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Nada más que música – Camino de 1973

31 mayo, 2019 - Música
Nada más que música – Camino de 1973

Hasta 1972 y aún parte de 1973, el rock conoció su época de mayor esplendor. Nadie podía imaginar lo que sucedería en octubre de 1973. Nadie podía imaginar que aquello fuera a terminarse, y menos de manera tan brutal. Salían artistas de todas partes, algunos de gran relieve, y se oían canciones que pasaban a la historia y marcaban el momento en que se escuchaban. Todo ello sin olvidar que los grandes seguían activos. Era todo pura energía.

 

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En Inglaterra, el batiburrillo de estilos era tremendo. La mezcla de tendencias, voces, grupos y solistas hizo compañeros de viaje existencial a personajes tan dispares como estos Colosseum, que acabamos de escuchar: The Valentyne Suit.

Esta banda es uno de esos grupos que corren el peligro de ser borrados de la memoria colectiva, y de nada sirve que la totalidad de sus discos superaran la media de calidad que había en su momento (lo cual supone mucho) o que la mayoría de los músicos que pasaron por sus filas hayan formado parte antes o después de otras bandas célebres.
En cualquier caso, se puede decir, sin temor a error, que todos los directos de esta banda fueron sobresalientes por su intensidad y calidad, La formación se había acoplado a la perfección y su estatus de virtuosos estaba perfectamente justificada. Por este motivo, decidieron grabar dos de sus conciertos para editar un doble LP que reflejara el espíritu de la banda en vivo. Este disco, Live, fue editado en 1971 por Bronze Records. “Walking in the Park”, uno de los cortes de este doble álbum, es una versión del clásico de Graham Bond que ellos siempre tocaban en directo en forma de tributo para el veterano músico. Un r’n’blues tocado a toda velocidad y donde todos los músicos se van repartiendo sus correspondientes solos.
Quien no haya escuchado nunca a Colosseum debería empezar por este disco en directo… quedará atrapado para siempre. Expresa a la perfección las dos vertientes del grupo: por un lado la herencia con los sonidos clásicos del jazz o el blues, y por otro el esfuerzo por superar esa herencia experimentando con el hard rock y el progresivo. La obra, según la crítica especializada de la época, refleja a la perfección el espíritu de cambio que se vivía en los 70.

 

 

Como contrapartida al rock de vanguardia de Colosseum, nos topamos de narices con la suave voz y el lirismo de Al Stewart.

Al Stewart es un cantautor escocés nacido el 5 de septiembre de 1945 en Glasgow. A mediado de los 60, tras diversos escarceos en grupos de la zona, se trasladó a Londres para actuar como cantante folk en el circuito de clubs de la capital, muy influenciado estilísticamente por Donovan, e incluso por John Lennon.
En el año 1966 grabó para la Decca su single debut, “The Elf”, que no obtuvo ningún tipo de repercusión comercial.
No obstante, con la publicación de Love Chronicles, en 1969, su carrera se enderezó y alcanzó el éxito a ambos lados del Atlántico. Por cierto, en este disco la guitarra es de Jimi Page.
Su LP más famoso y el de mayor fortuna comercial fue “Year Of de Cat”, editado en 1976 por Alan Parsons, incluía la mítica composición del mismo nombre y por la que Al Stewart resulta más conocido y que es esta.

 

 

Otros grupos de esta época y que nada tienen que ver con lo visto hasta el ahora, mucho más rockeros y comerciales son, por ejemplo, Suzi Quatro.

Dentro de la explosión glam en la Gran Bretaña de estos primeros años 70, una figura rockera femenina pudo competir en actitud subversiva y llamativa con gente tan popular del movimiento como The Sweet o los mismísimos Slade. Embutida en brillantes trajes de cuero negro, la americana Suzi Quatro consiguió destacar en un sector artístico predominantemente masculino y fue una pionera para todas las mujeres que triunfaron posteriormente. Nacida el 3 de junio de 1950 en la ciudad de Detroit, estuvo muy influenciada por su familia a la hora de iniciarse en la música, no en vano su padre lideraba una banda de jazz. Tras su paso por varios grupos, en 1972 se trasladó a Inglaterra de la mano del productor Mickie Most.
Su natural pinta rockera, su vestimenta y sus canciones glam Hard-Rock, hicieron de Suzi una de las primeras figuras femeninas dentro de la música europea. En EEUU, por el contrario, pasaba totalmente desapercibida. Su mayor éxito fue una canción titulada “Can the can”. La barita mágica del éxito le tocó en la cresta y, con esta canción, alcanzó el número uno en las listas británicas.

 

Otro grupo de los que hemos dado en llamar “comerciales” y que triunfó en estos años fue Christie. Esta banda británica se formó en la ciudad de Leeds, en 1969.
El alma mater y fundador del grupo fue Jeff Christie, que venía de colaborar en diversas bandas como Acid Gallery y otras.
En 1969, Jeff Christie ofreció su composición Yellow River a The Tremeloes. Ellos la grabaron para lanzarla como single, pero cambiaron de opinión y permitieron a Christie usar la música ya grabada. Consiguieron un número uno en la lista de ventas británica en junio de 1970, y llegaron al 23 en Estados Unidos. Fue un éxito internacional, y fue número uno en 26 países, entre ellos España, donde alcanzó el número uno de 40 Principales el 8 de noviembre de 1970. Acumuló tres millones de ventas en todo el mundo. El siguiente single, en octubre de 1970, fue San Bernadino, que alcanzó el 7 en Reino Unido y el 1 en Alemania, pero en Estados Unidos no pasó del 100. Su último éxito fue Iron Horse, en el 1972. El grupo se ha disuelto y reagrupado en diversas ocasiones pero ya con desigual éxito y, desde luego, ninguno internacional. Esto es Iron Horse.

 

 

Vinegar Joe fue una banda inglesa de R&B , formada en 1971 en Londres. Lanzaron tres álbumes en Island Records , pero fueron más conocidos por sus actuaciones en directo y, sobre todo, porque fue el trampolín de carreras en solitario como las de Elkie Brooks y Robert Palmer .
Y es una pena, porque, como vamos a ver ahora mismo es una banda algo más que interesante. La banda se disolvió en la primavera de 1974 y dos de sus componentes, los citados Brooks y Palmer disfrutaron del éxito como músicos solistas. Esto que suena es Early Monday Morning.

 

 

Uno de los famosos que salió de esta banda fue Rober Palmer. Este cantante inglés nació el 19 de enero de 1949 y falleció, desgraciadamente, en París, el 26 de septiembre de 2003 de un fulminante infarto de miocardio. Su trabajo se caracterizó por su habilidad innata para mezclar estilos musicales en sus obrar. Combinó el soul, jazz, rock and roll, reggae, blues, e incluso canto tirolés.
En 1987, Palmer se trasladó a Lugano, Suiza, y montó su propio estudio de grabación. Fue allí donde, en 1989, produjo Heavy Nova, álbum en el que se encontraba «Simply Irresistible», canción que le valió su segundo premio Grammy al mejor cantante de rock masculino.
Si no lo habéis visto, merece la pena buscar el videoclip promocional. Fue uno de los más distintivos y memorables de los años 80.

 

Bueno, ya veis que estos escasos tres años dieron para mucho. También en estos meses saltó a la palestra un prolífico músico gibraltareño: Albert Hammond.

Albert Hammond es cantante, compositor y productor. Hammond es uno de los compositores británicos más exitosos de los años 1960 y 1970, y ha vivido una larga y fructífera carrera como intérprete debido a su popular producción en tres continentes, en dos idiomas y a lo largo de cuatro décadas.
Sus primeras actuaciones en Madrid tuvieron lugar en las Matinales del Price en los años 62 y 63 formando parte del grupo «The Diamond Boys». O sea, coetáneo de Miguel Rios, Los Relámpagos, Los Pequeniques, Micki y Los Tonis y tantos otros.
Además de sus abundantes éxitos, Albert Hammond ha escrito canciones para una innumerable lista de famosos: Joe Dolan, Blue Mink, The Hollies, Michael Chapman, Cass Elliot, Johnny Cash, Richard Carpenter o el mismísimo Art Garfunkel,
Hammond tuvo también un tremendo éxito como compositor de sencillos con sus grabaciones en español, tanto que hasta se convirtieron en un éxito internacional temas como «Échame a mí la culpa». Tras ese éxito, y a la vista del filón, siguieron en la línea con canciones como «Eres toda una mujer» «Cerca del río», «Necesito poder respirar» y con clásicos de la música latina como «Espinita», lo que le permitió realizar importantes giras en España y pasearse por toda América latina.

 

 

 

De entre todos sus trabajos para otros, merece especialmente atención Entre mis recuerdos. Vamos a escucharla, nuevamente, en la voz de Luz Casal.

 

 

 

 

 

 

Pero no todos los grupos nacidos en estos años tuvieron la misma fortuna. Mungo Jerry, por ejemplo, que aunque obtuvo un memorable éxito con su canción In the summertime, nada de lo que hizo posteriormente tuvo repercusión. Este grupo inglés fue fundado en 1970 por Ray Dorset y este es su famoso In The summertime.

 

 

Otro grupo que también tuvo su momento de gloria con una única canción fue Rare Bird, y la canción fue Sympathy.

Sin embargo, algunos otros artistas sí que tuvieron el reconocimiento nacional e internacional que merecieron. Uno de ellos fue Gilbert O’Sullivan

 

 

 

O’Sullivan nació en Irlanda en 1946 pero su familia, en el 1953, se trasladó a Inglaterra y fue allí donde dio rienda suelta a su afición por la música. Aprendió a tocar la guitarra, la batería y el piano. Toco en diversos grupos, y entre ellos, una banda llamada Rick’s Blues creada por Rick Davies, el que posteriormente sería fundador de la banda de rock progresivo Supertramp.
Hemos escuchado uno de sus primeros éxitos, Matrimony, pero con la canción que alcanzó el éxito internacional en 1972 fue “Alone again (Naturally)”, que llegó al número 3 en el Reino Unido y al número 1 en los Estados Unidos, según las listas Billboard, así como «Canción del Año» en varios países de todo el planeta. Es una melancólica mirada al abandono, a la pérdida, “solo otra vez”. A la vista del éxito, declaró: «Es solo una canción. Cuando fue grabada, nadie pensó que esta melodía fuera a cambiar el mundo, y así ha sido».

Gilbert O’Sullivan colaboró en muchos de sus trabajos con otro compositor y productor llamado Gordon Mills y, lo que al principio eran sonrisas, abrazos y apretones de manos entre Gilbert y Mills terminó convirtiéndose con el tiempo, como suele pasar frecuentemente, en la guerra de las galaxias. En 1975, ambos rompieron relaciones y dieron inicio a un largo período judicial por impago de royalties. Las cosas se pusieron más amargas cuando O’Sullivan descubrió que su contrato de grabación favorecía descaradamente a Mills. O’Sullivan demandó a su ex colega sospechando (acertadamente) que Mills le había robado la cartera. Finalmente, en mayo de 1982, ojo, siete años después, el tribunal dictó a favor de O’Sullivan, describiéndole como un «hombre honesto y decente», que no había recibido una proporción justa de los vastos ingresos que sus canciones habían generado. Y se embolsó 7 millones de libras. Y, paradojas del destino, otro de los grandes éxitos de O’Sullivan fue Claire, una muy bonita canción, dedicada a la hija de su muy querido “amigo” Mills.

Bueno, hemos dado un bonito paseo en este nuestro particular túnel del tiempo entre los años 70 al 73. Hemos recordado o descubierto algunos de los artistas que, en esa época, intentaban, con mayor o menor fortuna, hacerse con un hueco en el firmamento de la música. Pero fueron muchos más, porque al otro lado del Atlántico no se estaban con los brazos cruzados. Pero eso, amiguitos, será otra historia. Por hoy hemos terminado, y lo hacemos con la esperanza de haberos entretenido, porque no pretendemos nada más.
Volveremos, volveremos con más música, más músicos y más historias. Hasta entonces, y como siempre… buenas vibraciones!!!

 

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