferlinghetti. Desde entonces, su nombre y el de sus compañeros de generación (el poeta Ginsberg, los novelistas Kerouac y Burroughs, el poeta y narrador Bukowski, entre otros), rompieron el círculo de los enterados para incorporarse al imaginario de la Literatura en el ámbito hispánico.
La obra de la que hablamos había aparecido, no obstante, en 1958, en los EEUU, y fue la carta de presentación de un poeta, Lawrence Ferlinghetti, cuya trayectoria va a dilatarse hasta los primeros años ya de nuestro siglo. Ciertamente, se trata de un libro que no precisa más que de ser leído…o escuchado. Porque un primer rasgo que lo caracteriza es el de su oralidad: se trata de poemas de aliento coral escritos con el lenguaje del hombre medio norteamericano, con clara voluntad democrática, por tanto. Un código perfecto para expresar y denunciar la enajenación personal y colectiva a que somete implacablemente el sistema ultracapitalista. Oralidad, voluntad democrática, protesta ante un mundo deshumanizado…Ferlinghetti acude a las raíces de la gran poesía norteamericana: Walt Whitman. Y, en su estela, el coloquialismo de su verso nunca cae en lo soez, ni se envilece, como si defendiera una dignidad irrenunciable. Una voz la suya que influirá de modo decisivo en el nacimiento del frente contestatario, pacifista y espiritualista, de los años 60 en los EEUU, y que acabará extendiéndose a todo el occidente a través, principalmente, de la canción.-Fernando Alcaine-
CRÉDITOS: (título/música/voz)
• Presentación (Fernando Alcaine) / Eddie Higgins (Christmas Songs-1) / Manuel Alcaine
• A veces, durante la eternidad / Wynton Marsalis (Blue Christmas-1) / Néstor Barreto
• Cristo se bajó / Wynton Marsalis (Blue Chrismas-2) / Lola Orti
• El mundo es un hermoso lugar / Charlie Parker and Dizzy Gillespie (Bloomdido ) / Mingo España
• En las mejores escenas de Goya / Dizzy Gillespie & Arturo Sandoval (Wheatleigh Hall) / Mª José Sampietro
• Calle larga / Eddie Higgins (Christmas Songs-2) y Bob Dylan (The Christmas blues) / Elena Parra
SELECCIÓN POEMAS:
1 – A veces, durante la eternidad
A veces, durante la eternidad
aparecen ciertos chicos
de entre los cuales
uno
que surge bastante más tardío
es una especie de carpintero
de algún territorio cuadriculado
como Galilea
y comienza a llorar
y a clamar
diciendo
que es hippie
y que conoce al que hizo el cielo y la tierra
y que el autor de ello es su Papá
Además agrega
que todo está escrito en un rollo de pergamino
que algunos secuaces depositaron
en cierto lugar del Mar Muerto
hace mucho tiempo
y no podrá encontrarse
al menos en un par de miles de años
aproximadamente en mil novecientos cuarenta y siete
para ser exactos
y que incluso entonces
nadie creerá realmente en ello
ni yo tampoco
claro está.
Estás caliente le dicen
Y le refrescan
Lo extienden sobre el Árbol para enfriarlo
y desde entonces
todo el mundo está construyendo
siempre
modelos de dicho Árbol
con él colgando y salmodiando
continuamente su nombre
le piden que baje a sentarse con la orquesta
como si fuera verdaderamente
el director que debe guiarla
porque ellos solos no pueden hacerlo
Mas él no baja de su Árbol
Permanece allí colgado en el Árbol
con aspecto apagado y realmente frío
según los últimos boletines de noticias mundiales
procedentes de fuentes
habitualmente no fiables
completamente muerto.
2 – Cristo se bajó
Cristo se bajó
de su Árbol desnudo
este año
y huyó
a donde no hubiera
árboles de navidad
decorados
con colgantes bastoncillos de caramelo
y estrellitas frágiles
Cristo se bajó de su árbol desnudo
este año
y se escapó
a donde no hubiera
árboles de navidad dorados
ni árboles de navidad plateados
ni árboles de navidad de estaño
ni árboles de navidad de plástico rosado
ni árboles de navidad de oro
ni árboles de navidad negros
ni árboles de navidad celestes
ni velitas eléctricas colgando
ni trenes eléctricos alrededor
ni fastidiosos tipos engreídos
Cristo se bajó de su árbol desnudo este año
y huyó a donde ningún atrevido vendedor de biblias
fuera visitando la comarca en un cadillac bicolor
y donde no hubiera belenes con su niñito y pesebre de plástico completo
recibido por correo certificado urgente
y donde los reyes magos
por televisión
no entonaran alabanzas al whisky Lord Calvert
Cristo se bajó de su árbol desnudo este año y salió corriendo
a donde ningún gordo desconocido y bonachón
con traje de franela roja y falsa barba blanca
aparentara viajar
haciéndose pasar por una especie de santo del Polo Norte
atravesando el desierto hacia Belén por Pennsylvania
en un trineo Wolskwagen
arrastrado por renos juguetones del Adirondack con nombres alemanes
y cargado con sacos de humildes regalos
de Sacks de la Quinta Avenida
para el niño Jesús
que cada cual se imagina.
Cristo se bajó de su árbol desnudo este año
y huyó a donde no se oyera a los cantores de villancicos de Bing Crosby lloriqueando
sobre la fría Navidad
ni a los ángeles de radio City
patinando sin alas a través de un paraíso nevado
inundando el cielo de campanillas
diariamente a las 8’30
con matinés de la misa del gallo
Cristo se bajó de su árbol desnudo este año
y se fue a refugiar suavemente
en el seno de alguna anónima María
otra vez
donde en la noche oscura del alma anónima de cada uno
él espera nuevamente
una inimaginable e imposible inmaculada Reconcepción
la más loca de las Segundas Venidas.
3 – El mundo es un hermoso lugar
El mundo es un hermoso lugar para nacer
si no te importa que la felicidad
no siempre sea tan divertida
si no te importa un roce del infierno
de vez en cuando
precisamente cuando todo marcha bien
porque ni siquiera en el cielo
están cantando todo el rato
El mundo es un hermoso lugar para nacer
si no te importa que algunas gentes
mueran continuamente
o que tal vez sólo pasen hambre con frecuencia
lo cual no está medianamente mal
si no te toca a ti.
Oh el mundo es un hermoso lugar para nacer
si no te importa demasiado
que haya cabezas vacías en los más altos cargos
o una o dos bombas de vez en cuando sobre tu cabeza
o algunas otras calamidades
que nuestras sociedad de Marca Registrada
padece con sus hombres de distinción
y sus hombres de extinción
y sus curas
y otros vigilantes
y sus diversas segregaciones
y las investigaciones del Congreso
y otros estreñimientos que nuestra carne estúpida ha heredado
Sí el mundo es el mejor de los lugares
para un montón de cosas
como hacer divertidas tonterías
y hacer el numerito del amor
y hacer escenas dramáticas
y entonar canciones graves
y tener inspiraciones
y pasear mirándolo todo
oliendo las flores
y tocando el culo a las estatuas
e incluso pensando
y besando a la gente
y haciendo bebés
y usando pantalones
y agitando sombreros
y bailar
e ir a bañarse al río con las meriendas a mediados del verano
y en general “pasándolo lo mejor posible”
Sí pero entonces, justo en medio de todo esto
aparece sonriente el hombre de la funeraria.
4 – En las mejores escenas de Goya
En las más bellas escenas de Goya
nos parece ver a las gentes de este mundo
en el momento exacto
en que por vez primera consiguieron
el título de “humanidad sufriente”
retorciéndose en la página
con verdadera furia contra la adversidad
Amontonados gimiendo
con niños y bayonetas
bajo un cielo de cemento
en un paisaje abstracto
de árboles resecos
estatuas partidas
alas y picos de murciélagos
horcas resbaladizas
cadáveres
gallos carnívoros
y todos los aberrantes monstruos
de la imaginación
del desastre
son tan brutalmente reales
que diríase que todavía existen
Y existen en efecto
Sólo ha cambiado el paisaje
Todavía se encuentran en hileras
a lo largo de las carreteras plagadas de legionarios
falsos molinos de viento
y gallos dementes
Son las mismas gentes
aunque más lejos de sus casas
sobre autovías de cincuenta carriles
en un continente de asfalto
cubierto de letreros dulzones
que muestran imbéciles ilusiones de felicidad
La escena muestra menos carretas de condenados
pero más ciudadanos al límite de sus fuerzas
en autos de colores
con placas de matrículas extrañas
y motores que devoran América.
5 – La calle larga
La larga calle
que es la calle del mundo
pasa a través del mundo
plena con toda la gente del mundo
por no mencionar las voces de toda la humanidad
que alguna vez existió
Amantes y llorones
vírgenes y dormilones
vendedores de spaguetis y hombres-anuncio
lecheros y oradores
banqueros sin entrañas
frágiles amas de casa encorsetadas en nylon
snob desiertos de publicistas
manadas de potrancas de la escuela secundaria
multitudes de alumnos
todos hablando y hablando
caminando sin rumbo
o fisgando por las ventanas
para ver lo que pasa en el mundo
donde todo sucede
tarde o temprano
si es que realmente ocurre
Y la larga calle
que es la calle más larga del mundo
aunque no tan larga como parece
pasa por todas las ciudades
y todos los paisajes
por todas las bocacalles
por todas las avenidas
atravesando los cruces
sobrepasando luces rojas y verdes
ciudades iluminadas por el sol
continentes bajo la lluvia
hambrientos Hong Kongs
las tierras estériles de Tuscaloosa
los Oaklands del alma
los Dublines imaginados
Y la larga calle
rueda y rueda
como un enorme tren de vapor
resoplando alrededor del mundo
con sus pasajeros gritando
y bebés
y cestas de comida
y perros
y gatos
todos ellos
preguntándose
quién estará en la cabina de la máquina
conduciendo el tren
si es que hay alguien
El tren corre alrededor del mundo
como un mundo en movimiento
todos se preguntan
qué es lo que pasa
si es que pasa algo
y algunos se asoman por las ventanillas
y miran hacia adelante
intentando ver al conductor
vislumbrar su rostro
cuando se abordan las curvas
pero nunca lo consiguen
aunque en algunas ocasiones
parece que lo van a lograr
Y la calle
sigue rodando
el tren continúa
dando vueltas
con sus ventanas alzadas
ventanas y ventanas
de todos los edificios
de todas las calles del mundo
que se deslizan también
a través de la luz del mundo
a través de la noche del mundo
con faroles en los cruces
luces perdidas centelleando
multitudes carnavalescas
circos nocturnos
casas de putas y parlamentos
fuentes olvidadas
puertas de cantinas
y puertas perdidas
figuras a la luz de las farolas
pálidos ídolos danzando
mientras el mundo continúa rodando
Pero ahora llegamos
al tramo solitario de la calle
la parte de la calle
que atraviesa las zonas más solitarias del mundo
y no es éste el lugar que a nadie
le gustaría para hacer el transbordo a la playa.
Esta es la parte del mundo
donde nada sucede
donde nadie hace nada de nada
donde nadie está en lugar alguno
nadie en ninguna parte
salvo en uno mismo
ni siquiera hay un espejo para duplicar la propia soledad
Ni siquiera un alma
salvo la tuya
e incluso es posible que no la tengas
tal vez no la haya
o tal vez no es tuya
tal vez porque ahora estás
lo que se dice muerto
Has llegado a tu estación
Desciende.