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Nada más que música – The Jam

12 enero, 2023 - Música
Nada más que música – The Jam

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Muy buenas tardes amigos. Nos ponemos en situación. Año 1972, Inglaterra, escuela secundaria de Woking, condado de Surrey, unos críos, como tantos otros, forman un grupo que se dedica a versionar las leyendas del rock and roll, Chuc Berry o Lettle Richard. Pues seguramente la cosa no hubiera pasado de aquí si no fuera porque el grupo se llamaba… THE JAM.

CARTEL NMQM-The Jam-CUADRO

Thats entertainment, una canción un poco sarcástica, por cierto. La letra cuenta las condiciones de vida de la clase trabajadora británica, dice: Un coche de policía y una sirena gritando, taladro neumático y hormigón armado, un bebé llorando, un perro callejero aullando, el chirrido de los frenos y la luz de una lámpara parpadeando. Eso es entretenimiento, eso es entretenimiento”.
En fin, volvemos a la historia. Como hemos dicho, el grupo versionaba a los grandes hasta que Paul Weller, miembro fundador de la banda y líder hasta su desaparición, escuchó el disco My generation de los Who. Fue una revelación divina. A partir de ese momento se convirtieron al culto Mod. Empezó a utilizar una guitarra Rickenbacker, se compró una Lambretta GP 150, se pusieron trajes y se peinaron como Steve Marriott, el famoso guitarrista, otro de su ídolos.
Poco a poco, y tras numerosos cambios en la formación, The Jam fue ganando seguidores en Londres, actuando en locales de la ciudad y convirtiéndose en una rara avis dentro de la escena punk emergente.
Y es que, aunque compartían con los punkis su imagen de “jóvenes cabreados”, volumen a tope y tempos rápidos, The Jam vestían trajes cuidadosamente hechos a medida cuando sus colegas usaban ropa rasgada, estos tocaban de forma profesional frente a sus amigos punkis que hacía gala de su amateurismo o directamente de no saber tocar, The Jam mostraban influencias claras de la música de los 60 cuando el resto la despreciaba. Algunos críticos los etiquetaron como “revivalistas”, que por cierto, creo que esta palabra no existe, pero bueno, ya me entendéis.
The Eton Rifles fue el único sencillo extradido de su álbum Setting Sons en el mes de octubre de 1979.
La canción es, nuevamente, un canto sarcástico sobre el famoso colegio de Eton, centro educativo de la élite privilegiada de Gran Bretaña. La letra habla de las dificultades de los desempleados y la clase trabajadora frente a las facilidades que encuentran en la vida sus famosos alumnos.
The Eton Rifles

La carrera discográfica de The Jam empezó en abril de 1977 con su primer sencillo, “In the City”, extraído de su primer álbum del mismo nombre. Este trabajo contenía, igual que los discos de Clash y Sex Pistols, canciones súper rápidas y con mucha fuerza. Lo que las distinguía de su rivales eran sus claras influencias de la década de los 60. Incluso habían versionado la canción de Larry Williams “Slow Down”, que ya habían versionado también los Beatles.
Este fue pues su primer sencillo, Top 40 en el Reino Unido.
In the City.

The Jam escribía canciones comprometidas, con letras condenando la brutalidad policial, como esta In the City que acabamos de escuchar o sobre el desarrollo expansionista. Pero, sin embargo, en una de sus canciones más abiertamente políticas se lamentaban de la imparable decadencia del imperio británico, con frases despectivas dirigidas al entonces primer ministro James Callaghan. Estos sentimientos tan imperialistas y sus exhibiciones ostentosas de la bandera de la Unión les granjearon, por parte de algunos seguidores y críticos, la etiqueta de “conservadores”.
Y es que The Jam podía ser un grupo conflictivo si se lo proponía. Tuvo momentos delicados como cuando en una de sus giras terminaron peleándose, nada más y nada menos, que con el equipo de rugby de Leeds. Podéis imaginaros como acabó la cosa.
Y además, a pesar de que sus discos mantenían buena ventas en Inglaterra, el grupo no consiguió nunca triunfar en los Estados Unidos. Dejaron de intentarlo y se centraron en seguir su carrera en Inglaterra. Nada como tu propia casa.
Carnation, una canción incluida en su último disco de estudio Gift.

Lo que no consiguieron en Estados Unidos lo habían conseguido ya en Inglaterra: convertirse en grandes estrellas del rock. En 1980 publicaron Sound Affects, un LP que incluía Start, un sencillo que volvió a llevarles al número 1.
En este estupendo álbum, The Jam amplia su primer sonido e introduce resonancias más americanas enfatizando sus raices soul, un estilo muy querido por Paul Weller y que ya no abandonaría en su siguientes grabaciones.
Del mismo trabajo que la canción anterior, el álbum The Gift, es la canción más conocida, creo, del grupo: Town called malice.

Antes hemos pasado casi de puntillas sobre una de las canciones que llevaron al grupo al número uno de las listas, Start. La canción se basa tanto en el riff de la guitarra principal como en el del bajo, una línea en la que encontrareis importantes similitudes con la de Taxman, la canción de George Harrison que The Beatles incluyeron en su álbum Revolver. En cualquier caso, es una gran canción.

En 1978 la banda volvió al estudio para grabar su tercer álbum, en esta ocasión con canciones principalmente de Foxton ya que, su compositor oficial, el Sr. Weller, estaba en dique seco, sin ideas, pero bueno, el caso es que las canciones de Foxton fueron todas descartadas por los productores tachándolas de “pobres”. El disco no se grabó y el grupo quedó a la espera de que Weller volviera a contar con la ayuda de las musas.
Para conseguirlo, Weller regresó a su ciudad natal, Working, y pasó gran parte de su tiempo escuchando álbumes de The Kinks y componiendo.
Pero no fue hasta el sencillo “Down in the tube station at midnight” que The Jam realmente recuperó su anterior estatus y el reconocimiento del público y la crítica. La canción es un relato algo dramático sobre la sensación de ser asaltado por matones que, dice, “olían a cárcel, pubs de mala muerte y a mítines fascistas”.

Como todos los grupos, The Jam pasó por un montón de problemas y vicisitudes, como reducir su equipo de productores a una sola persona. No obstante, esta circunstancia, que a priori podría haber resultado negativa, fue muy beneficiosa para el grupo ya que ayudó a desarrollar su sonido como grupo con unas guitarras mucho más armonizadas y con textura acústicas. Un ejemplo de esto que estamos contando es la canción «English Rose», una bellísima bala acústica escrita por Paul Weller.
La canción empieza con los sonidos de un silbato de tren, la bocina de un barco y las olas rompiendo en la orilla. El autor se compara con los viejos marinos que dejaban su patria y su amante, su bella rosa inglesa, para hacerse a la mar.

En 1982 lanzaron al mercado su último LP de estudio, The Gift, del que ya hemos oído algunas cosas. El éxito fue espectacular y alcanzó el núm. 1 a los pocos días.
Por eso resultó tan sorprendente que el 30 de octubre de este mismo año Weller anunciara su intención de disolver The Jam al terminar una pequeña gira en la que estaban inmersos. Esta gira concluyó con cinco noches consecutivas en el Wembley Arena con todas las entradas vendidas veinte minutos más tarde de ponerse a la venta.
La decisión de separarse fue únicamente de Weller que argumentó no gustarle la idea de continuar más tiempo simplemente porque tuvieran éxito. Dijo: “Quería dejarlo para ver de qué más era capaz, y sigo pensando que nos detuvimos en el momento adecuado. Estoy muy orgulloso de lo que hicimos, pero no quería estropearlo y que nos avergonzáramos al tratar de explotar a la gallina de los huevos de oro.”
La noticia, comunicada al resto de la banda por el padre de Weller, que era el mánager del grupo, cayó como una bomba en Buckler y Foxton, que quería mantener al grupo unido sin fecha de caducidad. Y aunque ambos llevaron la disolución con amargura, posteriormente expresaron su comprensión y, por qué no, su aceptación total.
Esto no quita para que, desde la separación Foxton no hablara con Weller durante más de 20 años y que Buckler manifestara en 2015 que todavía no había hablado con ex-compañero desde la separación.
Número uno durante tres semanas en el Reino Unido, Going Underground es otra canción con fuerte contenido político; la canción toca asuntos sociales de esa época como la corrupción política, la apatía de los votantes y, sobre todo, el Thatcherismo.
Going Underground.

Tras la separación, Weller formó un dúo con el teclista Mick Yalbot que se disolvió en 1989. En ese momento inició una exitosa carrera en solitario.
Bruce Foxton lanzó al mercado algunos sencillos que pasaron sin pena ni gloria para, finalmente, deambular por una serie de grupos de mayor o menor renombre.
Para que nuestra historia tenga un final feliz, os contaré que Weller y Foxton se encontraron entre bastidores en el concierto de The Who’s Hyde Park, en 2006, y tuvieron una conversación de diez minutos que acabó con un abrazo.
También en 2010 aparecieron juntos en el escenario por primera vez en 28 años en el Albert Hall de Londres interpretando tres canciones juntos. Pero no, cualquier reanudación del proyecto Jam está descartada… por ahora.
The Butterfly Collector.

Pues tenemos que despedirnos ya de nuestros amigos The Jam, en mi opinión un gran grupo Mod, que dejó constancia de su valía al final de los 70 y principios de los 80 pero que gracias a sus trabajos discográficos, podemos disfrutarlos hoy como si los estuviéramos viendo. Gracias a todos por vuestra atención y os dejo en buena compañía, The Jam y su éxito To Be Someone.
Hasta el próximo programa, un abrazo para todos.

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