Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de ‘Ventajas de viajar en cine’, desde ‘Siéntelo con oído’. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: ‘Cine Inglés’.
En estos días del mes de septiembre mucho se ha visionado y comentado a propósito de lo británico, en lo que respecta a su monarquía y al fallecimiento de Isabel II. El sentimiento británico, el carácter de su gente, su historia y su cultura, no podían dejar de abordarse en este espacio, que arranca hoy una nueva temporada. ‘Ventajas de viajar en cine’ no es ajeno nunca a la actualidad y su acercamiento a los temas del momento se hace desde la cinematografía, arte de artes y técnica de técnicas. Muchas son las formas de presentarnos ante el cine británico. Se oye ya el ruido de las ruedas que comienzan a deslizarse por las vías. Empieza a transformarse su sonido intermitente en otro continuo, liso, fino e imperceptible. La estación se aleja por las ventanas en pocos minutos. Nos espera un paisaje muy diferente. La campiña inglesa nos aguarda.
El cine inglés constituye una de las industrias más influyentes del mundo y el respeto a su trabajo es evidente. Su personal identidad se ha ido fraguando con diferentes corrientes artísticas y la obra de grandes nombres del cine mundial. Su influjo va más allá del aspecto comercial y del arte, y está presente en el desarrollo tecnológico del cine. En los tiempos de los pioneros, las primeras imágenes plasmadas sobre celuloide, de hasta diez fotografías por segundo, fueron recogidas en Hyde Park, Londres, 1889. la documentación de esta cámara, inventada por Willian Friese Green, a modo de reseña sobre su funcionamiento, fue enviada por su creador a Thomas Alva Edison. Nos movemos en el terreno de los primeros pasos, de los precursores. Saltamos a 1895, año del comienzo de todo. La primera película británica es rodada en febrero de ese año con el título de ‘Incident at Clovelly Cottage’. Sus directores, Robert W. Paul y Birt Acres, son las primeras personas en utilizar una cámara, la primera construida en Reino Unido.
¿Cómo abordar toda la historia del cine de una nación? Una finalidad así resulta monumental. ¿Qué viene a nuestra mente cuando nos preguntamos por el cine inglés? Esta redacción no va a recorrer un listado de fechas y nombres, hitos y descripciones. Intentaremos pintar el cine de un país con sólo plasmar tres nombres propios, tres fantásticas personalidades, tres estrellas: Charlie Chaplin, Alfred Hichcock y David Lean. Es una elección con un toque de subjetividad y somos conscientes de que olvidamos mucho y a muchos: el ‘Free Cinema’, el cine social inglés y Ken Loach, las adaptaciones de Shakespeare, etc. Sin duda habrá más momentos desde este espacio para ellos. Y si no, recuerden aquel programa pasado donde los Monty Python eran los protagonistas. Volvamos a los grandes del cine que hemos enumerado. Merecen un futuro monográfico. De momento recordemos a Chaplin, revolucionario de la comedia del cine mudo con su inolvidable personaje ‘Charlot’, Hitchcock el padre y maestro del suspense, y Lean uno de los más importantes directores de cine británico, que cuenta con títulos como ‘Lawrence de Arabia’ y ‘Doctor Zhivago’. ¿Qué tres opciones hubiera elegido cada uno de nosotros? Está es la misión que encomendamos y no es nada peligrosa. A no ser que le demos un toque inglés, pidamos un Dry Martini agitado y no mezclado, y nuestro apellido sean tres números: 007.