En 2012 el famoso crooner Tony Bennett había declarado a la revista Rolling Stone su interés en hacer un álbum de jazz con su amiga Lady Gaga. No iba a ser su primer trabajo juntos, ellos ya habían colaborado en anteriores ocasiones y siempre con el beneplácito de la afición.
Como Lady Gaga estaba por la labor, se pusieron manos a la obra y en la primavera de 2013 comenzaron las sesiones de grabación. El proyecto se había retrasado un poco debido a la operación de cadera a la que tuvo que someterse la cantante. La grabación duró más o menos un año, se hizo en Nueva York y contó con la colaboración de unos estupendos músicos de jazz relacionados con ambos artistas.
Cheek to cheek, fue el disco fruto de todo este trabajo, primer álbum de estudio del dúo y se lanzó al mercado el 23 de septiembre de 2014. En diciembre de este mismo año, para su promoción, iniciaron en Las Vegas la gira Cheek to cheek Tour.
La grabación que vamos a escuchar hoy corresponde a un directo que la pareja dio en el Jazz at Lincoln Center’s de Nueva York.
Esto es Cheek to cheek, la canción de Irving Berlin que da nombre al álbum.
Las críticas de la prensa especializada fueron, por lo general, muy buenas… pero no todas.
La MTV dijo del álbum: “Fusionan perfectamente sus estilos y muestran una encantadora simpatía en el estudio que, a su vez, se trasmite admirablemente a sus versiones de los estándares de jazz que interpretan”.
The Guardian, por su parte, dijo que “Gaga pone de manifiesto el calor y la profundidad de su voz, ambos juegan con las canciones con honradez, sin innovaciones radicales, y nos da la sensación que ser dos consumados cantantes que se divierten”.
Por último, AllMusic opinaba que “ella tiene cualidades para cantar estos estándares, no hay duda, pero en ocasiones se le nota insegura y también, ocasionalmente, traicionada por su tendencia excesivamente jazzística. Por otro lado, Bennett se toma las cosas con un talante demasiado informal, confiándolo todo a su encanto personal, cosa que, por otro lado, no se si es buena o mala”.
Bueno, nunca llueva a gusto de todos.
Anything Goes es una canción escrita por Cole Porter para su musical del mismo nombre. Su letra hace una referencia humorística a los escándalos y chismes de la alta sociedad de la época de la Depresión.
Para Tony Bennett fue el quincuagésimo séptimo álbum de su carrera, algo que no tiene que resultarnos extraño ya que el artista, nacido en 1926, debutó a los diez años y se retiró en 2021 con 95 años de edad. Y fue ese día, cuando cumplía los 95 años, cuando se despidió de su público con dos conciertos inolvidables, a dúo con su amiga Lady Gaga, en el Radio City Music Holl de Nueva York. En ese momento ya todos sabían que al cantante se le había diagnosticado la maldita enfermedad de alzheimer.
«Nature Boy» es una canción de Eden Ahbez que se publicó en 1947. La canción cuenta la historia de un chico extraño y encantador que viajó muy lejos solo para aprender que lo más importante de la vida es amar y ser amado. La grabación del tema que hizo Nat King Cole en 1948 fue un enorme éxito, y desde entonces la canción se convirtió en un estándar tanto del pop como del jazz y ha sido interpretada por innumerables intérpretes. Esta es la versión que hacen de Nature Boy Tony
Tony Bennett fue reclutado por el ejército de los EEUU para luchar en la Segunda Guerra Mundial. De esta experiencia dijo que “el frente le había proporcionado una asiento de primera fila en el infierno”.
Y es que la vida de Tony Bennett no ha sido un camino de rosas. En 1962 Tony Bennett acababa de protagonizar un sonado recital en el Carnegie Hall de Nueva York donde había grabado su famoso “Dejé mi corazón en San Francisco”, una canción que le proporcionó dos premios Grammy, pero las cosas estaban cambiando en el mundo de la música, los gustos mayoritarios se inclinaban más hacia los Beatles y el Rock and Roll y el caché de nuestro artista empezó a bajar considerablemente. Este evidente declive le empujó a abusar de la cocaína y le ocasionó importantes problemas económicos. Probó suerte en el cine con la película The Oscar pero tuvo malas críticas y, de hecho, no volvió a ponerse delante de una cámara en treinta años.
Su casa discográfica le presionó para que grabara temas más juveniles y, a regañadientes, en 1970, grabó un álbum de “éxitos de hoy…” que no convenció a nadie.
Desengañado, fundó su propio sello que fracasó por no disponer de una adecuada red de distribución. Su mánager le abandonó y ya solo actuaba, como una vieja gloria, en los casinos de Las Vegas. Se mudó al Reino Unido en busca de un mercado más propicio, pero se equivocó.
En 1979 Bennett tocó fondo. Se separó de su segunda esposa, gastaba más dinero del que podía y, para colmo, sufrió una sobredosis de cocaína que casi le manda al otro barrio. Su casa de Los Angeles estuvo a punto de ser embargada por Hacienda.
Pidió ayuda a sus hijos, y así, apoyado por ellos, comenzó un progresivo relanzamiento.
Pero vamos con el álbum de hoy.
Bang Bang es una canción que lanzó en 1966 la actriz y cantante Cher y que fue compuesta por su marido de entonces Sonny Bono. En esta versión canta sola Lady Gaga.
En diciembre de 1979 hizo una sorprendente reaparición, completamente recuperado y en plena forma, actuando como invitado de honor en un festejo por el 40º aniversario profesional de Frank Sinatra.
Danny Bennett, uno de sus hijos, con buen ojo para los negocios, tomó las riendas de la carrera de su padre y consiguió enderezarla económica y artísticamente. Reapareció en el circuito de clubs de Nueva York, fiel a su estilo de hombre serio y trajeado intentando despegarse de la imagen decadente de Las Vegas.
Las cosas empezaron a funcionar, retomó su relación con su compañía de siempre, Columbia Records, la gente más joven empezó a escucharle con más atención, y con paso firme, entró en las listas de superventas.
A partir de este momento, la carrera de Bennett se desbordó, radio, televisión, especiales, conciertos, grabaciones, en fin, la actividad propia de un artista de éxito.
Como ya hemos comentado, en 2021 la familia informó acerca de la enfermedad que padecía y su carrera terminó.
Afortunadamente nos ha dejado incontables muestras de su talento, perlas como este I won’t dance cantada a dúo con Lady Gaga.
La neoyorquina Stefani Joanne Angelina Germanotta, o sea, Lady Gaga es hoy, a su treinta y siete años, todo un icono del pop. Esta mujer irrumpió en el mercado de la música de una manera explosiva. Solo hay que repasar sus vídeos para saber a que nos estamos refiriendo.
Con un temperamento camaleónico, se las ha apañado para sorprendernos siempre, si no recordad su famoso vestido de carne, “una forma estupenda de que te dejen tranquila en cualquier fiesta”, dijo. Desde luego.
Aunque, realmente, siempre ha estado muy bien acompañada. Sus colaboraciones se cuentan por éxitos: Elton John, Metállica (gloriosa la actuación de ambos en los Grammy de 2017) y, por supuesto, Tony Bennett.
A nuestra amiga no le van los shows sencillitos. Lady Gaga lo hace todo a lo grande, tanto que sus conciertos han llegado a ser una especie de shows de ópera rock.
En fin, una estrella de los pies a la cabeza.
“No puedo darte más que amor, nena” es un estándar de jazz compuesta por Jimmy McHugh en 1928. Lady Gaga.
Por lo que sabemos, todo contado por ella misma, tampoco Lady Gaga ha tenido una vida fácil. Recientemente, en una entrevista concedida a Radio Beats 1 de Apple Music, aunque no es la primera vez que comenta estas cosas, ha hablado abiertamente sobre los problemas de salud mental que le afectan desde hace años. De la medicación que toma para poder llevar una vida normal, “no siempre puedo controlar las cosas que hace mi cerebro y tengo que tomar ese medicamento para detener los procesos en los que incurre mi mente” dijo.
Al parecer, siempre según sus palabras, la cantante sufre estrés postraumático debido a que, cuando tenía 19 años, fue violada en repetidas ocasiones por una persona de la industria discográfica de la nunca a revelado su nombre.
Bueno, vamos con la música. Vamos a escuchar una preciosa balada, cantada a dúo por nuestros invitados, y que fue compuesta en 1947 por Jimmy Van para la película “Camino a Rio” que protagonizaron Bob Hope, Bing Crosby y Dorothy Lamour. Todo un clásico.
Lady Gaga es la hija mayor de un matrimonio adinerado con ascendencia italiana y tiene una hermana que se llama Natali. Nació y creció en Manhattan. Ferviente católica, se educó en el colegio del Sagrado Corazón.
Con cuatro años ya tocaba el piano y compuso su primera canción a los trece. A los diecisiete ingresó en la Escuela de Arte Tisch de la Universidad de Nueva York para estudiar música aunque no terminó sus estudios. Los abandonó para iniciar su carrera musical.
De la mano del productor y músico marroquí RedOne y tras unos inicios balbuceantes, se subió a la cresta de la ola de la fama de la que aún no se ha bajado. Ya es una superestrella.
Y como tal, le llegan las demandas. En marzo de 2010 su exnovio y productor Rob Fusari la demandó por treinta millones de dólares acusándole de infringir los derechos de autor de cuatro canciones. Afortunadamente para ella, el caso fue desestimado.
Seguimos con la música. “It don’t mean a thing”, No significa nada, fue escrita por Duke Ellington en 1932 y grabada por su orquesta y la cantante Ivie Anderson. Esta es la trepidante versión de Tony Bennett y Lady Gaga.
Tony Bennett ya no cantará más, tenemos su legado. Lady Gaga esperamos lo haga durante muchos años. Personalmente creo que este trabajo de ambos, apoyados por músicos extraordinarios, es excelente. Espero que os haya gustado. Vamos a despedirnos de ambos con otra canción de Irving Berlin, “Let’s face the music and dance”, La música y el baile frente a frente, o algo así. Si os sentís con fuerzas y queréis emular a Fred Astaire y Ginger Rogers… la pista es vuestra.
Hasta el próximo programa.