“El vientre de los espejos” es el título de un poemario escrito por Fernando Alcaine, cuyos poemas nunca fueron publicados en papel pero que vamos a ir dando a conocer, uno a uno, en nuestro programa.
(4) [ARTE Y DECADENCIA
(Del catálogo de una exposición)]
Esta escultura fue, en su momento, simple secreción de humana vida. Su artífice puso cuerpo –delicioso cuerpo- a sus deseos, sus ilusiones. Es muy probable, por lo demás, que el resultado final no le complaciera: siempre es irreductible el pálpito de los sueños. Aunque quizá el orgullo de haberlo intentado, enfrentándose a sí mismo en denodada lucha, pudo aplacar en parte la humillación de la luz.
Y allí quedó, exenta, a merced incierta del mundo. Y el artista se aplicó en nuevo empeño. Y tras éste, en otro y otro y otro. En cada uno, tratando de resarcirse de la insatisfacción anterior.
Hoy la admiramos como obra de arte. Nos traslada más que a otro tiempo, a otra manera de vivirlo, más demorada, más gustosa, más fecunda. Sin duda, somos nosotros quienes la rodeamos con el aura de la poesía. Nosotros. Es decir: el otoño longevo de nuestra decadencia.
Voz: Néstor Barreto
Música: Paul Godwin – Leo Monosson – Eine süsse, kleine schwarze Silhouette