El 25 de Noviembre de 1.970, Yukio Mishima, el célebre escritor japonés cuya vida adquirió una popularidad como la de Hemingway, se hizo el harakiri en un cuartel militar de Tokio. Sólo tenía 45 años y llevaba una vida que para la mayor parte de los escritores hubiera sido un sueño; celebridad internacional, dinero, mujer e hijos, una mansión diseñada por él mismo. Y sin embargo Mishima lo abandonó todo, y no ya como fruto de un impulso incontrolado, sino mediante un suicidio planeado en todos sus detalles desde meses antes. Sería ingenuo hacer caso de su discurso minutos antes de morir, y atribuir a su gesto un contenido político; el suicidio le obsesionó a lo largo de casi toda su vida, y no se limitó a escribir acerca de ello, sino que lo representó como actor en varias películas. Dice Henry Scott, biógrafo de Mishima, “Mishima ensayó interminablemente su propia muerte”.
Hoy no os voy a comentar una obra concreta, sino a hablaros de un autor japonés, cuya vida y obra atrajo la atención de los medios y de la opinión pública mundial. Se trata de Yukio Mishima, que nació en Tokio en 1.925 y murió en la misma ciudad en 1.970.
La infancia de Yukio Mishima Estuvo marcada por su abuela, Natsuko, quien se llevó al niño bajo su custodia y lo separó de sus familiares directos durante varios años. Natsuko era la nieta de una señor feudal. La abuela de Mishima creció en casa de un príncipe por lo que tenía unas pretensiones aristocráticas que mantuvo incluso al casarse y abandonar ese ambiente. Natsuko recurría habitualmente a la violencia y tenía explosiones mórbidas, hechos que se mencionan en la obra del autor y que pueden ser la causa de su fascinación por la muerte. Era muy sobreprotectora con Mishima , no le dejaba salir bajo la luz solar, practicar ningún deporte o jugar con otros chicos, por lo que Yukio pasó un largo tiempo solo o en compañía de sus primas y sus muñecas. A los doce años pudo regresar con su familia directa, pero su padre amante de la disciplina militar, aplicó este tipo de métodos disciplinarios con el joven, que incluían sostenerle a pocos centímetros de trenes en marcha o registrar su habitación para erradicar sus intereses afeminados por la literatura y destruir todos sus manuscritos.
Pese a los reproches de su padre, Mishima leía ávidamente las obras de autores clásicos japoneses y de autores europeos como Oscar Wilde, y empezó a escribir sus primeras obras sobre todo poemas. Durante esa época, perteneció a una sociedad literaria y empezó a publicar relatos en revistas literarias con la ayuda de sus profesores. Durante la Segunda Guerra Mundial, Mishima recibió la orden de unirse a las tropas del Ejercito Imperial Japonés, pero debido a un resfriado, a un estertor pulmonar y a su debilidad física causada por la sobreprotección de su abuela durante su infancia, las autoridades confundieron los síntomas del joven con tuberculosis y le declararon no apto para el servicio. Esto ocasionó un grave trauma en la moral de Mishima, que tuvo un gran impacto en sus obras y en su vida.Tras graduarse en Derecho por la elitista Universidad de Tokio en 1.947 y de trabajar brevemente en el Ministerio de Finanzas de Japón, publicó en 1.949 “Confesiones de una Máscara”, una novela que describe el mundo interior de un joven que se siente atraído por los hombres, por la belleza y por la violencia.
Durante la década de los cincuenta, Mishima escribió un gran número de obras muy diversas y de gran calidad, como “Los años verdes”(1.950), “El rumor del oleaje”(1.954), y la destacada “El pabellón de Oro”(1.956), en la que se explica la historia de un monje budista obsesionado por la belleza del templo dorado Kinkaku-ji, situado en Kyoto, y de cómo al no poder soportarla belleza de la estructura acaba quemándola. Gracias al gran éxito de esta obra, Mishima de convirtió en un personaje público muy importante.
Durante los años sesenta, la obra de Mishima empezó a mostrar un interés creciente por la política, la ideología de derechas, el patriotismo, la vida marcial y la figura del emperador. Esta ideología, que deriva del trauma infantil de no haber podido servir a su país en la Segunda Guerra Mundial, se refleja especialmente en las obras “Después del banquete”(1.960), una novela basada en hechos reales en la que narra la crónica del escándalo público y la caída de un político que utilizó el dinero de su esposa; “Patriotismo”(1.961), una novela corta en la se rememora el suicidio de un militar y de su mujer tras un golpe de estado fallido, en el que participa, en el año 1.936; o “La voz de los espíritus caídos en la guerra”(1.966), una alegoría a la muerte en la que el autor da voz a los espíritus de los pilotos kamikaze y a los soldados muertos en la guerra, que lamentaban que el emperador hubiera renunciado a su condición divina. Las tendencias políticas de Mishima en esa época también quedaron reflejadas en dos ensayos llamados “Sobre Hayashi Fusao”(1.963), en el que analiza la ideología y visión de un intelectual conocido por su veneración por el emperador; y “El sol y el acero”(1.968), en el que expone su teoría de acción, según la cual los ciudadanos deben actuar para frenar a los políticos; y también en dos obras de teatro “Madame de Sade”(1.965), y “Mi amigo Hitler”(1.968). En esa época ya se empiezan a entrever los motivos que rodearos su muerte. A partor de 1.966, Mishima emprendió los dos caminos que marcarían los últimos años de su vida. Por una parte, entre 1.965 y 1.970, se embarcó en la producción de su obra definitiva aparte de “El Pabellón de Oro” : la tetralogía “El mar de la Fertilidad”, que se compone de “Nieve de primavera”(1.969), “Caballos desbocados”(1.969), y “El templo del Alba”(1.970) y “La corrupción de un ángel”, publicada postumamente en 1.971. En esta obra, Mishima revisa la historia de Japón durante todo el siglo XX a través de la creación de un protagonista, Honda, que vive durante todo este siglo mientras va conociendo y hablando con políticos, militares y otros personajes importantes, entre todos cuatro personas que son las reencarnaciones de un mismo ser. Con esta obra, el autor pretende criticar el hecho de que los japoneses se hayan supeditado a los Estados Unidos de América y que hayan abandonado al emperador tras perder la guerra. Por otra parte, Mishima fundó la Tate no Kai, la Sociedad del Escudo, una especie de ejército privado liderado por él mismo y formado por estudiantes relacionados con la ideología de derechas, unidos por la idea de proteger y apoyar al emperador, a los que iba reclutando y exaltando en charlas que daba en universidades del país. Las actividades militares de Mishima llegaron a la cúspide el 25 de Noviembre de 1.970 cuando, justo después de entregar el último volumen de la tetralogía “El mar de la fertilidad”, pretendió dar un golpe de estado que fracasó. Acompañado de su sociedad, el escritor entró en el cuartel de las Fuerzas de Autodefensa, el pequeño ejército que se le permite tener a Japón después de la Segunda Guerra Mundial, situado en el céntrico barrio Ichigaya de Tokio, tomó como rehén a un general y, ante la presencia de algunos soldados, hizo un discurso contra la Constitución Pacifista de 1.947 impuesta por los Estados Unidos, y contra las relaciones entre Japón y ese país. Acto seguido, se suicidó por “seppuku” (harakiri), a la manera de los samurai, en uno de los suicidios más espectaculares de la historia reciente de Japón.
La intensidad con la que vivió Yukio Mishima, su trayectoria vital y su extensa obra no se puede resumir en este corto espacio. Les recomiendo una biografía escrita por Henry Scott Stokes, editada por Muchnik Editores, y que es sumamente interesante. También, por supuesto les invito a leer alguna de las novelas traducidas al castellano, y que hemos citado. En el año 1.985, el director norteamericano Paul Schrader, llevó al cine la vida de Mishima, con el título “Mishima, una vida en cuatro capítulos”, película muy recomendable. Eso en todo, gracias por su atención y hasta el próximo programa.