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Ángel Guinda – Poemas

28 diciembre, 2023 - Poesía
Ángel Guinda – Poemas

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ÁNGEL GUINDA – (Zaragoza 1948 – Madrid 2022)

Próximos a conmemorar el segundo aniversario de su muerte, nos ocupamos hoy de este gran poeta. Comenzamos escuchando “Si eres tú” preciosa canción que interpreta Rosa León (1983), cuya letra está basada en ‘Soneto de amor’ y ‘Somos pareja’, poemas de Ángel Guinda (1977).

Aunque recibió en 2010 el Premio de las Letras Aragonesas a toda una vida de dedicación a la literatura, como ya ocurrió anteriormente con la poesía de Miguel Labordeta, la de Ángel Guinda tampoco ha sido objeto de la atención y difusión que la calidad literaria de su obra merece.

La magnífica revista literaria ‘Turia’ le dedica en su último número (148) un extraordinario monográfico rindiéndole homenaje y reivindicando su valía, como uno de los escritores de referencia de la lírica española del siglo XX y comienzos del XXI.

Alfredo Saldaña escribe en Turia: “Ángel Guinda, siempre al margen de modas y dictados, entendió la poesía como un territorio de exploración caracterizado por la apertura hacia lo simbólico e imaginario, hacia una otredad donde el yo se construye a partir de una indomable rebeldía, una poesía en la que, desde una desatada incertidumbre, se pone en tela de juicio el orden y el sentido de la realidad, sometiéndolos a un estado de tensión permanente con el objetivo de crear un nuevo espacio moral a partir del cual quizás sea posible, si no reinventar la existencia, soportar la vida. Vivió en las palabras, desviviéndose y derramándose sin contención. Ahí encontró su tumba, y hasta ahí tendremos que desplazarnos si queremos encontrarnos con ella”.

Modestamente queremos sumarnos a ese merecido homenaje grabando 13 de sus poemas que, como siempre, serán insuficientes pero que pueden marcar la trayectoria vital y poética de este gran poeta aragonés.

CARTEL ÁNGEL GUINDA-cuadro

 

CRÉDITOS: (Poema / Voz / música)

Presentación / Manuel Alcaine / Aunque tú no lo sepas-Instr. (Quique González)
1. L.S.D / Elena Parra / A thousand kisses Deep-instr. (Leonard Cohen)
2. Me he fumado la vida / Manuel Alcaine / A thousand kisses Deep-instr. (L. Cohen)
3. Pasa la vida / Mingo España / Me voy-instr. (Julieta Venegas)
4. Morir / María José Sampietro / Me voy-instr. (Julieta Venegas)
5. Minimal love poems / M. J. Sampietro y M. Alcaine / A thousand kisses Deep-instr. (L. Cohen)
6. No / José Luis Hernández / A thousand kisses Deep-instr. (L. Cohen)
7. Historia de un amor / Lola Orti / A thousand kisses Deep-instr. (L. Cohen)
8. Papeles / Mingo España / Everybody knows-instr. (L. Cohen)
9. De niño yo veía en Zaragoza / José Luis Hernández / Everybody knows-instr. (L. Cohen)
10. La botella / Elena Parra / Who by fire-instr. (L. Cohen)
11. Los inmigrantes / María José Sampietro / The partisan-instr. (L. Cohen)
12. Un hombre feliz / Elena Parra / The partisan-instr. (L. Cohen)
13. Pregúntate / Lola Orti / Take this waltz-instr. (L. Cohen)

 

 

SELECCIÓN POEMAS:

1 – L.S.D. – (de Vida ávida -1980/1990)

Laberinto en Soledad Demoníaca.
No te será posible la escapada.
Asesino de tu madre,
traficante de muerte,
condenado eternamente a no dar vida
para evitar nuevos crímenes,
necesitas vivir, vivir más,
por ti y por cuantos no nacerán.
Atormentado,
nunca descansarás de esta ansiedad.
Cuando ames odiarás.
Tan sólo el día que destruyas las leyes
gozarás de tu rebelión,
y conseguirás paz, orinar
sobre la tumba de tu padre
hasta abonar su muerte.
Mi personaje maldice a tu persona.
Contra paredes y horizonte. Muere.

2 – Me he fumado la vida – (de Conocimiento del medio – 1990/1995)

Me he fumado la vida
como el tiempo se me ha fumado a mí.
Mirad esta laringe, esta tráquea,
estos bronquios y pulmones
ametrallados por la nicotina.
He fumado los gases subterráneos
del Metro en sus andenes;
el aire de Madrid, sucio
como una traición a la luz más hermosa;
las nevadas del yeso en las pizarras,
la hoguera negra de los tubos de escape,
las hojas secas de la marihuana,
el asfalto, la niebla, la humedad,
la avellana tan blanda de los clítoris,
la espesa polvareda de lo siniestro
cuando huía de mi sombra,
y mi vida hecha polvo,
y el polvo que seré
bajo el árbol secreto de la muerte.

 

3 – Pasa la vida – (de La llegada del mal tiempo – 1995/1996)

Suelo, al atardecer, salir de casa
a tomar unos vinos, económicos
como un paseo, en tabernas domésticas
donde se habla, con familiaridad,
de fútbol, de política,
del hijo mayor que no encuentra trabajo,
del pequeño que no quiere estudiar,
de unas cortas vacaciones en el pueblo,
de enfermedades, de las rarezas del abuelo,
de un cambio de neumáticos
o del último atentado terrorista.
Estéril, el tiempo sigue, indiferente, su camino,
mientras miro,
apostado en la barra, a través del cristal,
pasar la vida,
en medio de un laberinto
de coches mal aparcados
y luces de neón
– y yo paso también, sin darme cuenta.

4 – Morir – (de Biografía de la muerte – 1996/2000)

Morir es no volver a estar
a la misma hora,
en los mismos lugares,
con las mismas personas.
No aparecer, cada mañana,
como esa gran luz nueva
disuelta entre las cosas;
dejar interrumpidos los trabajos,
los viajes en punto muerto.
Ajenos a los mares y a los astros.
Morir es estar quietos, sordos,
ciegos, mudos, desaparecidos,
desconectados de todos y de todo,
de nosotros también;
no regresar a casa nunca más.
No emitir ya señales, recibirlas tampoco.
Morir es no volver.

5 – Toda la luz del mundo. Minimal love poems – (2000/2002)

• Eres la lejanía, que me cerca.
• Toda la luz del mundo pasa por tu mirada.
• Tu piel es la profundidad de mi deseo.
• Entro en tu cuerpo como en un museo.

6 – No – (De Claro interior – 2000/2007)

Soy un claro interior, el porvenir
de una puerta que siempre está atrancada,
la trampa de vivir y ver morir.

Contra la destrucción de la conciencia
bramo, reviento, clavo en Dios los codos.
Soy un zarpazo roto de paciencia.

Una luz que, arañando los escombros,
borra la niebla y sigue hacia adelante.
Un hombre con la sombra hasta los hombros.

Como hambre y bebo sed con todos
los condenados a escarbar la nada.
Esto no es un poema, es un desplante.

Profundamente grito un no rotundo.
Yo no quiero vivir en este mundo.

7 – Historia de un amor – (de Materia del amor – 2008/2009)

Es verdad que te amé
con un amor tan amplio
que cabía la ciudad en él
con sus túneles, parques, rascacielos,
sus jóvenes besándose en las calles,
su luz descalabrándose la vida.
Es verdad que te amé
con un amor tan grande
que cabía el continente en él
con sus selvas, océanos, montañas,
países, realidades y misterios.
Es verdad que te amé
con un amor tan firme
que era inmutable a los terremotos.
El amor es verdad
y es verdad que te amé
con un amor tan inmenso
que cabía el mundo dentro de él,
mi mundo lleno de mi amor por ti.
Es verdad que te amé
con un amor tan fuerte
que ahora soy débil porque estoy vacío.
Tu mundo no lo pudo contener.

8 – Papeles – (de Poemas para los demás – 2009)

Un papel certifica mi llegada a este mundo.
Mi identidad la corrobora otro papel.
Uno más califica nuestra vida en pareja:
de derecho, de hecho, de desecho.
Otro papel registrará mi muerte.
¿Cuál será mi papel verdadero en la vida?
Abro el buzón: rebosa de papeles.
Salgo a la calle: me surten de papeles.
Voy al Banco: cumplimento papeles.
Doy una conferencia: para cobrar, papeles.
Un papel me da acceso al estadio de fútbol,
a un concierto, al cine, al teatro.
Tráfico me echa el alto: los papeles
– los busco, los escrutan, me empapelan.
Necesito una subvención
– me dicen: hay que hacer papeles.
Me pongo de los nervios en unos almacenes
– me amonestan: no pierda los papeles.
Me entregan un regalo:
sufro ansiedad al desempapelarlo.
Mi papeleta electoral traga derrota.
Me manifiesto por los sin papeles.
Traspapelé la luz, busco tus ojos.
Cada semana reciclo dos bolsas de papeles.
Vivir: papeles y papeles y papeles.
La vida, para muchos, es todo un papelón.

9 – De niño yo veía en Zaragoza – (De Espectral – 2011)

De niño yo veía en Zaragoza rinocerontes con cabeza de hombre, hombres con cabeza de pistola, hombres con cabeza de falo, hombres con cabeza de copón, hombres con cabeza de mardano, con cabeza de buey, de jíbaro; hombres cabezones, cabezudos, hombres con la cabeza en los pies. Ovejas con cabeza de mujer, mujeres con cabeza de cuna, mujeres con cabeza de cierva, mujeres con cabeza de fogón, mujeres con cabeza de basílica, con cabeza de virgen, de holocausto; mujeres con cabeza de piedad, mujeres con la cabeza entre las manos. Manadas de mujeres y de hombres con cabeza sin ojos, boca, orejas, nariz. Hombres y mujeres sin cabeza. Y cabezas rodando por las calles.

10 – La botella – (de Caja de lava – 2012)

Dentro de esta botella cabe el mar.
Dentro de esta botella
se tambalea el cielo,
se tambalea el sol de los borrachos
con su verdad a cuestas,
con la marea de sus amarguras.
Dentro de esta botella bailan moscas
como bombardeados helicópteros,
pasean cucarachas con paraguas.
Dentro de esta botella llueve ausencia.
Su pared giratoria desfigura mis rostros,
comba mis frentes, abre mis pupilas:
hay tormentas de hachazos en su magma.
Dentro de esta botella está el vacío
del que me lleno cuando bebo y bebo.
Abandonada para el reciclaje,
yo soy esta botella.

11 – Los inmigrantes – (de Rigor vitae -2013)

Los inmigrantes caminan por las calles con mortajas al hombro, lápidas al hombro, cruces al hombro, lágrimas al hombro, corazones en las manos, el cielo sobre un desierto en su mirada. Con una familia y un país escondidos dentro de la cabeza.

Los inmigrantes tienen muchos hombros, muchos corazones, muchas manos, muchas piernas.

Entran en las tiendas, en los bancos, en los locutorios, en los bares: con fotografías enmarcadas bajo un brazo, con féretros bajo el otro brazo.

Nadie ve esas mortajas, esas lápidas, esas cruces, esas lágrimas, esos corazones, esas familias, esos países, esas fotografías, esos féretros, cielos ni desiertos.

No nos miran a los ojos: ¡saben que somos ciegos!

12 – Un hombre feliz – (de Catedral de la Noche – 2015)

Fue feliz compartiendo
los cantos y las risas,
la pobreza, el dolor.
Retozando en la escarcha,
comiendo y bien bebiendo.
Alegre a pleno sol,
solo en el descampado
o entre la muchedumbre.
Fue feliz de estar vivo
y afrontar las desgracias
ajenas como propias,
sereno o agitado;
liviano haciendo el muerto
sobre la piel del mar.
Fue feliz desterrado
de la realidad.
Feliz bajo la noche
coronada de lámparas,
en batallas de amor
que hacen temblar las sábanas.
Fue feliz derribando
murallones de lágrimas,
hablando con los astros,
escuchando a la muerte.
No descarta
ser feliz bajo tierra
mientras sigue la vida.

13 – Pregúntate – (de Los deslumbramientos seguido de Recapitulaciones – 2020)

Pregúntate por la grandeza de lo insignificante, por qué el tiempo no tiene marcha atrás.

Pregúntate qué eras antes de lo que eres, a dónde irás después de estar aquí.

Por qué el sol abrillanta las piedras mojadas y no hay consolación frente al asalto de la tragedia.

Pregúntate qué fue de la magnificencia de los cuerpos que amaste, del gozo en pasear por lo incorpóreo.

Pregúntate dónde quedaron los paisajes que abrían de par en par tu boca, dónde las noches que alumbraban el contorno de los perfumes.

¡Y pregúntate por qué te preguntas aún!

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