Cuando McCartney anunció su salida de The Beatles el 10 de abril de 1970, anuncio que significó de hecho la ruptura definitiva del grupo, George Harrison vio que había llegado su momento, que por fin la ataduras y el liderazgo de sus compañeros desaparecían y que él podía dar rienda suelta a su creatividad.
En enero de 1970, Harrison innvitó al productor estadounidense Phil Spector a participar en una grabación de John Lennon. Esta colaboración llevó a Spector a sustituir primero a George Martin en la producción de Get Back y, más tarde en la producción del que sería el primer disco en solitario de George Harrison tras la disocución de The Beatles: “All things must pass.”
Phil Spector escuchó por primera vez las canciones de Harrison a principios de 1970 y, años más tarde, admitió que la cantidad y calidad del material era interminable. Harrison había acumulado canciones desde 1966, y había escrito, en colaboración con Bob Dylan algunas más.
La que acabamos de escuchar, Wah- Wah, tuvo su origen en una discusión con McCartney y en su salida temporal del grupo en el 69.
Otra canción del álbum, “What is life”, algo así como “Así es la vida”, se publicó como el segundo sencillo de este trabajo y fue un éxito inmediato. La nómina de músicos acompañantes es tremenda: Eric Clapton y toda la banda de Delaney & Bonnie and Friends que, añadiendo el Wall of Sound (el famoso muro de sonido de Phil Spector) y un prominente arreglo de cuerdas, dieron como resultado esta excelente canción.
Construida alrededor de un riff de guitarra, es una de las composiciones más populares de Harrison y la crítica ya la ha clasificado como un “clásico”.
What is life.
El primer sencillo del álbum, “My Sweet Lord”, una canción que tantos quebraderos de cabeza le dio a Harrison a cuenta de la demanda de plagio, que perdió por cierto, bueno pues surgió como un ejercicio para componer una canción gospel que en un principio cedió a su amigo Billy Preston. Esta versión se grabó en los Olympic Studios de Londres en enero de 1970, con Preston como principal músico y rodeado del guitarrista, el bajista y el batería de The Temptations.
The Edwin Hawkins Singers estaban también de gira por el Reino Unido, por lo que Harrison los invitó a participar en la grabación.
Harrison había escrito la canción como una alabanza al dios hindú Krishna pero al mismo tiempo quería que la letra sirviera como una llamada a abandonar el sectarismo religioso, y para eso mezcló de forma deliberada el Aleluya judío, cánticos de Hare Krishna y oraciones y textos de la literatura india.
My Sweet Lord.
El tercer disco de la edición original de All Things Must incluía temas instrumentales que Harrison y otros músicos habían improvisado durante las sesiones de grabación. Son canciones sencillas, construidas con mínimos cambios de acordes o con un solo riff., sin que por ello tengan una menor calidad.
En una entrevista con la revista Billboard en diciembre de 2000, Harrison comentó sobre estos temas instrumentales: “Las improvisaciones, yo no quería simplemente tirarlas a la basura pero al mismo tiempo tampoco eran una parte sustancial del disco: fue por eso por lo que las puse aparte, como una especie de bonificación”.
Este tercer disco de vinilo, en la versión original me refiero, incluía una funda de diseño, en la que se observa un bote de mermelada con el título de Apple Jam en la tapa y dos hojas de manzano en el exterior.
Vamos a escuchar un par de estas canciones. En primer lugar Plug me in
Otra de estas improvisaciones Thanks for the pepperoni, un rock and roll al estilo clásico. El título de esta canción parece que salió de un verso extraído de un álbum del cómico Lenny Bruce, famoso por su estilo satírico y de crítica social.
Thanks for the pepperoni.
Isn’t it a pity es una canción que Harrison compuso en 1966 y que fue rechazada por The Beatles, o sea, por Paul y Jhon y que nunca se incluyó en ninguno de los álbumes del grupo. Mal ojo, porque rápidamente alcanzó los primeros puestos en las listas de éxitos y ha sido versionada por gente muy importante como Nina Simone, Matt Monro, Paul Young o Roberta Flack.
La canción es una balada y el eje emocional y musical del álbum. Se ha interpretado como “una profunda reflexión sobre el fin de The Beatles”.
Isn’t it a pity
Hemos llegado al final de nuestra andadura por hoy. George Harrison, un buen músico, que tenía sorbido el seso por el espíritu y la religión pero que hacía canciones tan bellas como las que hemos disfrutado hoy.
Amigos, amigas, tened una feliz semana (es una orden) y nos vemos la próxima aquí, en Sienteloconoido.caster.fm, nuestro lugar de encuentro. Y mientras tanto… ¡Buenas Vibraciones!