Hola, hola, yo soy Antonio Giménez y esto es… NADA MÁS QUE MÚSICA
Pink Floyd y su álbum “The dark side of the moon”. En opinión de muchos, su mejor obra. “El lado oscuro de la luna” es el octavo disco de estudio de la banda británica, un trabajo conceptual que explora sesudamente temas profundos como la codicia, el tiempo, la muerte y las enfermedades mentales. La alegría de la huerta, vamos. En cualquier caso, este último asunto estaba motivado, en gran medida, por los problemas de salud mental del ex miembro de la banda Syd Barret que había dejado el grupo en 1968.
El disco, grabado en los Abbey Road Studios, se dio por terminado el 9 de febrero de 1973. El ingeniero de sonido encargado por el estudio fue Alan Parsons, por lo que no es de extrañar la utilización de las últimas técnicas de grabación y de los trucos del oficio a los que tan aficionado era el personaje.
Todas las composiciones de este álbum ya habían sido rodadas en sus presentaciones en directo, aunque, también es verdad, no siempre con un final feliz. En una ocasión, los efectos pregrabados no funcionaron como estaba previsto y el equipo no siguió al grupo. Tuvieron que bajarse del escenario con el consabido alboroto.
Vamos a escuchar el primer corte del álbum, Breathe (In the air). La idea de esta canción le surgió a Roger Waters, bajista y cofundador de la banda, durante la realización de la banda sonora de la película The Body, en la que el cuerpo humano es una metáfora de la existencia humana. Breathe, “Respira”, es una invitación a tomarse un respiro, a reflexionar sobre el sentido de la vida y a no dejarnos llevar por la obsesión de conseguir metas sin sentido.
On the run, es la tercera canción del álbum, aunque su título original era The travel Sequence, “La secuencia de un viaje”. En este tema prácticamente todos los sonidos están pregrabados y reproducidos en bucle. Sobre ellos, una voz anuncia una lista de salidas de vuelos. La guitarra de David Gilmour, guitarrista, compositor y también cofundador de la banda, simula las turbinas de un avión. Muy psicodélica y un poco rarita.
Time, el siguiente tema, está acreditado por los cuatro componentes de la banda, el único de todo el álbum por cierto. Según declaró Water, la idea gira entorno al concepto tiempo y de que, en la vida, no se trata de prepararse para lo que viene asumiendo el futuro como inevitable, sino de tomar el control de tu destino.
Si algo podemos decir de este grupo es que se lo tomaban en serio, muy en serio. La Psicodelia o las drogas o, qué se yo, su genialidad, hacían que banda se saliera del raíl por el que circulaba, a todo tren, la música en los 70. Esto es Time.
Pink Floyd se había formado en 1964 y tras pasar por unos cuantos nombres y otros tantos miembros, la banda quedó compuesta finalmente, en 1965, como cuarteto: Barrett, Waters, Wright y Mason. Pronto la banda se convirtió en una de las favoritas de movimiento underground y se hizo un hueco importante en el circuito de clubs.
Como la cosa estaba funcionando muy bien y con rapidez, los cuatro miembros decidieron crear su propia empresa distribuidora, Blackhill Enterprises, conjuntamente con sus mánagers. Así que, de esta manera, todo quedaba en casa.
Tras los siete trabajos publicados con anterioridad, todos con bastante éxito, la publicación de The Dark Side of the moon marcó un hito en la historia de la banda. Aunque habían dejado de publicar sencillos, Money rompió la regla y voló hasta los primeros puestos de las listas en EEUU, tanto, que el álbum se convirtió en el primer número uno de Pink Floyd en este país y uno de los más vendidos en la historia de la música de EEUU. Llegó a vender más de quince millones de copias. Como curiosidad, se dice que una de cada cuatro familias británicas posee, de alguna manera, una copia de este disco.
Money, una canción compleja en su composición que llegó al público de manera fulminante. Un exitazo en toda regla.
“Us and them”, la canción que escucharemos ahora, fue compuesta por Wright para la película “Zabriskie Point” pero su director, el italiano Michelangelo Antonioni, la rechazó porque le pareció muy triste. La canción tiene dos memorables solos de saxo a cargo de Dick Parry, un codiciado músico de sesión inglés que colaboró en varias ocasiones con Pink Floyd. También destacan las entradas del piano y del órgano Hammond de Wright y la conjunción de voces de éste y de Gilmour para desarrollar el discurso antibelicista que encierra la canción.
Una canción que encierra también algo parecido a una broma. En un momento del corte se oye matizada una voz, la del mánager de una banda amiga, que le cuenta a Waters como se había liado a tortas con un conductor que le había llamado “imbécil de pelo largo”.
Los componentes de Pink Floyd siempre se han llevado mal, rematadamente mal. Tuvieron desavenencias desde el principio. Las diferencias de Gilmour y Mason con su compañero Waters forzaron la disolución de la banda. Los dos primeros siguieron con el grupo pero Waters les demandó… y perdió. Solamente volvieron a actuar juntos con motivo de la reedición de Live Aid de 1985 que organizó Bob Geldof. El reencuentro fue flor de un día, los problemas siguieron “in crescendo”. Ni Waters quería actuar con Guilmour y mucho menos Guilmour con Waters. Por cierto, este último de actualidad por sus declaraciones sobre Putin y contrarias a Occidente.
Por dejar el asunto, una muestra del habiente de la ex-banda. Polly Samson, esposa de Gilmour y también había ejercido de letrista para el grupo, se dirige a su “amigo” Waters en los siguientes términos a través de Twitter: “Tristemente eres un antisemita hasta tu podrida médula. También eres un apologista de Putin y un mentiroso, ladrón, hipócrita, evasor de impuestos, simulador de cantante, misógino, enfermo de envidia, megalómano y no se cuantas cosas más. Basta de tonterías”.
Estooo… ¿que más se puede decir?
Any colour you like es un instrumental firmado por Gilmour, Wright y Mason. Es una melodía sintetizada en la que destaca el solo de la guitarra.
La banda hizo algún amago, a pesar de todo, de volver a reunirse pero fue en vano. Desgraciadamente Richard Wright falleció en 2014 y ese fue el final del grupo. Han seguido publicando diversos trabajos, todos ellos recopilatorios, remasterizaciones y recuperaciones de viejos descartes pero sin nada nuevo que llevarnos a la boca.
La banda ha tocado todos los palos habido y por haber. Desde el rock psicodélico de sus inicios, pasando por el rock e incluso el punk progresivos, para cerrar el ciclo con el rock sinfónico que les caracteriza.
Esta evolución de estilos ha influido en muchos otros grupos: Deep Purple, Queen, Tangerine Dream, David Bowie, Génesis, Yes y tantos otros.
En fin, una gran banda, tan bien avenida como una familia normal. Habría que verlos en la cena de Navidad.
Pues nada más por hoy y por esta temporada. Nos emplazamos si os parece bien para el próximo mes de octubre, más o menos. Como siempre, ha sido un placer compartir con todos vosotros mis amplios conocimientos musicales, todos ellos extraídos puntualmente de la Wikipedia y otras fuentes de reconocida solvencia. Bueno, en serio, ha sido un enorme placer hacer esta sección. Espero haberos entretenido, aunque solo haya sido un poco. Un abrazo para todos y hasta pronto.
Esto que suena es Brain damage.