¿Qué tal ha ido la semana? Vale, mejor no pregunto. Vamos a intentar, con la música, con la buena música, apañar los desperfectos. Así que, fuera problemas, fuera preocupaciones, fuera malos rollos, vamos a la música.
Hoy con un disco que se lanzó al mercado el 24 de octubre de 1971 y que a pesar del tiempo transcurrido no ha perdido ni un ápice de su frescura. Hablamos de American Pie, de Don Mclean, todo un clásico.
American Pie es el segundo álbum de estudio del cantante y compositor estadounidense Don McLean , en el que se aprecia un marcado estilo folk/rock, característico del autor y el disco está dedicado a Buddy Holly.
«American Pie» hace referencia a la historia del rock and roll, y comienza en el momento de la muerte de los músicos Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper en un accidente aéreo en 1959. Por cierto, en esta canción fue donde se acuñó la frase “El día que murió la música”.
La letra de la canción es un poco desconcertante porque, aunque McLean dedicó el álbum American Pie a Buddy Holly, ninguno de los músicos que viajaban en el avión en el momento del accidente es mencionado por su nombre. Cuando se le preguntó a McLean el significado de «American Pie», él dijo: «Significa que jamás tendré que trabajar otra vez». Lógicamente se refería a la cantidad de pasta que le había proporcionado. Posteriormente, declaró de forma más trascendental: «Encontrarán muchas ‘interpretaciones’ de mi letra pero no les diré la mía… Lamento dejarlos a todos así, pero hace tiempo me di cuenta de que los compositores deben dar sus declaraciones y marcharse, manteniendo un silencio digno». Amen.
Otra de las canciones más famosas del álbum es este Vincent, un arrebatado homenaje a Vincent van Gogh
Esta canción, «Vincent», alcanzó la decimo segunda posición en las listas de Estados Unidos y la primera en el Reino Unido en 1972,
Os voy a contar una curiosidad, de la que me acabo de enterar por otra parte. Un poema sobre McLean, «Killing Me Softly With His Blues» de Lori Lieberman, se convirtió en la canción “Killing me softly”, canción que la voz de Roberta Flack llevó al éxito en 1973. Hubo muchas versiones de esta canción pero todos recordamos la de Roberta Flack.
Seguimos con American Pie y escuchamos ahora Till Tomorrow, una canción compuesta al más puro estilo folk de los 60. Preciosa.
En la carátula del disco, el coro final de «American Pie» está acreditado «Coro de West Forty Fourth Street Rhythm and Noise». Pero, por Ed Freeman, el productor del álbum, sabemos que en ese coro estaban también Pete Seeger, James Taylor, Livingston Taylor y Carly Simon. No son malos compañeros de coro, ciertamente.
Everybody loves me, baby.
Cuando se publicó este disco, la crítica le auguró un precioso “suicidio comercial”. Bueno, pues lejos de acertar, el álbum se convirtió en un fenómeno cultural. American pie pulsa la fibra sentimental de la generación del rock: se trata de una parábola donde se habla, sin mencionar sus nombres, de Elvis Presley, Bob Dylan, los Byrds, los Beatles, los Rolling Stones y, desde luego, del ya mencionado accidente de Buddy Holly. Las emisoras se dividieron: unas radiaban el tema completo, otras se conformaban con la versión del single, pero sobre todo,0 Y se multiplicaron las explicaciones de la letra, que enfrentaron a los que sólo veían nostalgia y los que creían reconocer allí la expresión de la frustración ante la impotencia del rock para transformar la realidad y, lo más inmediato, detener la guerra en Vietnam.
En un tomo muy intimista, esta canción: Empty Chairs, Sillas vacías, McLean se lamenta de no haber sabido entender los mensajes que su amada le envió antes de abandonarle.
“Me pregunto si sabes
Que nunca comprendí
Que aunque decías que te irias
Hasta que lo hiciste nunca pensé que lo harías.»
Bueno, su amada era su esposa. Le había abandonado hacia poco.
Tras vender millones de copias de American pie, McLean recondujo su carrera. Su voz dulce no era la más adecuada para unos años en los que el rock duro campa a sus anchas, su voz era más adecuada para firmar rarezas como la pista final de nuestro disco de hoy, «Babilonia», que es una paráfrasis del 1er verso del salmo 137 y está basado en el canon «By the Waters of Babylon», Por las aguas de Babilonia, atribuido a Philip Hayes y compuesto aproximadamente en 1786 y que, aunque fuera de época, mantiene la tradición barroca y renacentista inglesa. Raro pero precioso
Bueno amigos, hemos terminado por hoy. La próxima semana nos ocuparemos de otro disco insustituible. Os emplazo aquí para seguir disfrutando de la buena música. A fin de cuentas, escuchar música crea picos de emociones que incrementan la cantidad de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a controlar los centros de recompensa y placer del cerebro. Además ayudan a procesar otras emociones como miedo, tristeza, resentimiento y dolor, aún cuando estén presentes a nivel subconsciente.
Eh¡¡¡ ¿A que no os esperabais esto? Lo acabo de leer en Wikipedia y me ha parecido un final muy chulo. Solo faltaría que fuera verdad.
Hasta la semana que viene, y como siempre… ¡¡¡Buenas vibraciones!!!
Un pensamiento sobre “Nada más que música – Don Mclean (American Pie)”
Así conocí esto yo…
https://www.youtube.com/watch?v=PQUX32XusnE