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Zaragoza te habla – Antiguas estaciones de autobús

28 diciembre, 2023 - Zaragoza te habla
Zaragoza te habla – Antiguas estaciones de autobús

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Mientras los voceros de la “España se rompe” siguen delirando en su universo paralelo, estas fechas tan familiares y señaladas en el calendario ven cómo la gente sigue haciendo lo mismo que todos los años por estas fechas. Y una de esas actividades que caracterizan estos días suelen ser los masivos movimientos de personas que se desplazan hacia diversos destinos peninsulares e insulares, bien por ocio, o por negocio. Pues bien, cuando se cumplen algo más de veinte años que Zaragoza inauguró por fin esa tan anhelada estación central de autobuses interprovinciales, os propongo dedicar este cuarto programa de la presente temporada de “Zaragoza te habla” a recordar algunas de las antiguas ubicaciones donde hubo estaciones o terminales de autobuses interprovinciales en la ciudad de Zaragoza.

CARTEL ZTH - estaciones bús-cuadro

Vamos a comenzar en un entorno que, visto desde los ojos de la actualidad, parece imposible: la plaza de Ariño, antigua de San Martín. Allí había establecida desde el siglo XVIII y todo el siglo XIX una parada de las diligencias de Madrid (a cargo de la “Compañía Carsi, Ferrer y Cía.”) y Barcelona (por la empresa “La Coronilla de Aragón”), y de coches de caballos para el tránsito urbano, debido todo ello a la cercana presencia, justo enfrente y en la calle Baja de San Pedro (actual tramo incluido en la calle de Don Jaime I), de una importante fonda muy frecuentada por viajeros de paso por la ciudad, primero establecida en el palacio de los marqueses de Ariño, que luego dio paso a la Fonda Nueva de la Calle San Gil, luego a la Fonda Cuatro Naciones y más tarde al Hotel Universo y Cuatro Naciones, que ya fuera de servicio fue derribado hace unas pocas décadas.

Además del referido servicio de diligencias, en esta plaza se concentraba también el servicio de mensajería que conectaba con localidades norteñas como Ayerbe, Jaca, Panticosa, e incluso la francesa Olorón. Con el transcurso del tiempo, el aumento del tráfico rodado, y la transformación de éste en tráfico movido por motor de explosión, a mediados de los años veinte del pasado siglo XX, y como decían por aquel entonces, la de Ariño, más que plaza, era una estación en sí misma. Esto era así porque en su reducido espacio se concentraban las terminales de varias líneas de autobuses que daban servicio a aquellos pueblos de la provincia que no contaban con conexión ferroviaria. De esta forma, hace un siglo allí podían encontrarse las terminales de cuatro líneas de autobuses interprovinciales, que conectaban Zaragoza con Luna, Osera, San Mateo de Gállego y Villafranca de Ebro.

Otras líneas de autobús tenían sus propias terminales en emplazamientos no muy lejanos, como la plazuela del Teatro (actual plaza de José Sinués), la plaza de la Seo y la inmediata calle de Fernando el Católico (actual tramo de la calle de Don Jaime I), la plaza de Huesca (al occidente de la actual plaza del Pilar), la calle de Roda (actual de Santa Isabel), la calle de Antonio Pérez (actual avenida de César Augusto), el paseo del Ebro (actual de Echegaray y Caballero), la Puerta del Duque (actual plaza de San Miguel), la plaza del Pueblo (actual del Carmen), la calle de la Soberanía Nacional (actual calle del Doctor Val-Carreres), y la avenida (actual calle) de Hernán Cortés.

De esta forma, casi veinte líneas de autobuses interprovinciales permitían en esos años veinte del pasado siglo que unos mil viajeros salieran o llegaran diariamente a Zaragoza, y no sorprende que con esta marabunta de puntos de recogida y depósito de viajeros, comenzara a reivindicarse ya en 1929 la necesidad de que Zaragoza contara con una estación central de autobuses, algo que como hemos visto no se cumpliría hasta el año 2003…

La plaza de Ariño, ya en la década de los años cincuenta del pasado siglo, acogió el emplazamiento de la sede y la estación terminal de la empresa “Automóviles La Oscense”, que en la década siguiente y dado que el tamaño de los modernos autobuses ya no permitía que la plaza diera más de sí, tuvo que mudarse al paseo de Echegaray y Caballero, donde permaneció durante algunos años más. Al mismo tiempo, la plaza de Ariño fue ampliada gracias al oportuno derribo de una de las antiguas y notables casas familiares que se levantaban en ese entorno, en los años ochenta fue remodelada, y ya en los años noventa fue objeto de una radical intervención que le dio el duro aspecto que hoy conserva.

Terminamos así este breve recorrido por algunas de las antiguas estaciones de autobús en Zaragoza, centrado fundamentalmente en el escenario de la plaza de Ariño.
Un cordial saludo, y hasta el próximo programa, que ya será en el nuevo año 2024. Por favor, no os atragantéis con las uvas, que el año que viene tendremos que vivir tragos como las elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco, las elecciones al parlamento europeo, las elecciones presidenciales en los EUdN, la Eurocopa de fútbol en Alemania, los juegos olímpicos de París, etcétera, etcétera. Como siempre, trataremos de sobrevivir a todo ello como bien podamos.

-José María Ballestín Miguel-

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