Hola excursionistas, soy José Luis Arribas y éste es el súper sonido de ‘Ventajas de viajar en cine’, desde ‘Siéntelo con oído’. Procuren todos su billete de ida, acomódense en su butaca y durante este tiempo háganme el favor de parar sus relojes. El viaje comienza. Hoy: ‘Casablanca’.
Consideremos la época clásica de Hollywood, la cual abarca el periodo que va desde 1910 a 1960. Innumerables títulos pertenecientes a esa época han llegado a ser auténticas joyas del séptimo arte, pero hay uno que destaca sobre los demás y al que se considera como modelo dentro del conjunto. Se trata de la mítica ‘Casablanca’, una obra maestra con mayúsculas, merecedora de los primeros puestos en todos los estudios sobre las mejores de la historia del cine. Dirigida por Michael Curtiz en 1942, es una película estadounidense de género drama romántico, que narra una historia ambientada en la ciudad de Casablanca en Marruecos, durante la Francia o régimen de Vichy, gobierno colaboracionista de la Alemania nazi en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Tres actores principales se ponen al frente: Humphrey Bogart como Rick Blaine, Ingrid Bergman como Ilsa Lund y Paul Henreid como Víctor Laszlo; y entre los actores de reparto destacan Claude Rains como el capitán Louis Renault y Peter Lorre como Ugarte. El guion de ‘Casablanca’ está basado en una obra de teatro que nunca llegó a estrenarse en su tiempo: ‘Todos vienen al café de Rick’, y es fruto del trabajo creativo de hasta cuatro guionistas junto con la visión del propio director. Es ganadora de tres premios Óscar en la edición de 1943: mejor guion adaptado, mejor director y mejor película, habiendo sido nominada para otros tres premios que no pudo conseguir. El éxito conseguido, tanto a nivel de premios en su momento, como la consideración de clásico de culto en nuestros días, no era nada esperado. Poseía todos los elementos para que así fuera, pero posiblemente se pensó que engrosaría la multitud de títulos que se rodaban en el Hollywood de aquellos tiempos. La realidad fue muy distinta. El tiempo proporcionó a la película una popularidad diferenciadora, siendo elevada a los altares de la cinefilia precisamente por todos los amantes del celuloide, impulso de autoría principal el público y no esa maquinaría de realización llamada industria.
El argumento nos sitúa en ‘El café de Rick’, el local nocturno más conocido de Casablanca, el antro más famoso de la ciudad, el espacio de exclusividad y el templo del juego, el enclave principal en el que confluye la trama, el núcleo de la historia. En la gerencia del mismo se encuentra Rick Blaine, un americano estandarte del cinismo, que ha abandonado su país por causas desconocidas. Los clientes habituales de ‘El café de Rick’ pertenecen a muy diferentes grupos de personas: desde simples ladrones a oficiales nazis, y desde refugiados políticos a simpatizantes de la Francia de Vichy. El detonante de la historia comienza con el asesinato de dos oficiales alemanes que portan dos cartas muy especiales, dos salvoconductos que otorgan libertad de circulación por Europa a quienes los lleven consigo. El autor del delito es un criminal llamado Ugarte, que deja estas cartas a Rick para que las custodie, hasta el momento en el que las venda, debido al gran valor que tienen por su naturaleza de libertad. Pero es arrestado por la policía local, antes de producirse el lucrativo negocio, llevando el mando de esta detención el capitán Louis Renault, agente corrupto de Vichy. Los desencadenantes del siguiente conflicto para Rick, los que ponen su mundo del revés, son los que esperaban comprar las ansiadas cartas: el matrimonio formado por Ilsa Lund y Víctor Laszlo. Ella es la ex amante Rick, abandonado por ésta sin explicación alguna mientras compartían días felices en París, y él es un importante líder de la resistencia. ¿Ayudará Blane a que su antiguo amor escape de allí con su marido?. El dilema está servido. ‘Casablanca’ es una obra sólida llena de contrastes, una experiencia fantástica para cualquiera que se acerque a ella, brillante por el guión y la dirección, por la fotografía, por la química desprendida por sus protagonistas, por su música y por una larga lista de aciertos que ha alabado desde siempre la crítica. ‘Casablanca’ es el compositor Max Steiner y es la canción ‘As time goes by‘ de Herman Hupfeld que toca Sam el pianista del Café. ‘Casablanca’ es el duelo de canciones con claro vencedor de ‘La Marsellesa’ y es un recuerdo de escenas y frases inolvidables, porque ‘creo que éste es el principio de una gran amistad’ y ‘siempre nos quedará París‘.