“Alguien se les ha muerto, tal vez
han perdido sus colocaciones en las oficinas,
en los hospitales, en los ascensores,
en las minas,
sufren los seres tercamente heridos
y hay propósito y llanto en todas partes:
mientras las estrellas corren dentro de un rio interminable
hay mucho llanto en las ventanas,
los umbrales están gastados por el llanto,
las alcobas están mojadas por el llanto
que llega en forma de ola a morder las alfombras.”
(Fragmento de la “Oda a Federico García Lorca” de “Residencia en la tierra II”. 1.931-1.935.)
La “Oda a Federico García Lorca”, un fragmento de la cual nos ha leído Fernando, fue escrita poco antes del asesinato del poeta granadino. ¿Previó, tal vez, Neruda su horrenda muerte?. Pablo Neruda fue uno de los poetas más fecundos de la literatura chilena, latinoamericana y mundial del siglo XX. La influencia de su vida y obra trasciende el ámbito literario permeando todos los campos de la cultura popular y académica, irradiando la historia política y social de Chile y alzándose como un referente indiscutido para la creación artística contemporánea. En 1.918 publicó sus primeros poemas, “Mis ojos” y “Primavera” en la revista “Corre vuela”, uno de los primeros exponentes del periodismo moderno chileno. Pese a su germinal talento, la poesía no fue del agrado de su padre. De ahí que en Octubre de 1.920, con solo 16 años, Neftalí Reyes decidió adoptar el seudónimo de Pablo Neruda, con el fin de evitar las preocupaciones familiares y ocultar así los esperados altibajos en la precoz trayectoria de un joven poeta provinciano.
En 1.921, Pablo Neruda se trasladó a Santiago con el objetivo de estudiar Pedagogía Francesa en la Universidad de Chile. El ambiente intelectual y literario en torno a la universidad y la vida bohemia santiaguina permitió que Neruda interactuara con otros artistas y escritores. Nutrido por esa feliz coyuntura el joven poeta logró difundir sus primeros trabajos y participar en concursos de poesía como la Fiesta de la Primavera, organizada por la Federación de Estudiantes de Chile, donde fue merecedor del primer puesto por su poema “La canción de la Fiesta” en 1.921. En esta primera época, la obra de Neruda estuvo marcada por una poesía autorreferencial, abundando en alusiones ligadas a experiencias personales en torno al amor y la nostalgia, pero que se caracterizó por la sensibilidad de expresar y entrar en comunión con los sentimientos de otros. En 1.923 y con gran aceptación de la crítica publica “Crepusculario” donde reunió parte de sus primeros escritos. En 1.924 sale a la luz “veinte poemas de amor y una canción desesperada”, texto fundamental plagado de erotismo y romanticismo, que lo catapultó como uno de los escritores más prodigiosos ya en el ámbito internacional. De esa época también publica su única novela, de carácter vanguardista: “El habitante y su esperanza y tentativas del hombre infinito”.
Distanciándose de su inicial introspección, el segundo ciclo de la poesía de Neruda se dirigió hacia una profunda conciencia social. Hacia mediados de la década de 1.920 la sociedad chilena había cambiado notablemente impactando en la visión que el poeta poseía de la vida, tal como él mismo reconoció posteriormente en sus memorias. Neruda había tomado nota del retorno de miles de obreros del salitre cesantes a la capital, de la lucha emprendida por Luis Emilio Recabarren, de las reivindicaciones estudiantiles y populares, y del inquebrantable dominio de la oligarquía. Sin animo de erradicar el amor, la vida, la alegría o la tristeza de su obra, el poeta reconoció tajantemente que de la misma manera sintió que “no era posible cerrar la puerta a la calle dentro de mis poemas”. A la par de estas circunstancias sociales, la introducción de la política en su poesía y en su vida fue impulsada por su temprana carrera diplomática iniciada en 1.927, año en que fue nombrado cónsul chileno en Birmania, lo que inauguró sus contactos con el mundo y sus afanes por la justicia social. Ese mismo año aparecerá publicado en España un libro escrito en sus viajes por oriente y Europa, que se convertirá a ojos de la crítica como una de sus obras cumbres: “Residencia en la tierra”.
En 1.934 Pablo Neruda regresó a España en calidad de cónsul cultivando una rica amistad con la generación literaria española del 27, cuyo máximo representante fue Federico García Lorca. Estremecido enormemente por las nefastas consecuencias de la Guerra Civil Española, que acabó con la vida de su amigo Lorca, Neruda escribió su sobrecogedora obra “España en el corazón” en 1.937. Posteriormente como Cónsul Delegado para la Inmigración Española, en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, contribuyó decididamente en dar refugio a españoles en Chile en 1.939. En 1.950 aparece en México su “Canto General”, que en Chile fue editado clandestinamente debido a las leyes promulgadas por la dictadura de Gabriel González Videla. Comparado muchas veces, por sus dimensiones, con “La Araucana” de Alonso de Ercilla, el “Canto General” constituye una obra única y monumental, una creación poética y literaria de la historia e identidad latinoamericana, de la que destaca “Alturas de Macchu Picchu”, poema considerado como una de las más altas cumbres de la poesía tanto americana como universal. En 1.952 publica “Los versos del capitán” y en 1.954 “Las uvas y el viento” y “Odas elementales”. En 1.958 apareció “Estravagario” que junto a sus tres libros de “Odas elementales” introduce un nuevo giro en su poesía, incorporando un lenguaje coloquial para poetizar el mundo cotidiano, adquiriendo estatus poético objetos y elementos cotidianos. Con esta obras la poesía de Neruda abarca un amplio espectro textual desde unos versos que incorporan tanto la obsesión existencial de la muerte, la experimentación vanguardista, el sentido de lo absurdo, la metafísica, la indagación de lo telúrico y el canto a la geografía e historia de su país y de todo el continente americano.
La creatividad literaria y poética de Pablo Neruda lo hizo acreedor del transversal reconocimiento de pares y críticos. En 1.965 le fue otorgado el grado de “doctor honoris causa” en la Universidad de Oxford y anteriormente, en 1.945, fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura en su país. En 1.971 recibió el premio Nobel de Literatura, siendo el sexto escritor de habla hispana y el tercer latinoamericano en conseguir tan importante distinción.
Pablo Neruda fue una figura clave de la cultura y la política chilena y, por extensión, de todo el continente y del mundo donde impactó notablemente en la sociedad y en el universo artístico. El 23 de Septiembre de 1.973, doce días después del golpe de estado y de la muerte de su amigo, el presidente asesinado por los militares fascistas, Salvador Allende, Pablo Neruda fallece en Santiago de Chile en la clínica Santa María víctima de un cáncer de próstata; algunos afirman que murió de tristeza.
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