Miguel Labordeta Subías (Zaragoza 1921-1969), además de ser uno de los grandes poetas españoles de posguerra, fue un librepensador claramente influenciado por el movimiento surrealista, prueba de ello es su ‘Segundo Manifiesto Ópico’, especie de avanzada poética llena de corrosivo humor. Gestado en la peña o tertulia del ‘Café Niké’, que en aquella casposa Zaragoza de los 50, junto a un numeroso grupo de intelectuales y artistas heterodoxos, se convirtió en un reducto de libertad, intercambio de ideas y producción poética. Todo ello sin renunciar al humor, pues fueron capaces de crear la O.P.I (Oficina Poética Internacional), en la que supuestamente se extendían carnés de Ciudadano del mundo’. Todo un alarde de socarronería que tuvo que sortear no pocos problemas con la censura; de hecho, la publicación de su manifiesto ópico fue prohibida en 1951.
Afortunadamente, los tiempos han cambiado y por eso hemos querido recordarlo. Ojalá que su escucha resulte tan divertida como para nosotros ha sido su grabación.
Segundo manifiesto ópico, de Miguel Labordeta
La oficinapoéticainternacional (bureaupoetiqueinternational – internacionalpoeti – caloffice – poetischesinternationalesbüro – ufficiopoeticointernazionalemiedzy – narodowabiur o potyckie), desde su general establecimiento en Zaragoza (Il Mondo) lanza al país y sus alrededores más céntricos su SEGUNDO MANIFIESTO (ÓPICO) JOUNAKOS en otoño o así:
Poesía adelante pues. (Novia formal locamente sagrada). Poesía del Mundo, con el Mundo, para el Mundo, etcétera. Tensa concentración sinóptica de los gemidos genitales que braman en la noche, de los diurnos precios (cautivos) y sus digestiones y del llantorisa de la calle, con el secreto aquí (muy adentro bajo la camisa) de las ensoñaciones y del pensativo hedor escondido en el hueso lírico personal de ese energúmeno todo tierno, que es un caballo leonino, que es un poeta (ópico) jounakos. Sí, precisamente lo íbamos a decir: Señoras y señores, estamos hasta dos palmos encima de las rodillas (aproximadamente) de las laringológicas evacuaciones de “niño bien”, (de señorito adocenado que escribe poemas a la novia… neoclásicoalexandrino burrorromántico rilkianoenverde ¡que ya está bien! Tenemos a la vista una desolación de revistas, colecciones, y hasta, señoras y señores, hasta de juegos florales de Jerez de la Frontera y de magnos certámenes en pro de obras del Pilar de Zaragoza, donde la depravación laringológica llega al más aflautado aburrimiento (neoclásico-alexandrinorománticorilkianoburrototalenverde). Y si bien hacen su papel, (¡qué lindo!) de cuerpo presente), nosotros a lo nuestro, y alejémonos corriendo del tufillo insoportable y poesía adelante pues… pero ojo, atención, take care… etcétera. Adoramos los (ópicos) jounakos la “pupa” dulce de la vida, la temible “pupa” de la existencia que muge y fornica y se devora bajo esos cielos enormes, para no sabemos qué cosa y qué aquí mana, hermosa y pensativa, en los pulsos, en las vísceras y en estos ojos, que con sosegado furor se asombran y palpan (ante tal) espectáculo inaudito y soso y bestial, aunque maravilloso, latoso o al revés que es lo mismo, pues la tal vida y la tal muerte (que no sabemos qué pintan ahí) son unas tías estupendas… pero de “aúpa”… en fin: estamos en el Mundo (tenemos corneta de estrambóticos mundialistas) y cada milímetro de segundo muere un bonito ratón azul por los mares, todo tristísimo de la mugrienta porquería de las corbatas, pero siempre se parirán más lindas muchachas pálidas (aunque no siempre… pero en fin!)… ¡ah! y cuando vamos para jóvenes: ¡viva la pepa!, sí, sí, y con mucha gravedad además; porque eso, sí, sobre todos los ópicos hacemos poesía con la gravedad del caso, con la responsabilidad y el misterio con que un sargento de carabineros le dice a su mujer, en la sublime hora en que ésta va a ser preñada: Ramona… ¡qué buena te conservas!… o con esa argucia vertical con que el pobre Usebio, al volver del cementerio, de enterrar al “napias” de su tío, murmura espantado (pero menos): ¡No somos nada…!
(Somos pues los jounakos el enciclopédico cuerpo de la mágica del ritual de la Existencia cósmica y etcétera; sacerdotes y conductores del pueblo que canta y se fastidia en las cocinas, nos encantamos con los más lindos crepúsculos y entramos de hurtadillas por los dormitorios donde bajo la luna los estudiantes hacen trastadas con sus bellas profesoras; y en los atardeceres del fútbol, nos reímos una barbaridad y damos la extremaunción a tanta muchedumbre, ya (madura) casi para el placer y el exterminio (¡oh lejanos tiempos de nuestra Roma ardiendo!), y que por añadidura, clavamos para nada nuestro esquema exclusivo de adonde horizonte y de panilusióncotidiano por todos los rincones de nuestro canto religioso; pues la poesía (ópica) jounaka es existencialmente una llamada religiosa, un estertor religioso, como todo lo que sale de la entretela humana (y de su quisque) (y de los sobacos más heridos del espasón); un juego absoluto, como el del mundo y sus alrededores y su alcance práctico más próximo al creador (ópico) jounako es la propia depuración original. La CATARSIS, la libertad y la ascensión hacia estados solidarios con el alma (si existe) del universo y pico sin chaqueta; después vendrá la comunicación y la intercatarsis con el posible lectorinventor (cada vez más no posible, pues la solución a la ecuación poeta; lector se acerca cada día que pasa a cero; los primeros, más encerrados en su chaladura-los segundos, más embrutecidos con las quinielas de fútbol y el precio de la carne de jumento), pero esta es la otra historia.
La poesía ópica es pues religiosa en sentido primordial de absurdo juego fundamental y catártica (vía de conocimiento), depurativa, liberadora y proféticamente acusadora; todo esto no es una macana, pero eso sí, ¡ojo!, sin cargos retribuidos, ni subvenciones, ni becas al extranjero, ni concursos dados de antemano, etcétera., etcétera.; eso sí, con absoluto derecho a la soledad más tremenda, al asco, a la indiferencia y a la persecución; pero amigos (ópicos) jounakos y no (ópicos) jounakos: no reímos, nos estamos riendo hace ya varios siglos y medio minuto de dentro de una hora y sin embargo como todos sabéis, el horno no está para bollos, o lo que es igual, reímos por no hundir en este piojoso corazón el definitivo puñetazo que acabara con todo… pero no temáis, ¡viva la pepa! y poesía adelante de matriz ópica, poesía siempre y como la nuestra vida de quisque cualquiera tan rico: insoportable, loca, gimiente, tonta, porque sí, porque nos da la gana, (ley generacional máxima ópica) porque nos sale de ahí, porque seguimos nuestro instinto y nuestra razón insobornable, deslumbradora y sabia, apetitosa, aunque a veces nos dé asco, pero amigos míos, bah… y para nada, que eso es todo, como ese violín desconocido que desgrana las oleadas del tiempo más allá de nuestros miserables jergones. Adelante poesía pues. De verdad como el mundo y tan impura y tan cargada de calientes proyectos superadores, que ahí está el intríngulis de esta puñetera poesía ópica; que viva en sus dos corrientes: Epilírica (propia de mal afeitados conductores del pueblo y muy bravos) y (Protopoemática) Metalírica (propia de enloquecidos sacerdotes mágicos) ¡vivabibavivabibavibabiva! (Tao-Tao. Próximamente el complemento: Responsabilidad del Poeta… pues sí. Horizonte).
Firmado:
Porlaoficinapoéticainternacional(bureaupoetiqueinternational-internationalpoeticaloffice-poetischesinternationalesbüro-ufficiopoeticointernazionale-miedzynarodowabiuropotyckbie).
NOTA AL MARGEN: Si alguien no entendiera bien este caracterizado manifiesto, que se consuele pensando que tampoco lo entendemos nosotros. Los sufridos mecanógrafos de la O.P.I.; por ellos, una oración.
CRÉDITOS:
Autor:Miguel Labordeta y su O.P.I.
Voces: Trafulla Tatro
Ambientación musical: 1 – George Antheil – Ballet Mecanique. 2 – Beatles – Yellow Submarine