Sharing is caring!
Las acequias y riegos identificados en el actual barrio de San José desde la Edad Media y Moderna, han sido los elementos que han esculpido buena parte del trazado de los caminos y sendas que más tarde se convirtieron en modernos viales y calles. La llegada de agua a través del Canal Imperial, a finales del siglo XVIII, marcó un antes y un después en este capítulo, pues el nuevo y abundante caudal por él proporcionado redefinió y enriqueció el trazado de las acequias preexistentes, que básicamente se centraba en las acequias de las Adulas, la del Plano, y la del Gallo, todas ellas derivadas del río Huerva.
La de las Adulas era la más importante de las acequias de la margen derecha del río Huerva, y el agua por ella aportada dio origen a varios términos, o zonas de riego, denominadas según el día de la semana en que el riego estaba autorizado. Bajaba en paralelo al antiguo camino de Cuarte hasta el convento de los carmelitas descalzos de San José. Cuando esta acequia llegaba al término de la Adula del “Jueves”, el caudal de agua era ya mínimo, por lo que para poder regar los campos desde allí y hasta la ribera del Ebro, y los de la huerta de las Fuentes, se construyó un acueducto o canal que, desde la margen izquierda del Ebro, proporcionaba agua de la gran acequia del Rabal.
La acequia del Plano, también con agua del río Huerva, surtía el riego de amplias zonas de cultivo de los términos de Miralflores, y del Plano de las Fuentes, donde era reconocida desde antiguo la calidad de los caldos que provenían de las denominadas “viñas del Plano”. Sobre esta acequia, precisamente, destacaba un puente de paso que dio nombre al antiguo camino del Puente del Virrey.
Como ya hemos comentado, la construcción del Canal Imperial revolucionó este panorama, al aumentar notablemente tanto el caudal de agua disponible, como la complejidad de la red de brazales, riegos y derivaciones secundarias. Además, el Canal supuso, por sí mismo, el establecimiento de una frontera “natural” al desarrollo o crecimiento de la ciudad hacia el sur, sólo salvable mediante puentes y pasarelas de paso.
Tras la llegada del Canal, la importante acequia de las Adulas vio muy reforzado su caudal, como la del Plano, que además vio modificado su recorrido, de forma que desde entonces hubo dos acequias del Plano: la vieja, y la nueva, que ahora nacía del Canal Imperial, en la almenara de Santa Engracia. Esta nueva y caudalosa acequia surtía una gran cantidad de brazales, derivaciones y riegos secundarios. Nuevas acequias nacieron también del Canal Imperial, como la del Ontonar, que comenzaba cerca de la playa de Torrero, y que también era denominada del Antonar, y hasta del Entonar.
Todas estas reforzadas acequias, además de surtir de riego los términos agrícolas de la zona (Miraflores, Cabaldós, etc.), fueron el acicate imprescindible para que aquí surgiera en la segunda mitad del siglo XIX un importante tejido industrial con harineras, serrerías, fábricas de yeso, tejares … de un fulminante efecto llamada para mano de obra que, en unas pocas décadas, comenzó a implantar sus viviendas en el entorno a estas fábricas y talleres. Como era habitual, las fábricas se instalaban en zonas de acusada pendiente, para aprovechar de forma más óptima la natural caída de agua por gravedad, y la red de caminos y sendas tuvo que adaptarse a esta realidad sinuosa y con pronunciados desniveles y rampas. Décadas después, las calles resultantes heredarán esta complicada realidad, y cuando la función agrícola, y aun la industrial, fueron perdiendo importancia, las acequias empezaron a ser cubiertas para ensanchar las calles y, sobre todo, para dar espacio al tráfico rodado y a zonas de aparcamiento en superficie. Algunos desgraciados accidentes, en los años 70 del pasado siglo, fueron utilizados para precipitar el cubrimiento de casi todas las acequias del barrio, salvo alguna muy contada excepción. Al mismo tiempo, el tráfico rodado se cobraba en la ciudad un alto tributo en forma de atropellos, y accidentes, pero nadie exigió entonces su atenuación o limitación.
En la actualidad, para ver una de estas antiguas acequias en el barrio de San José nos tenemos que acercar al Parque-Jardín de la Memoria (junto a esta emisora de radio La Granja) que conserva al aire un tramo de la antigua acequia del Ontonar.
Camino de las Torres 1897 – Imagen promocional de la que comenzó siendo fábrica de corsés de Pilar Lana en el camino de las Torres nº 191, ya como fábrica de chocolates, cafés y tés, aquí ubicada durante un breve lapso de tiempo (1897-1901), antes de trasladarse a la calle del Cinco de Marzo, primero, y luego a la antigua huerta de Santa Engracia. Destaca el acceso a través de un paso que salva la caudalosa acequia de las Adulas, del Penal, o de San José, en su tránsito hacia Miguel Servet (por la izquierda). A la derecha, la caseta que derivaba para la fábrica una parte del caudal de la acequia, y de la que salía un riego con agua sobrante hacia la huerta de Miraflores. Fuente visual: www.todocoleccion.net. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Camino de Cuarte 1899 – Imagen de la fábrica de hilados de lana y tejidos de fajas de Joaquín Herrero, cuya dirección publicitaria y comercial la situaba en el paseo de Ruiseñores, si bien su ubicación visual parece orientarnos algo más cerca del antiguo camino de Cuarte, que es el vial que aparece en la imagen, entre las escalonadas terrazas en descenso desde el nivel del Canal Imperial de Aragón (a la derecha, fuera de plano), junto a la acequia que derivaba agua primero a la fábrica de harinas de Monares, y luego a esta instalación textil, para terminar en la acequia de las Adulas, o de San José. Fuente visual: posiblemente foto Coyne, en «Aragón Ilustrado» nº 2 (7 de enero de 1899). Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Vista de Zaragoza ca. 1900 – Comienzos del siglo XX. Foto coloreada, tomada siguiendo el cauce de la antigua Acequia del Presidio, y la más moderna Acequia de El Plano, donde se acababa de instalar «La Zaragozana, Fábrica de Cerveza, Malta y Hielo» (1900). Tenemos una visual inmediata del Camino de las Alcachoferas, de la trinchera del ferrocarril de los directos a Barcelona (el pretil de piedra que recorre los campos de W-E, a mitad de imagen), y los campos de cereal, maíz y herbáceas regados desde la Acequia de las Adulas, que acompaña al Camino de las Torres (a la izquierda), y que posibilitó que en esta zona se instalaran varios ingenios fabriles, como molinos de aceite, sierra de mármol, harineras, curtidoras, y a la altura de la torre de La Magdalena, las instalaciones de «La Oxhídrica Española». El antiguo convento de San José de los Carmelitas Descalzos, en esta imagen realizaba las funciones de Penal. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Acequia de San José 1925 – AHPZ. Archivo Fotográfico Julio Requejo. «Paseo de Ruiseñores.» 22 de abril 1925. Desde el Canal Imperial, por el Parque de Buenavista, bajaba por gravedad la acequia de las Adulas, también llamada de San José por el antiguo convento, luego penal, luego cuartel, hacia el que llegaba. Fluía al aire y paralela al Paseo de Ruiseñores, y cruzaba el principio de la avenida del Siglo XX (cubierta) para luego seguir su recorrido al aire por el Camino de las Torres tras pasar al lado de la Tudor. La pasarela del fondo conectaba la calle de Sevilla con Ruiseñores. A la izquierda, se abre el Paseo de Ruiseñores. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Camino de las Torres años 60 – Imagen de la Acequia de Las Adulas/de San José fluyendo al aire por el Camino de las Torres a la altura del privado y confesional colegio de los PP. Agustinos. A la derecha, muy cerca, queda el cruce con Tenor Fleta. Un puentecillo salva la acequia con precariedad y riesgos evidentes. El firme es terroso. Fuente visual: AVV. San José. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Camino de las Torres 1968 – Imagen capturada durante las obras de urbanización de la avenida de Tenor Fleta desde el paseo del General Mola, a la derecha, y hasta el camino del Puente del Virrey, hacia la izquierda. Esta actuación estaba relacionada con el cubrimiento de la zanja del ferrocarril desde Campo Sepulcro, que impulsó el vertiginoso y vertical crecimiento de bloques habitacionales a ambos lados del antiguo «camino del ferrocarril de los directos Madrid-Barcelona», ahora redenominado en estos casi cuatro kilómetros como «Goya», y «Tenor Fleta». Esta imagen se ha tomado en el cruce de Tenor Fleta con el camino de las Torres, que al fondo confluye con General Mola. La macizada manzana de bloques en construcción de la izquierda fue durante muchas décadas la ubicación de las instalaciones de la TUDOR. Podemos contemplarla tan diáfanamente porque los nuevos bloques de Tenor Fleta aún no han llegado a ese punto . En primer término, la acequia de las Adulas, o del Presidio, o de San José, fluyendo al aire en dirección al salto de la «Lanera Aragonesa», primero, y al «Gas», después. Fuente visual: Archivo Público Municipal. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Zaragoza la Vieja 1975 – Imagen de 1975 de la antigua acequia del Plano fluyendo al aire, desde la travesía del Puente del Virrey, por la calle Zaragoza la Vieja, un poco antes de torcer hacia el Camino de Miraflores, a la izquierda, junto al bloque de viviendas baratas del Grupo Puente Virrey-Rosellón. A la derecha, la desaparecida calle del Alto de los Leones de Castilla, y las parcelitas unifamiliares de esta zona. Así eran las cosas. Fuente visual: AVV. San José. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Puente del Virrey 1976 – Antropológica imagen capturada en la confluencia del antiquísimo camino del Puente del Virrey (derecha), con la más moderna travesía del Puente del Virrey (izquierda), por donde todavía bajaba al aire la acequia del Plano en su tránsito hacia el camino de Miraflores, y un desmadejado, pero estratégico, árbol (posiblemente, una acacia) generaba un microespacio de convivencia intergeneracional, y de sombra en verano, ciertamente impagable. Cosas de barrio de la periferia (San José). Fuente visual: foto Calvo Pedrós, en diario «El Noticiero». Archivo José María Ballestín Miguel. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
Travesía Puente Virrey 1978 – La Travesía del Puente del Virrey funcionaba desde siglos como un camino transversal de conexión entre el Camino que sube a Torrero (actual Av. S. José), y el Camino del Puente del Virrey, dos caminos que, desde el Despartidero, se iban separando poco a poco. A la altura de esta Travesía, la distancia era ya de algo más de 300 metros. La Travesía del Puente del Virrey era un ancho y sinuoso camino que también fue arbolado para realzarlo y darle más presencia. Su anchura superior era producto del espacio reservado para el cauce de la acequia que fluía al aire desde la calle Lizarbe (luego Tudelilla), hasta cruzar el Camino del Puente del Virrey, para luego continuar por el denominado Camino de Miraflores y alimentar los cultivos y riegos del sureste. La acequia tenía un importante caudal, abastecido por un riego que provenía de la acequia de Ontanar, y por el caudal de la acequia del Plano. La Travesía del Puente del Virrey adecuaba su trazado al de la acequia que, a su vez, seguía la curva de nivel de un aterrazamiento anterior que salvaba el importante desnivel de la zona. Por eso, la rectitud de la calle anterior («Igualdad», luego Ventura Rodriguez) era imposible de mantener en ésta. La imagen ha sido capturada, precisamente, sobre el cauce ya cubierto de la acequia que recorría la Travesía. Algunos árboles de la imagen subsisten, sorprendentemente. En primer término, a la derecha, vemos lo que sucedía con la acera de la calle al llegar al terraplén del antiguo cauce cubierto de la acequia: se volatiliza. Por esa acera de la derecha se mantiene buena parte de los edificios del momento: el primero, el nº 23, de 1970; el nº 19-21, de 1971; el nº 17, de 1964, y el nº 13, de 1958. Justo donde el terraplén comienza su caída, al llegar abajo estaban (como aún ahora) las parcelitas de los números 24 y 26 a las que se accede por Ventura Rodriguez, construidas en 1929. Una reliquia. Todos los edificios de la izquierda, parcelas y casas de una y dos alturas de los años 30-40, han sido derribados y sustituidos por nuevas construcciones. El acceso a la calle Tudelilla, remarcado al tráfico. Por esa calle descendían durante las fiestas del barrio las cabalgatas festivas y mortuorias varias es su deambular callejero. Al fondo de la imagen, el conglomerado de casas, talleres, viviendas, vaquerías, panaderías, etc., que tras su derribo conforman la actual plaza del Primero de Mayo. La oscura chimenea cuadrangular surge como testimonio de un pasado que ya no es. Los altos edificios de la Avenida de San José, al fondo. Fuente visual: «La evolución urbana de Zaragoza al este del Huerva», Carmen Santos Vich, 1978. Proyecto GAZA («Gran Archivo Zaragoza Antigua»)
[sgmb id=»2″]