“Había llegado incluso a pensar que la oscuridad en que los ciegos vivían no era en definitiva más que la simple ausencia de luz, que lo que llamamos ceguera es algo que se limita a cubrir la apariencia de los seres y de las cosas, dejándolos intactos tras un velo negro. Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven, ciegos que, viendo, no ven”.
Ensayo sobre la ceguera (fragmento)
-José Saramago-
José de Sousa Saramago , nació en Azinhaga, Portugal, en 1.922, en el seno de una familia de campesinos pobres. Sus padres no podían permitirse enviarlo a la escuela, por lo que se formó como mecánico; solo más tarde su talento para la escritura lo llevaría a trabajar como traductor, periodista y editor. Hombre comprometido políticamente, se encontró con que su primera novela “Tierra de pecado”, de 1.947 fue mal recibida por el régimen conservador del Estado Novo, que impidió su publicación. Reapareció en 1.966 con “Los poemas posibles”. José Saramago, con varias novelas, libros de poesía y ensayos antes de la Revolución de Abril, alcanzó una resonancia nacional a partir de 1.980 con “Levantado del suelo”. En 1.982 “Memorial del convento” fue su revelación a nivel europeo. “El año de la muerte de Ricardo Reis” de 1984, “La balsa de piedra” de 1.986, “Historia del cerco de Lisboa” de 1.989, “Ensayo sobre la ceguera” de 1.995, “Todos los nombres” de 1.997 y otras obras asentaron definitivamente la magnitud de una labor literaria por la que le fue concedido el Premio Nobel en 1.998. Militante comunista, en el fondo de sus novelas se transparenta siempre la angustia y la rebeldía de los marginados por la pobreza o su situación social, de manera especial las mujeres. Esta solidaridad con los que sufren es una constante en toda su producción. Se une a esto la brillantez del estilo, con ramificaciones de subordinadas que, sin signos de pausa o final de período, crean un ámbito de misterio y una deslumbrante sugestión a la que contribuye el léxico , riquísimo. Traducido a todas las lenguas de cultura, la obra de Saramago es una de las más brillantes muestras de la narrativa de nuestro tiempo. Tras la censura de uno de sus libros, “El evangelio según Jesucristo” de 1.991, por el gobierno portugués, se trasladó el año siguiente a Lanzarote donde vivió hasta su muerte en el año 2010. Otras obras del autor son “La caverna” de 2000, “El hombre duplicado” de 2002, “Caín”de 2009 además de un libro de memorias, “Las pequeñas memorias” de 2006 y poesía, relatos, ensayos, teatro y viajes.
“Ensayo sobre la ceguera” es una angustiosa novela y todo un ejemplo de sátira alegórica: una narración con un subtexto paralelo, por lo general de naturaleza moral o política. En este tipo de obra los acontecimientos se utilizan, explicita o implícitamente, como metáforas para ridiculizar aspectos de la sociedad, la política o la vida. En esta obra la sátira está inspirada en el Estado Novo portugués, el régimen autoritario que gobernó Portugal de 1.933 a 1.974, si bien el tiempo, el lugar y los personajes son deliberadamente ambiguos en la novela. Y lo que se expone es la falta de razón, moralidad y benignidad propia de cualquier régimen dictatorial. La novela describe lo que ocurre cuando los habitantes de una ciudad de un país sin nombre comienzan a quedarse ciegos, aunque no es la típica ceguera, sino de una lechosa tiniebla blanca. Esa se extiende a través del contacto o la presencia de humanos, y es incurable. El gobierno recluye a los afectados y los abandona a su suerte sin más recursos que comida y material de limpieza.
A medida que empieza a surgir entre los ciegos una forma de sociedad basada en la solidaridad, alimentada por la necesidad, la supervivencia y la recuperación de la condición humana, vemos crecer a los personajes principales como miembros de una comunidad. Saramago describe la pugna física y psicológica de los recién cegados como una analogía de las personas que han perdido de vista la razón, la humanidad y la idea misma de sociedad: dice uno de los personajes de la novela. La llegada de un grupo organizado de matones ciegos se convierte en un elemento añadido de opresión, con obvias connotaciones políticas sobre la violencia y el terror de un régimen totalitario. El autor dota a su prosa de una fuerza imparable reduciendo al mínimo los signos de puntuación y alternando tiempos verbales y perspectivas, lo que produce en el lector la sensación de ser empujado a través de la historia que está leyendo.
Asimismo el lector obtiene una perspectiva adicional sobre la sombría situación a través de los ojos de la esposa de un médico que fue uno de los primeros internados. Esta mujer fingió la ceguera para no separarse de su marido y este artificio le permite una comprensión mayor de los lazos que se crean, los hábitos que se abandonan y las ideologías que se forman y reforman a lo largo del relato. Es a través de ella como los personajes se descubren unos a otros y encuentran la esperanza y la fuerza para sobrevivir a la ceguera blanca, a la crueldad de los matones y a la dureza del internamiento. Es gracias a su humanidad y su compasión, que son a su vez símbolos del tipo de sociedad hacia la que la gente debería esforzarse por llegar, lo que hace que, finalmente, empiezan a reconstruir una vida fuera del campo de reclusión.
La premisa de “Ensayo sobre la ceguera” resultará bastante familiar a todos los que estamos pasando por la crisis de la pandemia del coronavirus. De repente, una pandemia afecta a toda una población. En este caso se trata de una ceguera colectiva, y la ciudad y todo el país donde sucede la acción se quedan paralizados, bloqueados. José Saramago utiliza metáforas con una gran carga de profundidad. ¿Qué es esa ceguera realmente? Los que la padecen ¿son ciegos o están ciegos?. Con ese comienzo tan impactante, el autor nos describe como una epidemia, metáfora de cualquier tipo de crisis, puede afectar a una población que cae en el desánimo, en la indiferencia, en la mezquindad, en el egoísmo y en definitiva en el automatismo de hacer las cosas sin un porqué. En esta obra Saramago nos retrata con total impiedad a una sociedad enferma, podrida, sin moral.
“Ensayo sobre la ceguera” tiene diversas similitudes con “La caverna” de Platón, que el propio Saramago retomaría en la novela del mismo título que siguió a esta, en la que los hombres solo pueden ver su propia sombra. El autor logró adelantarse más de dos décadas a la situación que estamos viviendo convirtiendo su obra en una predicción sorprendente. Sin embargo, me parece importante no afrontar la lectura de esta gran novela desde un punto de vista pesimista, sino todo lo contrario. La ceguera que produce el perenne deseo de ganar más dinero, de no pensar en los demás y de no dejar nunca de escalar hacia la cima de nuestras vidas, acaba por curarse en cuanto los enfermos se dan cuenta de lo que verdaderamente es importante para tener una vida más plena, más llena de luz. Con esta obra, José Saramago dejó casi como testamento literario, un híbrido entre novela y ensayo cuya lectura no deja de ser una invitación directa a reflexionar, a repasar nuestras propias ideas y a tener más presente que somos seres sociables, y que solo luchando en común por el mismo objetivo podemos seguir evolucionando, dejando atrás el caos y ese mundo personal en el que parecemos vivir enclaustrados.
ENLACES TRANSMEDIA:
- ‘A ciegas’, película de Fernando Meirelles (2008), basada en la novela ‘Ensayo sobre la ceguera’: https://youtu.be/rYXJZ5jGivs
- ‘José y Pilar’, gran documental sobre Saramago de Miguel Gonçalves (2010): https://youtu.be/lkeT7dVwQcM?t=1339
- ‘En esta esquina del tiempo’, disco de Luis Pastor con poemas de José Saramago: https://www.youtube.com/results?search_query=luis+pastor+en+esta+esquina+del+tiempo