Calle 54 es un documental dirigido por Fernando Trueba en el que presenta a los mejores exponentes de la época del género del jazz latino o ‘latin jazz’, como se conoce en los Estados Unidos. El documental es una coproducción española, francesa e italiana y fue lanzado en el año 2000.
Se trata de un minucioso trabajo de investigación en el que se rinde homenaje a los artistas más destacados del Latin Jazz. Incluye, entre otros, artistas brasileños (como Eliane Elias), cubanos (como Paquito d’Rivera, Bebo Valdés y Chucho Valdés), españoles (como Chano Domínguez), dominicanos (Michel Camilo), venezolano (Aquíles Báez), puertorriqueños (Tito Puente o Jerry González) y argentinos (el Gato Barbieri). Con estos compañeros de viaje, Fernando recorre todos los lugares por los que se han desarrollado las diferentes ramas de este género, mezclando el ritmo y el sonido de la música latina (como la rumba, la samba, el joropo o el flamenco) con la armonía y la estructura del jazz.
Las grabaciones de la película dieron origen a un doble CD que tiene el valor de un documento histórico, el resumen de un festín musical del que ahora vamos a disfrutar nosotros.
Empezamos: Paquito d’Rivera y su Panamericana. Bueno, la pieza es larga, dura siete minutos, relajaos y disfrutad.
Panamericana es la canción principal de un trabajo homónimo que incluye otros números, formando realmente una suite que fue estrenada en el Jazz at Lincoln Center en el 2000. Sobre la obra, D’Rivera declaró: «Soy una persona ecléctica … crecí hijo de un saxofonista clásico que amaba el jazz … crecí en La Habana… la música latinoamericana estaba en el aire «.
Vamos ahora con una intérprete excepcional: Eliane Elias, una brasileña que a los trece años era alumna destacada del gran Amilton Godoy. Inició su carrera profesional acompañando a grandes intérpretes como Vinicius de Moraes y Toquinho pero fue en Nueva York donde, tras militar, como músico acompañante, en varias formaciones, empezó a liderar sus propios grupos.
En la actualidad, en su tercer trío, cuenta con la colaboración Marc Johnson al bajo y Satoshi Takeshi a la batería. Y es precisamente con este grupo con el que participa en la grabación de Calle 54.
A petición del propio Trueba, interpreta “Samba triste”, una versión del famoso tema del no menos famoso guitarrista Baden Powell.
Michel Camilo es un pianista dominicano que es la euforia hecha piano. Si habéis tenido el placer de verle en directo, ha estado varias veces en Zaragoza, sabréis que nadie, digo nadie, en el mundo mete más notas por segundo que él. Ah, y todas en su sitio, por supuesto.
Esto, que podría resultar negativo, la velocidad es muy llamativa pero no es un fin en sí misma, la melodía es la que debería mandar, bueno, pues en el caso de Camilo ambas van juntas: velocidad y melodía, brillantez y dulzura, técnica y belleza.
Para la ocasión, interpreta “From Within”, una obra que recoge todas su referencias musicales: nace como danza, sigue a ritmo de songo, todo tamizado por su sensibilidad jazzística para terminar con una variante del merengue que se conoce como pambiche.
Le acompañan Anthony Jackson al bajo y Horacio “El negro” Hernández a la batería.
En esta panoplia de músicos no podía faltar el rey del mambo, el amo de los timbales, el Sr. Tito Puente. No eligieron para este disco otro refrito de su famoso “Oye como va”. Por el contrario, se aportó a la obra al Tito más jazzero. “New Arrival”, del pianista Hilton Ruiz fue la obra elegida.
Lo más curioso es que, en esta ocasión, Tito Puente no está a cargo de los timbales sino del vibráfono, otra genialidad del gran percusionista. Le acompañan las Golden Latin Jazz All Stars, su combo habitual.
Bueno, pues hasta aquí el primer capítulo de los dos que vamos a dedicar a este histórico disco, Calle 54. La próxima semana seguiremos escuchando lo mejorcito que puede ofrecernos hoy el Latin Jazz.
Dice Fernando Trueba que la música latina, tan de moda últimamente, y la mayoría de las veces por las peores razones, encuentra a través del jazz su expresión más noble, sofisticada y exuberante y que estas cualidades le han permitido a él disfrutar de la vida de una manera especial. Calle 54 es su manera de saldar una deuda.
No os perdáis el siguiente capítulo. No lo hagáis porque os perderíais cosas como estas.
Hasta la semana que viene. Amigas, amigos, “Buenas vibraciones”.