Muy buenas tardes amigos, sed bienvenidos nuevamente, una temporada más, a NADA MÁS QUE MÚSICA, un programa de entretenimiento que tiene la ilusión de pensar que, de alguna manera, recuperamos o descubrimos músicas, músicos e historias de interés para todos vosotros. Este es nuestro objetivo y a él nos entregamos con humildad pero con devoción. Conque vamos a ello.
Hoy nos visita un grupo de culto. Allá por los años 60 nació en Barcelona el que sería uno de los mejores grupos españoles de la época. Ellos son… Lone Star.
El grupo se formó en 1958 cuando Pedro Gené, pianista de conservatorio, volvió de Londres empapado de rock and roll. En esa ciudad había visto nacer un nuevo estilo de hacer música, una nueva forma de vestir, una nueva forma, en fin, de entender la vida.
Así que, reunió a sus viejos compañeros del conservatorio, Enric Fusté, Fernando González y Josep María Lizandra y con esta formación nació Lone Star.
Este nombre, Lone Star, Estrella Solitaria, viene del interés que Gené siempre había tenido por la Guerra de Secesión Norteamericana. En fin, cosas de los artistas.
Al año, año y medio, se dieron los primeros cambios en la formación; Fernando González y Josep María Lizandra salieron de la banda para dar paso a Rafael de la Vega al bajo y Enrique López a la batería.
Hemos escuchado antes uno de sus éxitos, Chica solitaria, vamos a escuchar ahora otra de sus canciones más conocidas, My Sweet Marlene, acreditada por todo el grupo.
Por aquellos años los grupos solían tocar en salas de fiestas y boites. Lone Star no fue distinto, estuvieron rodando por Barcelona haciendo versiones, pero unas versiones que destacaban de las de otros grupos como Los Mustang, un poco más blandos. La estrella solitaria versionaba a gente como Ray Charles, algo que nadie más hacía.
Durante una actuación en uno de estos locales, un músico holandés, Willy Nab subió al escenario con su guitarra y tocó un par de temas con la banda. Inmediatamente quedó integrado en el grupo y continuó en él durante los primeros años. Así que, por el momento, el grupo quedó integrado por Gené, voz y guitarra, Fusté al piano, Nab como guitarra solista, y los ya citados De la Vega al bajo y Enrique López a la bateria.
Y fue entonces, en 1962, la compañía EMI se fijó en ellos y les grabó por su primer sencillo. Cantado en inglés, por cierto, el primer grupo que lo hizo en España.
También en inglés es If by night i call your name, escrita por Gené.
Al poco tiempo también Fusté abandonó la formación pero no fue sustituido. Willy Nab siguió sus pasos abandonando el grupo y su lugar, en esta caso si, fue ocupado por Joan Miró a la guitarra quedando el grupo definitivamente como cuarteto.
La compañía, siguiendo los dictados de la moda, solo quería que sus grupos hicieran versiones. Lone Star las hacia, y muy bien por cierto, pero estaban componiendo y querían dar a conocer sus creaciones.
Negociando con la compañía EMI consiguieron que en su primer LP la mitad de las canciones fueran versiones y la otra mitad canciones propias. En este disco, con título homónimo del grupo, se encuentran dos de sus mayores éxitos. Vamos a escuchar en primer lugar La leyenda, canción acreditada por todo el grupo.
Y Rio sin fin que es la versión del éxito de Ike & Tina Turner “River Deep – Muntain High”
Lo cierto es que, ante el éxito de este disco, la compañía se dio cuenta de que dejar margen de maniobra al grupo era un buen negocio. Y de esta manera se sucedieron sus trabajos. En 1967 su segundo LP titulado “Un conjunto de antología” y en 1968 un nuevo trabajo titulado “Vuelve el Rock”, en línea con los anteriores pero poniendo más énfasis en el rock and roll clásico y en el R&B.
Pero lo más significativo era que durante todo este tiempo, la banda alternaba sus actuación con repertorios de jazz y rock, algo muy raro en aquel momento. Así que, ese mismo año 1968 el grupo produjo “Lone Star en Jazz”, un álbum con un sonido atípico par una banda de rock. Vamos a escuchar la versión que de “El cant dels ocells” hicieron para este trabajo.
Fueron sonados dos conciertos de jazz que fueron un hito en la historia musical de esta pais porque en aquella época no existía ningún grupo de jazz estable. El primero lo dieron en el San Carlos Club de Barcelona y el segundo en el Teatro Infanta Beatriz de Madrid. Las entradas ya estaban agotadas tres días antes en las dos plazas. La primera parte del concierto era de jazz y la segunda de rock, con temas propios. Tal fue el éxito que la Dirección General de Cultura Popular incluyó a Lone Star en los llamados Festivales de España, lo que les llevó a recorrer todo el pais.
En 1972, después de dejar EMI, Lone Star saca un nuevo trabajo con su nueva discográfica, UNIC. El álbum, grabado ya sin la aportación de Rafael de la Vega que había sido sustituido por Sebastian Sospedra, se titula “Es largo el camino”. En este trabajo se encontraba este trepidante “Pájaro de fuego”.
Los años 80 no fueron buenos para Lone Star. La música electrónica estaba dejando fuera de juego al rock y Madrid ganaba peso frente a Barcelona al convertirse en el centro del negocio discográfico. En este escenario, el grupo prácticamente se descompone y solo quedan Alex Sánchez y Pedro Gené. A pesar de todo, en 1982 Lone Star y Eric Burdon, líder de The Animals, entre otros, juntaron a 120.000 personas en un concierto memorable organizado por el PSUC en la fiesta del día del trabajo.
El grupo se da por desaparecido pero… cual ave Fénix, y tras 16 años de silencio, vuelve a publicar un nuevo disco titulado “Hacia el futuro”. Esta resurrección es aprovechada por EMI para sacar a la venta todos los discos de Lone Star en formato CD. El negocio es el negocio.
Mientras tanto, el grupo seguía trabajando a duras penas pero con momentos álgidos como el que protagonizaron en el marco del Festival Grec, un concierto que contó con la colaboración de numerosos amigos. Manolo García, Teddy Bautista, Loquillo, Carlos Segarra y Rosendo fueron algunos de ellos. Un buen cartel, si señor.
Vamos a escuchar otra canción de Gené, I got nobody. Ojo al solo de bateria.
El grupo continuó ofreciendo conciertos esporádicos por todo el país hasta el año 2000. Hoy el grupo está inactivo. No obstante, Gene sigue en activo ofreciendo conciertos puntuales con repertorio propio del grupo.
Lone Star no ha caído en el olvido. Todavía aparecen de vez en cuando grabaciones desconocidas de conciertos como el del teatro Infanta Beatriz de Madrid del 68. Una cinta magnetofónica que, restaurada, dio lugar a un nuevo disco que recoge el concierto integro. Un pequeño tesoro para un gran grupo.
Que se haya convertido en una banda de culto no le extraña a nadie. Su calidad musical es incuestionable y su trabajo compositor inigualable. Supieron como nadie transmitir el alma del rock and roll y del R&B a todos sus seguidores. Así que, gracias.
Y nada más por hoy. Nos despedimos con otra extraordinaria canción de Gené, Maybe Tomorrow.
Nos vemos, nos oimos en la proxima entrega de Nada más que música, aquí, en Sientelo con oido Radio. Vuestra emisora de cabecera.
Como siempre, os deseo a todos unas “buenas vibraciones”.