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Nada más que música – Wilson Pickett

22 diciembre, 2022 - Música
Nada más que música – Wilson Pickett

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¿Preparados para una nueva entrega de NADA MÁS QUE MÚSICA?. Perfecto, me alegro, porque hoy nos vamos a deleitar escuchando, nada más y nada menos, que al rey de soul. La figura más importante en la evolución de la música soul. Nuestro hombre llevó a las listas de éxitos de R&B de los Estados Unidos más de 50 de sus canciones. Entre sus éxitos más reconocidos están “In the Midnight hour”, “Land of 1000 dances”, 634-5789 (Soulsville, USA), “Mustang Sally”, “Funky Broadway”, y tantos otros. Todos ellos los vamos a recordar hoy.


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La tierra de las mil danzas, la canción que supuso su mayor éxito, nún 1 en R&B y 6 en las listas de éxitos pop. Wilson nació el 18 de marzo de 1941, en Prattville, Alabama. Era el cuarto de once hijos y no lo tuvo fácil. En algún momento de su vida llamó a su madre “la mujer más mala de mi libro”. El jovencito Wilson le tenía un miedo atroz y, desde luego, no era para menos porque la mujer solía arrearle con todo que tenía a mano: sartén, leña de la estufa…, en fin, una joya. Finalmente, con catorce años, se fue a vivir con su padre a Detroit y las cosas cambiaron… a mejor.
Allí, en Detroit, fue desarrollando su personal estilo, recorriendo las calles de la ciudad, en las iglesias y siguiendo a las estrellas del momento como Little Richard.
Su carrera profesional se inició en 1955 al unirse al grupo de gospel The Violinaires. Esta aventura, girando por todos los estados de la unión, duró cuatro años. Y es que nuestro amigó descubrió pronto el éxito que conseguían los cantantes de gospel que se transformaban en cantantes de música pagana. Así que, visto lo visto, se unió a The Falcons, un grupo vocal de R&B de Detroit del que, por cierto, salieron posteriormente un buen número artistas influyentes en la música soul.
Su paso por este grupo fue muy importante, llevaron el gospel a una dimensión mucho más mundana, menos religiosa y allanaron el camino para la llegada del soul.
El mayor éxito de Pickett con los Falcons fue “I found a love”, en la que él tenía la voz principal. Para los Falcons fue un éxito menor pero a Pickett le supuso el trampolín que le llevaría a iniciar su carrera en solitario.
Esta versión que vamos a escuchar ahora “I found a love” no es la original de los Falcons, fue regrabada por Pickett e incluida en su álbum The sound of Wilson Pickett, de 1967.

Poco después de esta grabación, Pickett empezó su carrera en solitario. Y pronto, muy pronto, el mundillo de la música, le dio el primer revés. Nuestro amigo había grabado una maqueta de una canción suya, una balada soul. Con ella bajo el brazo se fue a ver a Jerry Wexler, un productor de Atlantic Records. Este, viendo el potencial de la canción, se la entregó a Solomon Burke, la estrella más importante del sello en ese momento. A éste le gustó y la grabó. El éxito fue rotundo.
Cuando Pickett escuchó la canción quedó anonadado al ver que la compañía había regalado su canción.
Él lanzó su versión más tarde pero sin apenas repercusión.
El verdadero éxito de Wilson Pickett llegó con la canción “In the midnight hour”, grabada en los estudios Stax Records, en Memphis en 1965. Alcanzó el número 1 en las listas de R&B y el 12 en el Reino Unido. Vendió más de un millón de copias, fue disco de oro y nominada en la 8ª edición de los premios Grammy.
La canción nació en una sesión de grabación en la que los músicos de estudio Steve Cropper y Al Jackson, junto al bajista Donald “Duck” Dunn, músicos a los que pondréis cara si habéis visto la película de los Blues Brothers, bueno, pues crearon una poderosa pista rítmica y, de la nada, alumbraron esta poderosa canción In the midnight hour.

Pickett siguió grabando en Stax durante este año de 1965, en el que coincidió con Isaac Hayes, famoso cantante, compositor, actor y un montón de cosas más.
De esta época son sus sencillos más famosos, casi todas composiciones del propio Pickett, escritas en colaboración con Eddie Floyd o Steve Cropper.
Sus siguientes trabajos ya no se hicieron en Stax. El propietario del sello había decidido prohibir las producciones externas. Así que Wexler llevó a Pichett a Fame Studios, un local ubicado en un antiguo almacén de tabaco reconvertido.
Hay dos canciones de esta época a las que debemos prestar especial atención. Se trata de dos remakes espléndidos. En primer lugar “Mustang Sally”. Una canción de R&B escrita y grabada por primera vez por Mack Rice en 1965.
La canción ganó mayor popularidad cuando Wilson Pickett la versionó al año siguiente en un sencillo. Una curiosidad, también en 1966, John Lee Hooker grabó una canción completamente distinta pero con un título idéntico Mustang Sally

La otra canción a la que hacíamos referencia es Funky Broadway, obviamente de estilo funk escrita por Arlester “Dyke” Cristian. En 1966 la grabó con su banda, Dyke & The Blazers. Una pequeña compañía la publicó por primera vez como sencillo.
El disco no fue un fracaso pero tuvo una acogida irregular en las listas. Pero, varios meses después, Wilson Pickett grabó su versión producida por Jerry Wexler. Mientras que el original había pasado sin pena pero sin gloria, la nueva versión se convirtió inmediatamente en un éxito definitivo. Números 1 y 8 en las listas de R&B y Hot 100 respectivamente. Funky Broadway.

Wilson Pickett no lo hizo todo bien. Es más, hizo un montón de cosas mal y una de ellas fue entrar en la rutina de versionar éxitos del pop. Podemos recordar la inefable Sugar, Sugar, de los Archies. La recordamos pero no la escuchamos. De esta rutina podemos salvar con honores la versión que hizo de Hey Jude, de los Beatles.
El amigo Wilson tenía muy malos tragos. Fue detenido y procesado por tenencia de armas de fuego, por conducir borracho, por agredir a su novia, por invadir con su coche el jardín de su vecino. Error, el vecino era el alcalde de Englewood (Nueva Jersey) y, aunque le perdonó a cambio de dar un concierto gratuito, le diagnosticó que “el peor enemigo de Wilson Pickett es Jack Daniels”.
Su difícil carácter hizo imposible que se intentara con él devolverlo a los circuitos, como se había hecho con muchos famosos caídos en desgracia. Por ejemplo, Los Commitments hablaban constantemente de su ídolo pero no le dieron ni un segundo en la película. Solamente los Blues Brothers, en su película 2000, le dieron unos minutos.
Wilson Pickett estaba condenado a las sesiones de música nostálgica.
Hey Jude, de los Beatles.

Wilson Pickett no quería grabar esta canción. Fue Duane Allman, extraordinario guitarrista de sesión en ese momento y posterior miembro fundador del grupo The Allman Brothers Band, bueno, pues fue él quien le convenció. Y no le resultó fácil. Allman siempre iba desaliñado y con muy mala pinta, todo lo contrario que Pickett, inmaculado y al detalle en todo momento. No se cayeron bien hasta que Pickett le escucho tocar su Gibson Les Paul. La habilidad de Allman superaba con creces el dandismo de Pickett. Otra de las versiones que hizo a lo largo de su carrera fue “634-5789 (Soulsville, U.S.A.), una canción escrita por Eddie Floyd y Steve Cropper. Fue grabada por primera vez por Wilson Pickett el 20 de diciembre de 1965 y se incluyó en su álbum The Exciting Wilson Pickett de 1966 con la particularidad de que, a los coros, estaban nada más y nada menos que Patti LaBelle and the Blues Belles. El sencillo alcanzó el número 1 en la lista Hot Rhythm & Blues y el número 13 en la lista Hot 100 de singles.
Esto es 634-5789, que por cierto, es un número de teléfono.

Como ya hemos comentado, nuestra estrella tuvo bastantes problemas ocasionados por el alcohol.
Alcoholizado y arruinado, en enero de 1992 fue desahuciado de su casa en Englewood (Nueva Jersey) por no pagar el alquiler y en ese mismo año, conduciendo borracho, hiere gravemente a un anciano de 86 años por lo que fue condenado a un año de prisión y cinco de libertad condicional.
Bueno, pues a pesar de todos estos problemas personales, todavía recibió numerosos homenajes y galardones por labor musical. Así, en 1991, fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll y en 1993 recibió el premio Pionner de la Rhythm and Blues Foundation.
Pickett murió el 19 de enero de 2006, dos meses antes de cumplir 68 años. Había estado afectado con problemas de salud durante el último año de su vida y había pasado una buena temporada hospitalizado. Murió de un infarto.
El panegírico de su funeral estuvo a cargo de su viejo amigo Little Richad.
Engine Number 9 es una canción de la pareja Gamble/Huff, famosos compositores y productores que son recordados fundamentalmente por su aportación al desarrollo del Sonido Filadelfia. Competidores del famoso sello Motown, colaboraron con Pickett en su álbum Wilson Pickett in Filadelfia. De ahí este Engine number 9.

Bueno amigos, nos vamos a despedir por hoy. Parece como si todos los genios tuvieran que tener una vida atormentada y un final trágico. Nunca sabremos si sus obras nos hubieran llevado al mismo nivel de felicidad que nos han llevado en estas circunstancias.
Os espero a todos dentro de quince días, aquí, en Nada más que músico, vuestro programa favorito… reconocerlo.

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