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Apuntes de un landán – El cuculo

4 abril, 2024 - Antropología
Apuntes de un landán – El cuculo

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Hoy charraremos del cuculo, que en castellano es el cuco o cuclillo. El nombre científico es Cuculus canorus. Sobre esta ave existían muchas creencias en el Alto Aragón. Según decían era el ave que con su llegada anunciaba la primavera.

CARTEL Apuntes de un landán-CUCULO-cuadro

También era un ave-oráculo que vaticinaba con sus cantos o cucús los años que le quedaban a alguien para acomodar-se -casarse-. Otros mozos y mozas, más arriesgados, le preguntaban cuántos años les quedaban para morir. Cada cucú que oían equivalía a un año de vida.
En Botaya decían que hasta que no afloraba el pan de cucut, que en castellano es la primavera gayada o la primavera bellorita, no acudían los cuculos. En Javierregay a esta hermosa flor la denominaban capuleta. En los países anglosajones la llamaban la “flor de las hadas”.

En San Juan de Toledo, en la Fueva, otro pájaro que era nuncio de la primavera, según Emilio Bardají, de casa Bardaixí, era la chincharana, que en castellano corresponde al pájaro herrerillo. Emilio me dijo que la chincharana era la primera que se oía cantar y también el primer pájaro que emigraba, y añadió poéticamente que “se’n iba siguiendo as primaveras”.

Con respecto a la llegada del cuculo había varios refranes. Emilio me dijo también que las fiestas patronales de El Muro de Roda, en La Fueva, se celebraban en primavera con el ritual del nombramiento de mayordomos y mayordomas. Este ritual festivo era propio del Sobrarbe y también de La Ribagorza. Los mayordomos salientes comenzaban a hacer un danza llevando un hermoso ramo y s’enfilaban -dirigían- al mozo que quería que lo substituyera. Cada mayordomo escogido iniciaba otro dance y escogía como mayordoma a la moza a la que le entregaba el ramo. Los mayordomos y mayordomas se encargaban de organizar las actividades festivas de todo el año. Emilio Bardají me dijo un dicho célebre en toda la comarca de La Fueva: “O coculo acude á las fiestas de El Muro de Roda para coger ramo.”

En Plan, en el Valle de Chistao decían: “Si ta Santa Cruz no canta o cucut, u ye amortau u ye perdut.” La festividad primaveral de Santa Cruz se celebra el 3 de mayo. En Castiello de Jaca decían: “Si o 3 d’abril no canta o cuculo, u ye muerto u ye ta morir.” En Linás de Marcuello tenían esta variante: “O día 3 d’abril pasa o cuculo a mar u sino se’n queda dillá.”

Algunos pueblos tenían de apodo comunal cuculos o cuculdeses. Esto era porque en el término municipal tenían mucho bosque o de pinar o de caxicar o robledal, que era el hábitat idóneo para esta especie de ave.

En el pueblo de Castillonroy, en Ribagorza, una falordia -leyenda- decía que el cuculo se presentó al churau mayor -alcalde- el día 3 de abril y le hacían pagar de entimo -multa- tres cántaros de vno. En el monte de Ibort -Serrablo- había bosques de caxicos -robles- y ahí se encadaban -refugiaban- los cuculos. Decían que o lolo -abuelo- de casa Navarro, que era la más pudiente, lo guardaba en el horno y lo sacaba el 3 de abril. Esto de guardarlo en el horno simbolizaba la falta de trigo y harina. La aldea deshabitada de Asun está en el Sobremonte. Su término tenía grandes paquizos -umbrías- pinariegas. Un fizetas -incordiador- del pueblo cercano de Yosa de Sobremonte, dijo a los de Asun: “A ver si nos enviáis al cuculo, que encara -todavía- no lo hemos oído cantar.” Un somarda de Asun respondió: “¡Como os lo vamos a mandar, si aún no nos habéis pagado el del año pasau!”

El cuculo llegaba cuando ya estaba asentada la primavera, es decir el buen tiempo, por eso en Linás de Marcuello tenían este adagio: “En os días d’o cuculo, de mañanas farto y de tardes duro.” Quiere decir que aunque lloviera por la mañana, el sol tenía tanta zereñura -fortaleza- térmica, que por la tarde los campos ya se habían secado.

Los mesaches y mesachas -mozos y mozas- tenían costumbre de preguntarle los años que faltaban para que se casaran. Para saberlo le preguntaban: “Cuculo de mayo, cuculo de abril ¿cuántos años tarde en casarme?” Cada cucú que oían equivalía a un año. Otros hacían preguntas más audaces y decían: “Cuculo de mayo, cuculo de abril, ¿ cuántos años me quedan para morir? Y cada cucú equivalía a un año de vida.

El cuculo cuando llegaba el tiempo de la escalforaza -de más calor- ya no emitía sus típicos cucús porque desaparecía y en Centenero decían “que se’n jopaba -se marchaba- porque no le cuacaba -gustaba- segar.”

Para acabar hacer constar que este tipo de creencias formaban parte de la sabiduría popular de toda la peninsula ibérica y también de la literatura folklórica europea. En la mitología griega, Zeus se convirtió en un cuculo para obtener el amor de Hera y desde entonces el cuculo fue el emblema de esta diosa.

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