Zaragoza te habla/temporada 2023-24/Programa 3/22-11-2023
“Las casas de los teléfonos”En estos tiempos en que el teléfono es algo bien diferente de ese canónico “aparato con el que transmitir a distancia la palabra y toda clase de sonidos por la acción de la electricidad”, según definición que figura en el Diccionario de la Lengua Española actualizado a 2022. Se trataba de un aparato bien fijo que sólo servía (qué cosas) para hablar por él y escuchar lo que la persona que se encontraba al otro lado del mismo tenía que decirte. De forma casi incomprensible, a pesar de ello el mundo funcionaba y las personas vivían sus vidas con la normalidad de la época. Qué tiempos. Os propongo, por ello, dedicar este tercer programa de la presente temporada a recordar las que fueron antiguas sedes de las casas o centrales de los teléfonos en la ciudad de Zaragoza.
Pero vamos a comenzar con su antecedente más inmediato: el servicio de telégrafos, cuya sede central fue instalada en agosto de 1854 en un inmueble de la calle de Ballestar (actual de Felipe Sanclemente), que además de comunicar con localidades como Madrid, Barcelona e Irún, alcanzaba hasta Marsella o el lejanísimo París.
En febrero de 1878 por fin tuvo lugar el primer ensayo exitoso del teléfono interurbano entre la villa y corte y Zaragoza, y en abril de ese mismo año se realizó la primera prueba también exitosa de teléfono urbano en la ciudad, entre la estación de telégrafos antes referida de la calle de Felipe Sanclemente y el edificio del Gobierno civil sito en la plaza de Aragón, separados ambos por la escalofriante distancia de 160 metros… Eran tiempos en que lo insólito de este avance tecnológico hacía que en la prensa diaria aparecieran anuncios como este del Diario de avisos: “puede verse un teléfono instalado y en funcionamiento en el Bazar de Silvestre Juderías”, que estaba ubicado en la calle de Méndez Núñez. Con ello se trataba de demostrar que el teléfono era algo real, que hablar a larga distancia no era un camelo.
Casi diez años después, el 19 de marzo de 1887, fue finalmente establecido el servicio urbano del teléfono, con la inauguración de la primera red telefónica en Zaragoza y en consecuencia, su primera central telefónica, sita en la calle de Canfranc, con capacidad para dar servicio a 100 usuarios, si bien el servicio comenzó dando cobertura a unos contados 15 vecinos. Tres años después, en 1891, esta central telefónica fue trasladada a un entorno más céntrico en el nº 24 de la calle Coso, frente a la Audiencia provincial.
Cuatro años más tarde, en abril de 1895, en Zaragoza se inauguró la primera central interurbana de teléfonos, en los bajos del edificio conocido como de “las Monas”, en el número 1 de la calle de Juan Jiménez Cerdán. Desde entonces ya se podía hablar con abonados de las localidades de Madrid y Barcelona. Qué adelantos.
Eran esos tiempos en que los fenómenos meteorológicos desatados, como las nevadas (porque sí, nevaba en Zaragoza) y alguna que otra gran tormenta tenían notable incidencia en este servicio, de forma que interferían gravemente en la red alámbrica aérea. Incluso en 1901, cuando el servicio ya daba cobertura a 550 usuarios en la ciudad, una tormenta veraniega provocó un incendio en el “templete” que en el tejado conectaba todas las líneas, de forma que quedó destruido y la red, cortada. Esta catástrofe propició una mudanza de la central telefónica, que fue trasladada al número 20 de la calle de Méndez Núñez. Una nueva y copiosa nevada, esta en diciembre de 1911, causó más quebrantos en la red telefónica, si bien el aumento de usuarios se mantenía constante, de forma que hacia 1919 su número superaba ya la importante cifra de 1000 abonados.
En agosto de 1924, durante la dictadura del general Primo de Rivera, apareció la Compañía Telefónica Nacional de España como filial de la norteamericana International Telephone and Telegraph Corporation (la famosa ITT), y adquirió las redes telefónicas urbana e interurbana de Zaragoza, cuando esta contaba con 2000 abonados. Poco después comenzó el soterramiento de las líneas telefónicas, que hasta entonces eran aéreas, y el cambio de sede central de los teléfonos a un nuevo edificio construido sobre parte del antiguo solar del Teatro Pignatelli, en el número 35 del paseo de la Independencia. El 11 de octubre de 1927 este edificio fue inaugurado prestando ya servicio la red urbana y haciendo lo propio la interurbana en el mes de diciembre de ese mismo año. La principal novedad técnica que supuso este traslado fue que desde entonces el servicio era ya automático, lo que cesó la actividad de las telefonistas (porque se trataba de un empleo eminentemente femenino) y dio paso al aparato de teléfono con disco que permitía “marcar” directamente el número del abonado para hablar con él sin depender de otras conexiones.
En 1950 el número de teléfonos urbanos en Zaragoza ascendía a algo más de 13.500, en un proceso que desde entonces no hizo sino crecer de forma exponencial, de forma que un cuarto de siglo después esa cifra se multiplicaría por diez, lo que obligó a poner en funcionamiento otras centrales telefónicas auxiliares en la calle de San Vicente de Paúl y en la de Tomás Bretón, además de otra en Delicias, en Torrero y en Montemolín (esta en la calle del Monasterio de San Martín de Cillas del barrio de San José). Ya en 1965 el edificio de la central del paseo de la Independencia había sido recrecido en altura para poder albergar más instalaciones en una etapa de intenso crecimiento del negocio.
Varias décadas después el servicio telefónico dejó de ser un monopolio y en 1996 comenzó el proceso de “liberalización” del sector de las telecomunicaciones, con el surgimiento de nuevas marcas, la privatización de Telefónica y el auge imparable de la telefonía móvil.
En 2016 el edificio de la central del paseo de la Independencia fue vendido a la empresa madrileña Torcalena Servicios y Gestiones, una gestora de activos inmobiliarios que en 2018 logró que fuera recalificado para usos comerciales. La planta baja del edificio se mantuvo abierta como tienda de atención al cliente de la empresa Movistar hasta que en marzo del presente año 2023 fue cerrada. En septiembre pasado la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento dio luz verde para que se puedan acondicionar los 5000 metros cuadrados del edificio distribuidos en cuatro alturas más planta calle, y poder así acoger a un establecimiento de ropa barata de la cadena irlandesa Primark. Además, se procederá a restaurar la fachada del edificio, ya que está catalogado como de interés arquitectónico. Menos mal.
Terminamos este recorrido por las distintas casas centrales de los teléfonos en Zaragoza, una semana después de que, gracias a dios, ya tenemos putoGobierno de España para poder hablar de él, como decían los geniales Tip y Coll. Mientras tanto, los facóqueros, a lo suyo.
Un cordial saludo, y hasta la próxima.