Hola a todos, bienvenidos a NADA MÁS QUE MÚSICA. Como diría nuestro inolvidable Pepe Isbert, “este programa tenía una deuda con vosotros y esta deuda la vamos a pagar”. Si señor, llevamos meses sin decir, casi, ni una palabra sobre uno de los mayores genios de la música popular de los últimos tiempos: David Bowie. Hoy solucionaremos este problema escuchando uno, a mi juicio, de sus mejores trabajos: Hunky Dory, algo así como Estar bien.
Changes, primer corte de este cuarto álbum de estudio que salió al mercado en diciembre de 1971.
Bowie atravesaba una etapa de baja actividad, tanto de actuaciones como de composiciones. No tenía contrato discográfico, su mánager estaba ocupado en los juzgados y no tenía banda porque había discutido con todos sus músicos. Así las cosas, su mánager sacó un poco de tiempo para él, el último porque a partir de ese momento se dedicó a otros pitos, y firmó un contrato con la compañía independiente Chrysalis Music. Bowie despertó de su letargo y recurrió a su colega Bob Grace para que escuchara alguna maqueta en la estaba trabajando. A Grace le gustó el trabajo y grabaron un sencillo que fue un fracaso comercial.
El disco se vendió mal pero en EEUU le fue mejor tanto con la crítica como con las ventas. Se escuchó en las emisoras de radio y esto aumento la fama de Bowie. Así que, con estos antecedentes, se embarcó en una gira por EEUU. Esta gira inspiró al artista a escribir canciones tributo a tres iconos de la cultura estadounidense, Andy Warhol, Bob Dylan y la banda Velvet Underground, concretamente a su cantante Lou Deed.
Tras la gira se puso a escribir febrilmente y compuso más de tres docenas de canciones, algunas de las cuales están en este disco.
Una de las primeras canciones compuestas para este Hunky Dory fue “Oh! You pretty things”. Después de grabar su demo en Radio Luxemburgo, le dio la cinta a Peter Noome, de Herman’s Hermits. Éste la grabó y la lanzó como sencillo en su debut. Fue un éxito comercial alcanzando el número 12 en las listas. La crítica dijo: “David Bowie es el mejor compositor en Gran Bretaña en este momento… sin duda el mejor desde Lennon y McCartney”.
Oh! You pretty things.
Cuando Bowie entró en el estudio para grabar este álbum, fue consciente de que no podría hacerlo sin Mike Ronson, al que había despedido unos meses antes. A pesar de todo, Ronson se mostró entusiasmado con el proyecto y empezaron a buscar al resto de músicos. Tras varias tentativas, contactaron con Trevor Bolder, un ex peluquero y afinador de pianos. Y así, en formato de trío, empezaron a ensayar y bajo el nombre de Spiders from Mars, tocaron por primera vez el 3 de junio el programa de radio de la BBC In Concert del DJ John Peel.
Oficialmente, empezaron a trabajar en el álbum el 8 junio de 1971. Ken Scott, que ya había diseñado los dos discos anteriores de Bowie, fue contratado también para la ocasión. Aunque, según sus palabras, no tenía nada claro que Bowie pudiera convertirse en una gran estrella, posteriormente reconocería que: “ Era único, es el único cantante con el que he trabajado que, cada una de sus tomas, en una obra maestra.”
Sin embargo, para Bolder, el bajista, la grabación, a pesar de hacerse casi todo en una sola toma, fue angustiosa: “No, espera, escucha, cambia, mira… en fin… un sinvivir.”
Y es que, en esta ocasión, y en contra de su costumbre, Bowie tomó parte activa en el control del sonido y los arreglos del álbum. Vamos a escuchar otro corte de este álbum, Life on Mars? 01’30’’
Quicksand, la canción que escucharemos seguidamente, fue grabada en julio del 71 en los estudios Trident, en Londres. En esta balada se suman dos factores que hacen de ella una preciosa canción. Por un lado, la interpretación acústica de la guitarra de Mick Ronson y por otro el sonido que consigue darle el productor Ken Scott. Se nota que éste último había trabajado en el álbum de Geroge Harrison y el parecido es evidente. No es copia, es estilo.
Según palabras del propio Bowie, la canción estuvo influenciada por ideas budistas, ocultismo e incluso se refiere a la sociedad mágica de la Aurora Dorada. Para vuestro conocimiento, y el mío, la Orden Hermética de la Aurora Dorada es una organización secreta y esotérica en la que se estudia y practica la magia, astrología, cábala, tarot y alquimia, fundada en Londres en 1888. Nada que ver con Amanecer Dorado, el grupo fascista griego.
Bueno, pues hecha la aclaración, la crítica la calificó “Bowie en uno de sus oscuros y más metafísicos estados de ánimo”, aunque, por otro lado la revista Rolling Stone remarcó su “hermosa melodía y el habilidoso y precioso adorno de la guitarra de Mick Ronson”.
Ya habíamos comentado que Bowie había compuestos unas cuantas canciones en honor de sus ídolos americanos del momento. Uno de ellos era Andy Warhol. La canción empieza con una serie de extraños tonos electrónicos que van desapareciendo mientras escuchamos una conversación entre Bowie y el productor Ken Scott. Bowie le enseña a pronunciar bien el nombre de Warhol. Cuando Bowie se da cuenta de que todo está siendo grabado, se ríe y empieza la canción.
La pieza es acústica y posee un memorable riff interpretado por Mick Ronson a la guitarra acústica. Al principio, esta canción estaba destinada para Dana Gillespie, pero su grabación no se publicó hasta 1973. En ambos casos, la de Bowie y la de Dana cuentan con la guitarra de Ronson.
Bowie, declarado admirador de Warhol, envió al artista una copia avanzada del álbum Hunky Dory e interpretó «Andy Warhol» para él en persona en The Factory de Warhol en Nueva York en septiembre de 1971, antes de que se lanzara el álbum. Pero debido a la reacción típicamente mínima de Warhol, Bowie nunca estuvo seguro de si le gustaba o no. Tony Zanetta, quien había traído a Bowie a la fábrica y luego interpretaría a Warhol en la primera obra de teatro del artista, Pork, siempre ha declarado que Warhol “no dijo nada, pero odió la canción hasta el fin de sus días.”
Otro de los ídolos de Bowie homenajeados en este trabajo es Bob Dylan. Esta canción hace referencia a otra del propio Dylan en la que homenajea Woody Guthrie.
La canción de Bowie empieza con la frase: “Ahora, escucha esto, Robert Zimmenrman, escribí una canción para tí”.
El texto de la canción describe la voz de Dylan como “arena y pegamento”, un símil que ya utilizó Joyce Carol, la famosa novelista estadounidense. Ella decía “Cuando escuché por primera vez esta voz cruda, muy joven y aparentemente no entrenada, francamente nasal, como si el papel de lija pudiera cantar, el efecto fue dramático y electrizante”.
La grabación de esta canción no fue fácil, de hecho, se rechazaron numerosas tomas hasta conseguir la definitiva. Cuando le preguntaron sobre el significado de la canción, dijo: “Bueno, así es como muchos ven a Bod Dylan”.
Más tarde matizaría: “La canción expone lo que yo quería hacer en el rock. Si Dylan no quería hacerlo, lo haría yo”. Se estaba refiriendo a la decisión de electrificar, o no, su música.
Bowie fue un fan de Dylan. No hay duda. Ambos se reunieron varias veces a lo largo de los años 70 y 80 a pesar de que Dylan fue bastante grosero con el inglés.
Preguntado por su relación, Bowie dijo en una entrevista: “Vi a Dylan en Nueva Yorck hace unos siete u ocho meses. La verdad es que no tenemos mucho de que hablar. No somos grandes amigos. Yo creo que me odia.”
Esto es Song for Bob Dylan.
Hunky Dory, el álbum que estamos escuchando hoy, ha sido muy valorado por la crítica y el público. Siempre colocado en los primeros puestos de todos las listas, el propio Bowie consideraba que era un de los más importantes de su carrera. “Hunky Dory me dio un gran reconocimiento. Supongo que me brindó, por primera vez en mi vida, una audiencia real, es decir, personas que se me acercaron y me dijeron: “Buen álbum, buenas canciones”, esto no me había pasado antes.”
The Bewlay Brothers es la canción que cierra el disco. Una balada que se ha descrito como “probablemente la canción más densa e impenetrable de Bowie”.
Siempre se ha interpretado que la canción estaba basada en su medio hermano Terry Bums, que sufría esquizofrenia.
Bowie admitió que, realmente, “estaba muy basada en mí y en mi hermano, sobre mis sentimientos en nuestra relación. Nunca estuve muy seguro de qué posición real tenía Terry en mi vida, si Terry era una persona real o si realmente era mi otro yo. Sobre esto va Bewlay Brothers.”
El 10 de enero de 2016 Bowie murió a causa del cáncer de hígado que padecía en su apartamento de Nueva York. Se le había diagnosticado 18 meses antes pero no se hizo publica la noticia por expreso deseo del artista. En su últimos días ya no pudo acudir a los ensayos de su musical Lazarus debido a lo avanzado de la enfermedad.
Nos vamos a despedir, por el momento, de Bowie y de su álbum Hunky Dory con el último tributo que contiene el álbum y que está dedicado a los Velet Underground. La canción, Queen Bitch, comienza con una cuenta a tras de Bowie, un rasgueo de su guitarra acústica de doce cuerdas y una entrada gloriosa de la guitarra eléctrica de Ronson.
Por otro lado, la letra es provocativa. Un tipo y su amante masculino buscan drag queens y aventuras en la calle. Mientras observa a su amante deambulando por las aceras desde la terraza de su apartamento, se lamenta de como ha caído tan bajo y le reprocha que podía hacerlo mejor.
Lo dejamos aquí por hoy para recogerlo el próximo día en el que oiremos más música y escucharemos más historias.
Chao amigos.