«Paraíso crónico» , la comedia de la gente corriente que, aun aceptando su insignificancia, no renuncia a intentar ser razonablemente feliz, a hallar su pequeño paraíso. Aunque, en verdad, no tengan a mano otro que el de la vida cotidiana con sus rutinas, sus obsesiones, sus despistes: un paraíso que se parece mucho a una enfermedad crónica.
Por otro lado, Paraíso crónico bien pudiera ser una apología de la vida vulgar no en tanto que isla de salvación adonde arriban los naufragios de la Historia, lo cual teñiría de melancolía a la obra, sino en tanto que remota provincia donde nacieron quienes serán grandes héroes, donde se iniciaron las acciones memorables, el oscuro lugar donde se concibieron los más nobles ideales.
Uno de los personajes, Nico, cuenta o presencia los hechos desde el mismo lugar en que suceden: la obra, pues, se presenta como una especie de crónica costumbrista en la que de manera constante se interpela a los oyentes cuya función podría recordar a la que desempeña el coro en la tragedia griega clásica, salvando años-luz de distancia.
Paraíso crónico cuenta, en fin, las minucias de una cotidianeidad en la que se ven atrapados los personajes y que constituye quizá la sustancia última de sus vidas, a medio camino entre lo patológico y la necesaria ilusión de la Belleza.
Guion original de Fernando Alcaine
Reparto:
NICO: Manuel Alcaine
ENCARNA: Lola Orti
ESMERALDA: María José Sampietro
NÉSTOR: Néstor Barreto
CHARO: Chus Sanjuán
Música: Les Primitifs du futur
Dirección y ambientación sonora: Manuel Alcaine