Muy buenas tarde amigos. Último programa de la temporada. ¿Qué le vamos a hacer?, todo llega. Pero fuera penas, nos vamos a despedir por todo lo alto, ni más ni menos que con sus satánicas majestades…Señoras y Señores, con todos Ustedes…The Rolling Stones.
Just Your Fool, rhythm and blues en estado puro, una composición de Walter Jacobs de 1953, que The Rolling Stones incluyeron en su álbum Blue & Lonesome de 2016.
Los Rolling llevaban un montón de tiempo sin editar nada, concretamente once años. Y, bueno, no se, supongo que a lo peor se había apoderado de ellos el pánico de la página en blanco. ¿Y cual es el remedio para este problema?, pues nada mejor que… un buen disco de versiones. Pero que disco queridos: Mejor Álbum de Jazz de 2017, Premio al Artista de Blues del mismo año y Premio Grammy al Mejor Álbum de Blues tradicional del año. ¿Y que opinó el público?, bueno pues el trabajo fue disco de platino en febrero de 2017. Resumiendo un éxito en toda regla excepto en EEUU, que no llegó a disco de oro. En fin!. Ser la cuna de blues imprime carácter.
El álbum se grabó en tres días, en diciembre de 2015 y como vamos a poder comprobar, está repleto, de los pies a la cabeza, de blues de Chicago, como por ejemplo en este Commit a Crime del Lobo Aullador, o sea, Chester Burnett, el gigante de Mississipi, guitarrista y cantante que fue una influyente figura en la historia del blues.
Commit a Crime.
Blue and Lonesome, otra canción de Walter Jacobs, ésta de 1949. Azul y solitario, la canción de da título al disco y que cambió por primera y última vez los colores del famoso logo de los Rolling, su icónica lengua roja pero azul para la ocasión.
Walter Jacobs, más conocido como Little Walter, revolucionó la forma de hacer música con la armónica, y lo hizo tan bien que se le comparó en su día con otros revolucionarios instrumentistas como Django Reinhardt, Charlie Parker o el mismísimo Jimi Hendrix. Tan lejos llegó en su virtuosismo que, hasta hoy, es el único armonicista incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Los Rolling hacen una versión muy ajustada al original y brillan con luz propia la voz y la armónica de Mick Jagger y el órgano Hammond de Chuck Leavell.
Blue and Lonesome, Azul y Solitario.
Las primeras apariciones en público de Rolling Stones se basaban principalmente en versiones de viejos blues y R&B por lo que no es de extrañar el buen hacer de la banda en este género. Keith Richards dijo en algún momento que “si no conoces el blues… no tiene sentido pillar la guitarra y tocar rock and roll”. Y, de hecho, fue Brian Jones, el dramáticamente desaparecido miembro fundador del grupo, el que tomó prestado el título de una canción del famoso bluesman Muddy Water, “Rollin’ Stone” para bautizar a la banda.
Y es que parece que The Rolling Stones no tienen sangre en las venas sino blues. Desde críos, cuando en los años 60 del pasado siglo jugaban a buscar los acordes de las canciones que les llegaban en los discos importados de EEUU, hasta este trabajo, su evolución en el género ha sido extraordinaria y bien conocida por todos.
Richards estudiaba en la Escuela de Arte cuando descubrió el blues. En su libro de memorias escribe. “La primera vez que escuché a John Lee Hooker fue en 1958, y más o menos fue la época en la que descubrí a Muddy Waters y a los demás tipos del blues de Chicago, debía tener 15 o 16 años, los discos pasaban de mano en mano y cuando los oí todo cobró un nuevo sentido”
All of your love, es una canción que Magic Sam compuso en 1957 y que fue su consagración como bluesman. Desgraciadamente este hombre murió muy joven, tenía 32 años. De él se dijo. “La mayoría de los chicos tocaban blues de doce compases, pero las armonías que llevaba Magic con los acordes eran algo completamente diferente”.
Como en esta canción All of your love.
En mi opinión, cuando escuchas este disco, parece que no ha pasado el tiempo, parece que estuviéramos en un garito de Chicago en 1950. Jagger dijo en la presentación del disco que “Todas las canciones son antecedentes, interpretadas de la manera más fiel de la que hemos sido capaces. Ofrecemos nuestro respeto llevando el blues hacia el futuro y esperamos que cale en las nuevas generaciones. Realmente es un disco de música clásica”.
Otro viejo aficionado al blues, Eric Clapton, que ya había dejado claras sus tendencias a su paso por la formación de John Mayal o Cream, fue invitado a tocar en un par de temas. En ambos dejó su sello.
Todo el mundo sabe lo bueno que soy es uno de ellos.
En este trabajo hay dos figuras que brillan especialmente.
Mick Jagger se encuentra en esta grabación en estado de gracia, con una voz llena de matices y que llega a todos los rincones del sentido de la música y su aportación con la armónica es vital para que todos los cortes del disco recreen el ambiente y la calidez de cualquier antro de Chicago.
La otra es Charlie Watts. La banda toca al compás que marca este metrónomo humano. Un tipo que siempre nos ha dejado claro que no hacen falta rutilantes baterías con cientos de efectos, que con la mínima expresión de una batería convencional, unas baquetas, unas escobillas y, claro, ser un gran instrumentista, es suficiente.
Ambos, Jagger y Watts, sin desdeñar el trabajo del resto, soportan el peso de todas las grabaciones.
Todo esto podemos apreciarlo en la versión que hacen del clásico I Can’t quit you baby, un blues compuesto por Willie Dixon y que se grabó por primera vez en 1956. Nos cuenta la historia de una toxica relación adúltera en la que los amantes no pueden dejar de torturarse.
Por cierto, esta canción también fue grabada por Led Zeppelin para su álbum debut de 1969.
Según la revista Pitchfork, el álbum de los Stones suena, por primera vez en años, como una banda que toca junta en la misma habitación en lugar de una que viaja en aviones separados. Blue & Lonesome es, más que una revisión nostálgica de lo básico, la música más honesta que los Stones han lanzado en años, no porque el material original le confiera la pátina de autenticidad, sino porque el hecho de versionar viejas canciones de blues es un admisión tácita de que ya no les importa una mierda ser objeto de críticas, buenas o malas. Hacen lo que quieren, cuando quieren y con quien quieren. Pero lo hacen muy bien.
Lo cierto es que las críticas especializadas fueron bastante buenas, en general, con el álbum, particularmente en el Reino Unido.
Se dijo de él que era el mejor trabajo de la banda de los últimos tiempos, aunque tampoco era tan difícil ya que los Stones no habían grabado nada en más de diez años.
“Hate to see you go”, Odio verte partir, de 1955, también fue escrita por Little Walter. Este blues no sigue la pauta más convencional de acordes sino que, todo el tiempo, se mantiene en un único acorde. En esta versión la armónica lleva la voz cantante junto a un riff repetitivo de guitarra.
Little Rain fue compuesta por Jimmy Reed, un bluesman que fue un referente para un gran número de músicos que podrían ir desde Elvis Presley a Eric Clapton o desde Stevie Ray Vaughan a Jerry García, y claro, obviamente, también para los Rolling Stones.
En esta ocasión Reed nos cuenta lo mucho que sufre y cuanto hecha de menos a su amada. Es un blues lento, basado en las guitarras, que tiene un tempo que nos trae a la memoria el paso cansino y errático de una persona que sufre. La armónica, otra vez, va a darle un punto de color al tema.
Little Rain.
Just Like I treat you, el siguiente tema que vamos a escuchar es obra de Willie Dixon, un prolífico compositor de Chicago, llegó a registrar más de 500 canciones, bajista y cantante de blues. Es un tema muy animado, el más bailable del disco y, francamente, los Rolling lo bordan.
Bien, creo que el cierre de temporada a tenido un broche a la altura de las circunstancias. Os deseo a todos un feliz verano y os espero aquí de vuelta en unas pocas semanas. Escuchad música, la que queráis, que sobre gustos no hay nada escrito.
Nos vamos de la mano de los Rolling y su versión de Ride’em on down. Que puedo decir? Pues nada, que cuando se mayor, quiero tocar la guitarra como estos tipos.