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Nada más que música – Años 70: En España a lo nuestro.

18 octubre, 2019 - Música
Nada más que música – Años 70: En España a lo nuestro.

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Mientras la crisis del petróleo hacía de las suyas en todo el planeta, en España los titulares de los periódicos, vigilados estrechamente por el Ministerio de Información y Turismo, nos dejaban perlas como la boda de Julio Iglesias con la señorita, entonces, Isabel Preysler, o la famosa fuga del penal del Puerto de Santa María de Eleuterio Sánchez, alias El Lute que, aprovechando el relajo y el jolgorio de la celebración de final de año, se deslizó de su celda, saltó la tapia y, aunque fue tiroteado por la policía que custodiaba la prisión, logró fugarse y pasó varios años en libertad mientras abundaban las noticias contradictorias sobre su paradero.
Un dato más para ubicarnos en este año 1971. El ínclito y omnipresente Ministerio de Información y Turismo, coto privado del Sr. Fraga, ordena el cierre del diario Madrid, un periódico que, al parecer, no estaba dispuesto a callar ante los abusos del poder ilegalmente establecido. Bueno, no se conformaron con cerrarlo, había, además, que volarlo. Y así lo hicieron.

 


 

Pero, bueno, centrándonos en la música que es lo que nos ocupa, en España triunfaban los cantautores. Personajes como Mari Trini, Patxi Andión o Victor Manuel. No obstante, el cantautor por excelencia y que triunfó por encima de todos ellos fue Joan Manuel Serrat.

La multinacional CBS decide instalarse en nuestro país y para iniciar su actividad edita un disco de Joan Manuel Serrat que, inmediatamente llega al número uno y se convierte, según encuestas de hoy, en el mejor disco de la música popular española. Evidentemente es Mediterráneo, un trabajo lleno de pequeñas joyas, todas compuestas por el músico barcelonés con la excepción de “Vencidos”, un poema de León Felipe pero con música de Serrat.

El álbum, grabado en Milán, se editó definitivamente en 1971. A este disco pertenece la canción «Aquellas pequeñas cosas», que contiene una de sus letras más personales y evocativas. Estuvo casi un año, de forma continuada, en la lista de los 10 discos más vendidos de España, y varias semanas como el número 1 absoluto, y todo esto a pesar de la estricta censura que había en su contra después del asunto de Eurovisión. Y es que este hombre se empeñaba en dar “pol saco” al régimen todo lo que podía. A quien se le ocurre!
En 1975, once militantes del FRAP y ETA fueron acusados del asesinato de varios policías y se les condenó a muerte en Consejo de Guerra, aunque posteriormente se les conmutó la pena por prisión a seis de ellos. Cuando se llevó a cabo la ejecución de los cinco restantes, Serrat estaba en México y en rueda de prensa condenó al régimen franquista y las medidas represivas. Además, se solidarizó con la postura del presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, que había mantenido la postura mexicana de reconocer solo al gobierno de la Segunda República Española, en el exilio. A raíz de estas declaraciones tuvo que exiliarse durante un año en México, porque en España se había decretado orden de búsqueda y captura. Además, tal y como ya había ocurrido en 1968, sus trabajos fueron retirados de la difusión y censurados por el régimen. Hay que ver como nos hizo adelgazar ese puñetero régimen.

No podemos pasar por alto, de este disco, una de las bellas canciones de amor que yo he oído. Lucia.

María Trinidad Pérez de Miravete, más conocida como Mari Trini fue una cantante y compositora española que gozó de enorme popularidad y éxito comercial tanto en España como en países de habla hispana durante las décadas de 1970 y 1980. Vendió más de diez millones de discos. Mari Trini tenia una marcada personalidad y fue una ferviente defensora del feminismo en sus letras, y lo hacía en un momento en el que, hacerlo, no era fácil en absoluto.
Su álbum, Escúchame, incluye canciones como «Yo no soy esa» que es posiblemente la que mejor define la personalidad de Mari Trini y el mensaje que quería transmitir: que las mujeres deben ser libres para ser y actuar al margen de las normas, y que no deben supeditarse a los deseos y expectativas de los hombres. El título «Yo no soy esa» es revelador porque cita (y rebate) otra canción: «Yo soy esa», tema clásico del género de la copla (cantado por, entre otras, Isabel Pantoja) cuya letra alude a una mujer utilizada por los hombres.

En este grupo selecto de músicos cantautores, y en lugar privilegiado se encuentra Cecilia, bueno, Evangelina Sobredo Galanes, nacida en Madrid el 11 de octubre de 1948. Cecilia fue una carismática cantautora española de música popular. Desgraciadamente falleció en un accidente de automóvil a los 27 años cuando estaba en la cima de su éxito. Uno más para el maldito club de los 27.
Su carrera artística fue corta, pero consiguió gran popularidad con canciones como «Un ramito de violetas», «Mi querida España», «Dama, dama» o «Amor de medianoche», que lograron ser un éxito en España en la década de los setenta.

No se que lectura tendrá hoy una letra como esta Dama Dama, una crítica social sobre el falso puritanismo de algunas mujeres, pero en su momento y contexto, fue muy reveladora.
Cecilia supo aunar la música británica y norteamericana que había escuchado en su juventud mientras residía en Reino Unido y Estados Unidos con la música y literatura españolas, y todo ello envuelto en un estilo absolutamente personal y único. El nacimiento en una familia de la carrera, su padre era diplomático, le facilitó una educación de un nivel superior a la media, y lo que fue más importante, un contacto con un ambiente internacional que le serviría para tomar una postura más exigente consigo misma de lo que en aquel momento había en la música nacional.

Como muchos otros artistas, Cecilia tuvo algunos problemas con la censura existente en España durante la dictadura. Algunas de sus letras tuvieron que ser modificadas, ciertos temas fueron descartados de los discos y algunas de sus portadas fueron sustituidas. La canción «Dama, dama» fue suavizada en los versos que dicen «Puntual cumplidora del tercer mandamiento, algún desliz en el sexto» para dejar así el final del verso: «… algún desliz inconexo». El tema «Mi querida España» tuvo que ser modificado, y quedaron eliminadas las referencias a las Dos Españas (Esta España viva, esta España muerta, esta España blanca, esta España negra). Sin embargo, el texto fue publicado sin censura en la carpeta del LP. Cosas de la censura. Pero, bueno, en algunas de sus actuaciones en vivo, Cecilia colaba los textos originales.
Entre los temas descartados para su publicación se encuentra la canción «Soldadito de plomo», que acabamos de escuchar, una crítica al ejército que nunca vio la luz en vida de Cecilia.
El álbum más problemático fue Cecilia 2. Su título iba a ser «Me quedaré soltera» y una fotografía de Pablo Pérez-Mínguez ilustraría la portada, con una Cecilia que mostraba su embarazo. La compañía discográfica desechó la idea, cambiando el título al disco y utilizando una fotografía más discreta. El tema «Un millón de sueños» supuso a Evangelina pasar por el juzgado. Su título original era «Un millón de muertos» en referencia a la novela homónima de José Maria Gironella. Su alusión a la Guerra Civil española era directa. Cecilia declaró que se trataba de un tema acerca de la Guerra de los 6 días, que vivió en persona, y el tema no fue modificado salvo en el título, si bien recibió el calificativo de «no radiable» de los censores y quedó fuera de las emisoras de radio por un tiempo.

Cantautor, doctor en Sociología, buen conversador, mejor comedor, vasco militante (de Madrid, «porque los vascos nacemos donde queremos»), cazador, motero… Patxi Andion. Como cantautor, que es lo que nos interesa, no tuvo la repercusión que a mi entender tuvieron otros con los mismos méritos. Una de sus muchas canciones con las que nos sorprendió fue esta semblanza de un maestro de escuela que, en la España de mediados del siglo pasado, tenía que pelearse con la ideología reinante en la época. Un retrato de la realidad cotidiana que nos tocó vivir.

El apogeo de su carrera musical abarcó el periodo comprendido entre 1971 y 1978, durante el cual alcanzó notables cotas de calidad artística con temas como «Puedo inventar», «La casa se queda sola», «Tiempo, tiempo», entre otras. A partir de 1979, fue adquiriendo un estilo cada vez más hondo y personal, lo que le costó ser apartado paulatinamente de los circuitos comerciales. Por este motivo, o por otro, vete a saber, se centró en su faceta de actor, protagonizando alguna películas que, bueno, tampoco han marcado ningún hito en la historia del séptimo arte.
Para mí, sigue siendo su música y la facilidad para realizar unos precisos y preciosos retratos sociales en los escasos versos de una canción, lo que da la medida de su calidad artística. Un retrato como el que hizo de una de las zonas más emblemáticas de Madrid, El rastro. La canción se titula Una, dos y tres.

 

Nacido como Pedro Ample Candel, eligió el sobrenombre de Ruy-Blas debido a su admiración por la obra de Victor Hugo Ruy Blas, al grabar en 1970 su primer disco como cantante solista, trabajo con el que consiguió un importante éxito en España con la canción titulada A los que hirió el amor, la que con el paso de los años ha ido convirtiéndose en todo un clásico de la música popular española.
Comenzó su prolífica carrera musical siendo apenas un adolescente. Primero formó parte de grupos como Los Príncipes y Los Grimm con quiénes grabó sus primeros discos para la compañía Philips. Poco después formó parte del legendario grupo Los Canarios (1968) durante el tiempo en que su director, Teddy Bautista, cumplía el servicio militar. Fue al término de su trabajo con este grupo cuando grabó A los que hirió el amor, producido por nuestro viejo conocido Alain Milhaud.

El segundo disco de Pedro Ruy Blas, “Mi voz es amor”, estaba destinado a tomar el relevo de “A los Que Hirió el Amor”, y es que “Mi voz es amor”, la canción que da título al disco, era y es un gran tema que mezcla la clásica balada con un coro y una dicción solista góspel, con unos arreglos orquestales típicamente soul. También se recurrió a una canción foránea, que en 1969 había sido grabada por Derek Lawrence, productor de Deep Purple y por el propio grupo.
En un principio fue bien acogido y vendió un número importante de ejemplares, pero a algún lumbreras del régimen le pareció que frases como “la paz que nadie consiguió yo no predico en el reino de los sordos, mi voz es amor” o “Yo soy el pueblo que cree en la libertad” escondían proclamas filocomunistas y el disco fue censurado en los medios de comunicación y borrado de las listas de éxitos, a pesar de no vender lo suficiente para siquiera haberse asomado a sus puestos bajos. Un varapalo que no tardaría en pasar recibo a la carrera del cantante.

Fue a partir de ese momento cuando Pedro orientó su carrera hacia el jazz. Fundó el grupo de fusión y jazz-rock Dolores junto a jóvenes músicos como Jorge Pardo, el baterista José Antonio Galicia, Rubem Dantas y el pianista Tomás San Miguel, entre otros. En esta formación, descubrimos a Pedro como un excelente baterista y percusionista. Graban varios discos para Polydor, como Luna llena, Dolores, La Puerta Abierta, y Asa-Nisi-Masa. Al poco tiempo, Dolores se convirtió en uno de los más importantes grupos de la historia de la música progresiva en España, y así surgió la colaboración con el maestro Paco de Lucía y el mismísimo Camarón, impulsando de este modo una nueva época en el flamenco.

«Cantemos como quien respira. Porque eso es la libertad, porque es decir que somos quienes somos, porque eso es el amor: respirar o cantar. Porque ambas cosas son la misma: Poesía» (Gabriel Celaya)

Asi que… cantemos, cantemos y oigamos música porque eso nos hará libres y, si no nos hace libre, nos lo habremos pasado de miedo.
Amigas, amigos, hasta la próxima semana… Buenas Vibraciones!!!

 

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