El próximo día 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, declarado por la ONU en 1975. Paradójicamente, en EEUU se celebra oficialmente solo desde 1994, a pesar de que es en este país donde se encuentran los orígenes de esta conmemoración. ¿Por qué ese día
Bueno, seguro que ya conocéis la historia: el 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras textiles decidió salir a las calles de Nueva York para protestar por sus míseras condiciones laborales. Sería una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos y sucesos se produjeron a partir de ese episodio, y el más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes que tenían entre 14 y 23 años.
En fin, aunque nuestro objetivo sea que no exista el Día Internacional de la Mujer por la sencilla razón de que no existan motivos para ello, lo cierto es que esa realidad está muy lejos de ser cierta. Bienvenido pues el día internacional de la mujer, una y mil veces.
Y si alguien cree todavía que esta lucha es absurda o inútil, le vendría bien recordar las palabras de Rosa Luxemburgo: “Quienes no se mueven no notan sus cadenas”.
En “Nada más que música” nunca hacemos distinción de hombres o mujeres en la programación de la música, nos guiamos sencillamente por unos parámetros, subjetivos desde luego, de calidad.
Hoy haremos una excepción, cediendo a la tentación de programar solamente música interpretada por mujeres.
Así que, empezamos: con todos vosotros la Excma. Sra. Mirian Makeba y su conocido Pata Pata.
Icono de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica, Makeba, marginada durante más de tres décadas por el régimen racista sudafricano, siempre estuvo comprometida con la lucha por los derechos civiles y contra el racismo, una entrega que llevó a cabo hasta el último minuto de su vida
Dando un giro de 180º, escuchamos ahora a una gran cantante portuguesa, Amália Rodrigues fue una cantante de fados y actriz portuguesa. Apodada la «Reina del Fado», es la cantante que más ha popularizado este tipo de música en el mundo, después de haber grabado más de 170 discos a lo largo de su vida.
Su fama se internacionalizó durante las décadas de 1950-1970, pero sus vínculos con el régimen del dictador António de Oliveira Salazar, la obligaron a retirarse de los escenarios durante la década posterior a la Revolución de los Claveles de 1974. A pesar de estas vinculaciones, Amália es la artista portuguesa por excelencia, habiendo elevado el fado a la categoría de tesoro nacional.
Y ahora, otra vuelta de tuerca, escuchamos a Billie Holiday, nacida en Filadelfia, fue una cantante de jazz, y está considerada una de las tres voces femeninas más importantes e influyentes de este género musical, junto con Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald, de las que también hablaremos.
Billie Holiday impregnaba sus canciones con una intensidad inigualable que, en numerosos casos, era fruto de sus propias vivencias porque, las letras que cantaba, era su propia vida.
Y es que Holiday tuvo un problema de adicción a las drogas durante casi toda su vida. La heroína y el alcohol la destruyeron.
Murió a causa de una cirrosis hepática, el 17 de julio de 1959, a la edad de 44 años.
Y ahora abróchense los cinturones porque, desde Italia, llega “La Tigresa de Cremona”, Mina Anna Mazzini, «Mina»,
En 1962 su primer embarazo se convirtió en un escándalo en Italia, ya que Mina y el actor Corrado Pani, padre del niño, no estaban casados. La Rai (radiotelevisión pública italiana) la censuró durante casi dos años, tras los cuales se vio obligada a permitir el regreso de la cantante a los escenarios, ya que el público italiano reclamó insistentemente su presencia a través de cartas a la Rai. De ella se ha dicho:
«Mina es la mejor cantante de raza blanca del planeta» (Louis Armstrong).
«Si no tuviera mi voz, querría tener la de una joven cantante italiana llamada Mina » (Sarah Vaughan)
«Mina es la más grande cantante que existe » (Liza Minnelli)
Sitio ahora para la música clásica y el Bel Canto y nada menos que de la mano de la mejor: María Callas y su interpretación de Madame Butteerfly,
Maria Callas fue una soprano griega considerada la cantante de ópera más eminente del siglo XX. Capaz de revivir el bel canto en su corta pero importante carrera, fue llamada «La Divina» por su extraordinario talento vocal y actoral.
Aún hoy genera controversia su peculiar voz, de registro amplio y que unida a su dominio de la técnica, le permitió cantar roles desde soprano ligera a los dramáticos e incluso de mezzo (Carmen, Dalila).
Para las revistas del corazón, su nombre estará siempre asociado a Aristóteles Onassis, el que, parece ser, fue el gran amor de su vida.
Otra mujer extraordinaria, Luz Casal “Estoy cansada de ser una muñeca más. Entre paredes de cartón no es suficiente mirar la televisión, para saber que esto va mal”. Luz Casal lo cantaba en No aguanto más, hacia 1982. Fue uno de sus primeros éxitos.
La cantante mantiene vivo su discurso feminista y tolerante, una actitud que aprendió de niña en un hogar complicado.
Un cáncer de mama no ha sido suficiente para que esta mujer deje los escenarios, ni la vida.
Otra grande, Ella Fitzgerald, la Reina del jazz, fue una cantante estadounidense que dominó como nadie éste genero. No obstante esta condición básica de jazzista, el repertorio musical de Ella Fitzgerald es amplísimo e incluye swing, blues, bossa nova, samba, góspel, calypso, canciones navideñas, pop, etc.
Junto con Billie Holiday y Sarah Vaughan, está considerada como la cantante más importante e influyente de la historia del jazz (y, en general, de la canción melódica popular de Estados Unidos). Solo decir que estaba dotada de una voz con un rango vocal de tres octavas.
En los años cincuenta destacó, en paralelo a la obra de Frank Sinatra, por sus versiones de los temas de los grandes compositores estadounidense: Duke Ellington, Cole Porter, Johnny Mercer, etc.).
Ganó catorce premios Grammy, incluyendo el Grammy a toda su carrera, y fue galardonada con la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos.
Vamos a escuchar ahora a una instrumentista privilegiada: Candy Dulfer, saxofonista. Candy empezó a tocar el saxofón cuando tenía seis años y a los catorce ya tenía su propia banda, Funky Stuff. Su hit «Lily was here» (con la colaboración de Dave Stewart) fue grabada en 1989 y estuvo en la cima de las listas de toda Europa y es la que acabamos de escuchar.
Su carrera musical ha sido prolífica: nueve discos de estudio, dos discos de directos y un recopilatorio y ha trabajado y grabado con otros músicos tales como, Prince, Dave Stewart (Eurythmics), Van Morrison, Lionel Richie, Beyoncé, Pink Floyd, Aretha Franklin, Blondie, Alan Parsons, en fin, un larguísimo etcétera.
Su estilo musical se basa principalmente en el smooth jazz y el jazz-pop, aunque su evolución le ha permitido acercarse a más estilos, como el R&B, el funk, el hip hop o la música latina.
Nuestro recorrido por la obra de grandes mujeres nos acerca ahora al flamenco, con una invitada de lujo: Carmen Linares. Carmen Pacheco Rodríguez, nacida en Linares, es una cantaora de flamenco que está considerada como una de las más completas y con mayor conocimiento de estilos flamencos junto a la «Niña de los Peines». Compañera de generación de artistas como Paco de Lucía, Camarón, Enrique Morente, Pepe Habichuela y José Mercé y maestra y cantaora de referencia de la generación de artistas jóvenes como Estrella Morente o el mismisimo Miguel Poveda. Es visitante asidua de escenarios como Carnegie Hall de Nueva York, Sadler´s Wells de Londres, Palau de la Música de Barcelona, Auditorio Nacional de Madrid y la Cité de la Musique de París.
Volviendo al jazz, nos encontramos con una gran artista que heredó la calidad y la calidez de su padre: Natalie Cole. Natalie Maria Cole fue una cantante estadounidense de jazz, soul y R&B. Hija del legendario cantante de jazz Nat King Cole, tuvo éxitos a mediados de los años 1970 como artista de R&B. A principio de la década de los 80, Natalie Col dio un frenazo a su carrera con pocas actuaciones y un bajón en las ventas, todo ello debido a su adicción a las drogas.
Cole resurgió como una artista pop con el álbum de 1987 Everlasting (Eterno), con una versión de «Pink Cadillac» («Cadillac rosa») de Bruce Springsteen. En la década de los 1990 regrabó los éxitos de su padre, entre los cuales «Unforgettable … with Love» («Inolvidable… con amor») tuvo unas ventas de siete millones de copias y también hizo que Cole ganara numerosos Premios Grammy.
Su carrera se puede dividir en dos etapas: en la primera, hizo R&B y urban; después trabajó más en el jazz. Durante su carrera vendió más de 30 millones de álbumes. Falleció a la edad de 65 años en el Cedars-Sinai Medical Center en Los Ángeles, California debido a una insuficiencia cardíaca congestiva.
Seguimos adelante con un vieja conocida: Astrud Gilberto. Es una cantante brasileña de bossa nova, samba y jazz.
Su vinculación con el mundo de la música comenzó cuando se casó en 1959 con uno de los primeros guitarristas de bossa nova, João Gilberto. En 1963 estaba acompañando a su esposo en Nueva York mientras grababa con el pianista y compositor Antonio Carlos Jobim y con el saxofonista estadounidense Stan Getz un disco de fusión entre el jazz y la bossa nova. Empujada por su marido, Astrud Gilberto cantó unas estrofas y gustó tanto su voz que, a pesar de no tener experiencia previa, grabó el disco Getz/Gilberto, aunque no figuró en los créditos del disco.
Su éxito cantando Garota de Ipanema la catapultó como una de las intérpretes más conocidas de una época de oro de la música brasileña. A partir de entonces emergió como nombre reconocible en todo el mundo y comenzó una larga carrera artística.
Astrud Gilberto es también una artista pintora, y es conocida por su apoyo a los derechos de los animales.
Y volvemos a la música clásica, por que no? Lo hacemos con Sharon Kam, clarinetista. La clarinetista Sharon Kam, nacida en Haifa, Israel, en el seno de una familia de músicos, aprendió a tocar el violín y el piano en su infancia, para luego decantarse por el clarinete.
Debutó a los dieciséis años con la Orquesta Filarmónica de Israel dirigida por Zubin Mehta y en la actualidad es invitada habitual de las mejores orquestas.
Aquí la hemos escuchado interpretando un fragmento del Concierto para clarinete, en A mayor, de Mozart.
Y de la clásica, al jazz. Karen Souza es una cantante argentina de jazz, reconocida internacionalmente. Empezó su carrera colaborando con diversos productores de música electrónica pero cuando fue invitada a participar en el primer disco de la saga “Jazz and 80s” realizados por su sello Músic Brokers, Karen Souza encontró su lugar en el jazz contemporáneo.
Essentials, su primer disco, fue un éxito inmediato. En él se repasan una serie de canciones “esenciales” y tamizadas por el jazz. Una delicia.
De este disco es Corcovado, la canción que le hemos oído interpretar.
Sin abandonar el jazz, escuchamos ahora a Andrea Motis, nació en Barcelona en mayo de 1995 y es una trompetista, saxofonista y cantante de jazz española. Se formó musicalmente, a partir de los 7 años, en la Escuela Municipal de Música de Sant Andreu, un barrio de Barcelona. En 2007, con sólo 12 años, comenzó a colaborar con el grupo de jazz Sant Andreu Jazz Band, dirigido por el profesor de música y músico Joan Chamorro quién la descubrió artísticamente y con quién ha grabado seis discos. Su voz ha sido comparada con la de Norah Jones.
Y para despedirnos por hoy, que mejor que hacerlo con Bebe y su éxito “Malo”. Una canción que no necesita ninguna explicación.
La igualdad es cosa de todos, de las mujeres y de los hombres, de los hombres y de las mujeres, y solo colectivamente, llegaremos a conseguir ese objetivo.
Lo dijo Simone de Beauvoir: “El feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente.”