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Nada más que música – Neil Young – Harvest

11 octubre, 2022 - Música
Nada más que música – Neil Young – Harvest

Hola a todos, bienvenidos a NADA MÁS QUE MÚSICA, vuestra ventana al arte por excelencia, la música, la buena música popular, sin etiquetas y sin nostalgias, solo calidad.
Calidad como la que atesora en cantidades industriales el disco que hoy vamos a repasar. Se trata de Harvest, la obra cumbre del canadiense Neil Young. Cantante, guitarrista, multinstrumentista y compositor de inmenso talento que, seguramente, es una de las figuras que ha dejado una huella más profunda en la historia del rock americano y cuyo pedigree musical contiene los nombres de Buffalo Springfield y Crosby, Stills, Nash & Young entre otros, al margen de una carrera en solitario grande como muy pocas en el mundo del rock.


CARTEL Neil Young-CUADRO

Vamos con el disco de hoy: Harvest. Este cuarto álbum de estudio del músico se lanzó el 1 de febrero de 1972. Su producción contó con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Londres en dos de las pistas y con las voces de destacados invitados como David Crosby, Graham Nash, Linda Ronstadt, Stephen Stills y James Taylor.
Este es su primer corte, Out on the weekend

El disco fue fecundado en el rancho que el hippy, reciclado en millonario, Neil Young se había comprado con el dinero obtenido con Búfalo Springfiel y con Crosby, Stills, Nash and Young.
Tras la separación de este grupo y que cada uno tomara caminos diferentes, Young reclutó a un grupo de músicos de estudio con los que grabó este trabajo que podemos calificar como de country rock. La grabación no estuvo exenta de problemas; tardaron casi un año en terminarlo sobre todo porque en ese periodo de tiempo Neil Young tuvo que ser intervenido en la espalda. Se había lesionado manipulando unos maderos en el rancho y, aunque le ofrecieron la posibilidad de apañarse con un corsé, finalmente se decantó por la operación.
Como hemos dicho, el disco nació en su rancho pero se grabó en tres lugares más: Nashville, Londres, y un directo en un concierto en Los Angeles.
Fue precisamente en Nashville, en el programa de The Johnny Cash Show en la ABC, donde conoció a los músicos que finalmente grabarían con él.
Vamos a escuchar la canción que da título al disco: Harvest.

“A man needs a maid” es una de esas dos canciones en las que Neil Young está acompañado por la Orquesta Sinfónica de Londres.
El título de la canción fue problemático desde el primer día. “Un hombre necesita una criada”. Hubo algún crítico que la calificó como “inquietante”, y aunque otros la defendían argumentando que la canción fue escrita cuando Young estaba convaleciente de su operación de espalda y necesitaba, forzosamente, ayuda para desenvolverse, la bronca ya estaba servida.
Seguramente que, anticipándose y previendo la polémica, Neil Young comentó en su presentación:
“Esta es una nueva canción. Se llama “Un hombre necesita una criada”. Una especie de… realmente no significa lo que dice. Así que no te lo tomes como algo personal cuando lo digo. Realmente no quiero una sirvienta” .
Ya en otro orden de cosas, alguna crítica comentó que el acompañamiento orquestal resultaba excesivo, la revista Rolling Stone la calificó de “dramática”. En fin como siempre, los gustos. El mismísimo Bob Dylan aseguró que la canción le gustaba mucho y que el arreglo orquestal era de los mejores que había escuchado en mucho tiempo. Esto es “A man needs a maid”

Esta canción, al igual que There is a World, se grabaron en Londres y la aportación de la Orquesta Sinfónica de Londres es contundente y les da un barniz de banda sonora.
No les pasa lo mismo a las que se grabaron en el granero de su rancho, Alabama y Words. Aquí los coros de sus amigos y el grupo consiguen un sonido más correoso.
En la canción Alabama, Young no dejaba muy bien precisamente al estado. Como contestación, el grupo Lynyrd Skynyrd compuso “Sweet home Alabama”. Y es que la canción de Young incluye temas de racismo y esclavitud en el sur de los EEUU y esto no debió de gustarles a sus enfadados colegas. Disputas a parte, la canción no les funcionó mal. A pesar de las más que evidentes similitudes con una canción de los Kings y el plagio flagrante del riff de inicio.
Escuchamos la de Neil Young, Alabama.

“No soy un predicador, pero las drogas mataron a muchos grandes hombres.”
Esta otra canción, que podríamos traducir más o menos como “La aguja y el daño que hace”, describe los efectos de la adicción a la heroína en muchos músicos que Young conocía, incluido su amigo y compañero de banda en Crazy Horse, Danni Whitten que murió de sobredosis el mismo año en que se lanzó la canción a los 29 años.
Lo que hoy vamos a escuchar es un directo del concierto que Neil Young dio en Royce Hall, un auditorio de la Universidad de Los Angeles. En la presentación de esta canción dijo:
“Desde que salí de Canada, hace unos cinco años, y me mudé al sur, descubrí muchas cosas que no sabía, unas buenas y otras malas. Conocí a grandes músicos antes de que tuvieran éxito, cuando tocaban por los bares cuatro o cinco veces cada noche. Conocí también a grandes músicos que nadie más conoció y, por raro que te parezca, esos realmente buenos que nunca llegaste a conocer, se fueron… a causa de la heroína. Y así empezó a suceder una y otra vez. Luego le pasó a alguien a quien todos conocíais. Así que, he compuesto esta pequeña canción”

Cuando en 2018, la revista Rolling Stone le preguntó a Neil Young si tenía planes para retirarse el músico dijo: “Cuando me jubile, la gente sabrá que he muerto”. Este es el espíritu indomable de este hombre de 77 años que le pertmite sacar un disco al año y hacer frente a gigantes como Spotify, al que ha hecho retroceder. Pero su activismo es legendario. Esta última pelea de Young es solo una más de las múltiples batallas abiertas a lo largo de su vida, Se instaló en california desde su Canadá natal en la década de los 60, en pleno estallido Hippie, pero no juró como ciudadano estadounidense hasta enero de 2020, y lo hizo solo para poder votar en contra de Donald Trump. Al expresidente republicano le dedicó una carta abierta donde le decía que era “una vergüenza para el país” y le llegó a denunciar por utilizar sus canciones en los mítines republicanos.
Sus letras se han convertido en verdaderos himnos contra todo tipo de causas. En 1973 escribió la canción Ohio, días después de que la Guardia Nacional matara a tiros a cuatro estudiantes que protestaban contra la guerra del Vietnam. También en 2015 dedicó íntegramente el álbum The Monsanto years a la multinacional agroquímica Monsanto por el uso de alimentos genéticamente modificados. Verdaderamente es un tipo comprometido.
Ah, por cierto, también tiene un disco dedicado a la colonización de América por los españoles, se titula Cortez the Killer. Pues eso.
Seguimos con su disco, escuchamos ahora Words.

Neil Young nació en Toronto, Canadá, el 12 de noviembre de 1945. Siendo un niño, contrajo la enfermedad de la polio y esta circunstancia le hizo estar retenido mucho tiempo en casa lo que le permitió aprender a tocar el ukekeke y emular así a su admirado Elvis Presley.
Cuando tenía 18 años dejó los estudios y se lanzó a recorrer los cafés y los clubs de la ciudad interpretando ya su propia música. En el 63 fundó su primer grupo y fue allí donde conoció al cantante estadounidense Stephen Stills con quien tres años más tarde, en Los Angeles, crearía la banda Buffalo Springfield. Con este grupo tocó en agosto de 1969 en el legendario festival de Woodstock al que habían llegado con una furgoneta robada junto a Jimi Hendrix.
Desde este momento sus éxitos se fueron sucediendo y su constante reinvención a golpe de melodías de rock, folk y blues le llevó a ingresar en 1995 en el Salón de la Fama del Rock and Roll. También fue nominado al Oscar en 1994, por su canción Philadelphia, de la película homónima dirigida por Jonathan Demmes, oscar que finalmente se llevó Bruce Springsteen por Streets of Philadelphia.
Vamos a escuchar ahora Heart of gold.
Esta canción es el único sencillo número de uno de su carrera. Curiosamente, Bob Dylan admitió que no le gustaba escuchar esta canción, a pesar de que siempre le gustaba todo lo que hacía Neil Young.
“Siempre me gustó Neil Young, pero me molestaba cada vez que escuchaba “Heart of Gold”. Creo que estuvo en el número uno durante mucho tiempo, y yo decía: “Mierda, ese soy yo. Si suena como yo, también debería ser yo”.

Nil Young nunca ha sabido digerir el éxito. Su relación con la fama no es, por decirlo de alguna manera, muy fluida. En Old man, lo explica. Con 24 años ya era un hippie millonario. Acababa de comprarse un rancho en California por casi medio millón de dólares. Cuando llegó a la finca, el encargado de la agencia, le dio una vuelta en coche para que pudiera ver lo que había comprado y se le ocurrió preguntarle como un tipo tan joven como él tenia tanto dinero. En ese momento Young compuso Old man:
“Anciano, mira mi vida
Con 24 y ya tengo mucho
Vivo solo en un paraíso…
Perdí un amor, ese fue el precio”
Lo no que sabía el músico en ese momento es que el disco donde iba a incluir esa canción, Harvest, sería el mayor éxito comercial de su vida, convirtiéndole en un tipo mucho más rico.

Al final, el conjunto del disco resulta bastante triste, a pesar de que en esas fechas el artista estaba enamorado de la actriz californiana Carrie Snodgress. El autor asume que la cosas no son para siempre y que aparecerán en el camino todas las heridas sentimentales, siente que nunca estará preparado para ofrecer todo el amor que la otra persona requiere. La pareja se separó tras seis años de relación.
Neil Young sigue logrando éxitos en una carrera que todavía continúa. Pero nunca ha vuelto a cosechar un éxito como el de Harvest.
Nos vamos. Lo hacemos acompañados de la voz de Neil Young y de la Orsquesta Sinfónica de Londres. Será por dinero. Nos oímos en la próxima entrega de NADA MÁS QUE MÚSICA. Gracias por vuestra atención. Chao.

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