Hola, hola, yo soy Antonio Giménez y esto es… NADA MÁS QUE MÚSICA.
Muy buenas tardes amigos. El líder del grupo que vamos a escuchar hoy ha dejado dicho que: “Sería capaz de hacer cualquier barbaridad con alguien que me robara la guitarra”. Oído a navegantes. Jorge Martínez, alma, cerebro y motor de Ilegales. Este grupo son palabras mayores en la historia de la música en España. Ilegales gozan del respeto total por parte del público y de la crítica. Sin ellos el pop punk de la época no hubiera sido lo mismo, siempre hubiera faltado ese hueco reservado para única y exclusivamente alguien de su calibre y genialidad.
Ni Jorge Martínez es un personaje al uso, ni Ilegales un grupo convencional. La disparatada historia de la banda asturiana es una de esas que, de haber sido protagonizada por una formación americana, estaría considerada como un mito underground de alcance internacional. Broncas, violencia desatada, canciones a contracorriente, drogas y un éxito que no solía figurar en los escaparates habituales del pop nacional de los ochenta.
Estos son ILEGALES.
Unos años antes de que se oficializara la Movida Madrileña, ya en Asturias, sin apoyo oficial alguno, varios grupos empezaron a remover el mundillo del rock. Uno de los más significativos fue, por supuesto, Ilegales, originarios de Covadonga, Asturias, empezaron su carrera artística en Gijón. En 1977, Jorge Martínez, su hermano Juan Carlos y David Alonso forman el trío Madson, que dos años más tarde cambiaría su nombre por el de Los Metálicos. Juan Carlos Martínez abandona pronto la banda, siendo reemplazado por Íñigo Ayestarán en el bajo. En ese momento es cuando se rebautizan como «Ilegales». En 1981 ganan el concurso rock Villa de Oviedo, lo cual les da derecho a participar en la grabación de un disco colectivo y pocos meses más tarde publican un single ya en solitario. «Revuelta juvenil en Mongolia».
En 1982 el productor Paco Martín consigue que graben su primer trabajo serio. En este disco, titulado Ilegales, con ese Jorge Martínez o Jorge ilegal característico por su forma peculiar de componer las letras, reflejando una mirada dura del mundo, urbano, callejero y muy de la época en la que se estaba viviendo una gran revolución musical en el mundo entero.
El álbum se abre con el tema que se convertiría en himno de Ilegales, “Tiempos nuevos, tiempos salvajes”, que hemos escuchado al principio del programa. Es una canción que reflejaba la situación que vivía el país, paro, crisis y una salida hacia delante después de una dictadura. “Levántate y lucha, esta es tu pelea, levántate y lucha, no voy a luchar por ti”. Unas palabras que suscribía todo hijo de vecino.
Otra de las canciones de este álbum, “Yo soy quien espía los juegos de los niños” es una canción con una letra que tira diferentes cuchilladas al sistema: “Nuevas parejas se estrenan esta noche, entre las sábanas de pensiones baratas, nuevos cantantes hacen el ridículo en viejos festivales como Eurovisión, los estudiantes se suicidan disparando contra la policía, diez mil obreros en paro esperan en la plataforma del suicidio colectivo”, en fin, un temazo gris y brillante.
En 1984, con la formación de trío de ese momento compuesta por Jorge Martínez (voz, guitarra), Willy Vijande (bajo, coros) y David Alonso (batería), graban su celebrado segundo LP Agotados de esperar el fin, al tiempo que CBS reedita por tercera vez su álbum debut. Este nuevo trabajo catapultó a la banda al éxito nacional, aunque no habría que esperar mucho para que saborearan el éxito internacional, ya que hacia 1985 realizan una gira por Sudamérica. Pero a pesar del éxito comercial, Jorge no queda satisfecho con la producción de su segundo trabajo, y recupera para el tercero al equipo técnico que grabara el disco debut, erigiéndose él mismo como productor. Y de esta guisa sale al mercado su tercer LP, Todos están muertos.
«Caramelos Prohibidos», un himno para salir los sábados en la noche y cantarlo por todo lo alto, una declaración de vamos a pasarla bien y gritar bien alto-SOY UN BORRACHO,
Ilegales ya está en la cresta de la ola. Tanto es así que, junto a su mánager de ese momento, Manolo Macías, funda un nuevo sello que llaman Discóbolo Records. Su primera operación como nuevos empresarios es llegar a un acuerdo con una distribuidora para publicar un doble LP en directo que se graba en la discoteca Big Ben de Mollerusa, en Lérida. Nuevamente, el éxito desborda a la independiente lo que les obliga a negociar su distribución con la multinacional EMI. Es esta multinacional la que, dos años más tarde, en 1988, edita su cuatro disco de estudio, “Chicos pálidos para la máquina”.
Para este nuevo trabajo el grupo se recompone y se convierte en quinteto: se incorpora Alfonso Lantero a la batería, también lo hace el saxofonista Juan Flores (con una destacada aportación en la canción Ángel exterminador) y por último el teclista Antolín de la Fuente. Lo cierto es que en esta época el vaivén de entradas y salidas del grupo era constante.
Esto es “Angel exterminador”.
El tiempo va pasando, los discos se suceden y Los Ilegales cumplen veinte años. Para celebrarlo, todos los músicos que habían pasado por la banda se reúnen en un concierto inolvidable en la Plaza de la Catedral de Oviedo. Del concierto salió un disco que titularon “El día que cumplimos 20 años”. Para los interesados, en alguna de las reediciones de este álbum se incluye también un DVD del concierto.
El disco del directo y su gira correspondiente fueron todo un éxito. Esto hizo que Jorge Martínez decidiera formar su propia discográfica, La casa del misterio y, tras algunas producciones propias, La casa del misterio llega a un acuerdo con todas las antiguas discográficas de Ilegales para comercializar una Caja-Antología, 126 canciones ilegales. La caja contiene sus nueve discos de estudio hasta ese momento.
De su disco “Regreso al sexo químicamente puro” hemos elegido “No me gusta el blues”. Que para no gustarles, lo hacen francamente bien.
En 2011 la banda decide dar por finalizada su etapa como ilegales y se refunden en una nueva banda llamada Jorge Ilegal y los Magníficos. El cambio es radical. A partir de ese momento su repertorio nada tiene que ver con lo que venían haciendo y se dedican a tocar boleros, guaracha, joropos o cha-cha-cha.
¿Qué lleva a un aguerrido rockero a dejarlo todo y dar forma a un proyecto con el que sumergirse en la música latina previa a la llegada del rock? Pues seguramente, en el caso de Jorge Martínez parece que la necesidad de recuperar unos ritmos con los que se forjó como músico de orquesta de baile antes de que su grupo, Los Ilegales, echara a andar. Así que, para sorpresa de propios y extraños, publicaron un disco en el que todos estos ritmos suenan con nueva lectura de la partitura. La verdad es que se tiraron a la piscina sin flotador.
“Bésame mucho”.
En mayo de 2013 tiene lugar el concierto “Jorge Ilegal y amigos”, donde el extenso repaso al repertorio clásico de Ilegales augura que algo se mueve en el seno de Los Magníficos. De este directo se grabó el disco “Nos vimos en el psiquiátrico”, firmado todavía por Jorge Ilegal y Los Magníficos y que recoge los mejores momentos del concierto celebrado en el Centro de Arte de la Universidad Laboral de Gijón. Las colaboraciones fueron sonadas: Julián Hernández de Siniestro Total, Johnny de Burning, Sr. Chinarro, Jaime Urrutia, Josele de Los Enemigos, entre tantos otros.
Esta es la peculiar versión que hace Jorge Ilegal del famoso bolero “Obsesión”
Como se veía venir, en noviembre de 2014, Ilegales anuncian su regreso que se produce en marzo de 2015, con la publicación bajo su propio sello del disco “La vida es fuego”.
Los Ilegales siguen en la carretera, y eso salimos ganando los amantes del rock and roll.
Jorge Ilegal Martínez, fundador, guitarrista y cantante de Ilegales es un músico brillante que ha dedicado su genio y su vida al rock con todas sus consecuencias, y que se construyó un personaje a la altura de la leyenda. Conocido por su carácter macarra, matón, pendenciero, juerguista, follador-vividor y, en definitiva, por este atrevimiento que convirtió en seña de identidad muy a conciencia.
Dice “Yo soy consciente de que en gran medida estoy aquí en calidad de esperpento. Parece ser que se ha conseguido vacunar a todo el mundo contra cualquier ansia de libertad. Nosotros vamos en contra de eso. Es imposible ser honesto sin hacerse enemigos».
Por eso, no se arrepiente de ser quien ha sido: «Me reprocho a mí mismo no haber hecho más cosas, pero he pasado demasiado tiempo divirtiéndome y buscándome líos. Tarde o temprano, la juventud empezará a faltarme y sé que se acerca la última aventura, y está ya la eterna noche solitaria. Pero quién tiene miedo a la muerte después de haber vivido» . Pues eso. “Si la muerte me mira de frente, me pongo de lao”
Bueno amigos, nos vamos. Ilegales, o mejor dicho, Jorge Ilegal, genio y figura. Nos despedimos con su autorretrato: Soy un macarra.