Menu

Nada más que libros – El asesino ciego (Margaret Atwood)

6 junio, 2024 - Literatura
Nada más que libros – El asesino ciego (Margaret Atwood)

“Cuando el sonido se apaga el asesino ciego hace girar la llave en la cerradura. El corazón le palpita con fuerza, como siempre en momentos como éste, de considerable peligro para él. Si lo atrapan, la muerte que le dispensarán será prolongada y dolorosa.”

-Fragmento de El asesino ciego-

CARTEL NMQL - El asesino ciego-cuadro
Novelista, poeta y ensayista, Margaret Atwood nació en 1939 en Ottawa, provincia de Ontario, Canadá. Durante gran parte de su niñez pasaba la mitad del año en el campo, donde su padre estudiaba insectos. En esa época escribió poemas, obras de teatro y cómics y, estando aún en la escuela decidió ser escritora. Entre sus autores favoritos se hallaba Edgar Allan Poe, cuya oscura influencia es visible en gran parte de su narrativa. La primera publicación de Margaret Atwood, en 1966, fue un poemario, pero es más conocida como novelista. Su primera novela publicada fue “La mujer comestible”, de 1969. La pasión de la autora por los temas medioambientales y los derechos humanos recorre sus novelas distópicas, como “El cuento de la criada”, de 1985, o la trilogía iniciada por “Oryx y Crake” de 2003. Otras obras notables de Atwood son “Ojos de gato”, de 1988 y “Alias Grace” de 1996. Margaret Arwood continúa escribiendo con gran éxito de público y crítica y sus libros se estudian en centros escolares, institutos y universidades de todo el mundo.

En los siglos XVIII y XIX, la novela gótica típifica elementos como castillos, villanos tiránicos, heroínas en peligro, misterios y fantasmas. A finales del siglo XX, Canadá, y Ontario del Sur en particular, desarrollaron su propio enfoque de la tradición. Novelistas como Alice Munro, Robertson Davies y Margaret Atwood se apropiaron de aspectos de la ficción gótica, como lo sobrenatural y lo grotesco, además de la imaginería oscura del género, y los aplicaron a la vida canadiense contemporánea. A menudo, esta literatura intenta dar sentido a la identidad nacional de Canadá en un contexto poscolonial, y se puede ver como un reflejo de las inquietudes de los canadienses sobre su historia. En su obra, Atwood traslada la fascinación por el terror que alimentó el gótico europeo a su tierra natal, explorando el lado más oscuro de la naturaleza humana y el potencial destructivo de los secretos ocultos.

“El asesino ciego” es un ejemplo notable de <<gótico de Ontario del Sur>>, y juega con las ideas de sacrificio y traición, verdad y mentira, conspiración y romance y con los límites entre vivos y muertos. La novela es una historia de múltiples capas narrada a través de los ojos de Iris Chase Griffen, una anciana de ochenta y tres años que escribe sus memorias en forma de carta a su nieta. Dentro de la historia de la vida de Iris se enmarca otra novela sobre dos amantes, titulada también “El asesino ciego”, supuestamente escrita por Laura, la hermana de Iris. Y dentro de esa novela hay aún una historia más, un relato <<pulp>> de ciencia ficción contado por el protagonista de la novela de Laura. Todas estas historias están salpicadas por artículos de prensa que añaden otra dimensión, presuntamente factual, a la narración.

Así, la historia principal, recuperada en el recuerdo de Iris, gira en torno a ella y su hermana durante las décadas de 1920 y 1930. Los elementos góticos son actualizados: el castillo maldito se convierte en la casa familiar de Iris, Avilion, una mansión construida por su adinerado abuelo; el cruel villano es Richard, el dominante marido de Iris; y las propias Iris y Laura son versiones de la heroína victimizada. La estructura de “El asesino ciego”, con sus historias dentro de historias y sus diversos narradores se inspira, como hemos dicho, en la literatura gótica, y el tercero de sus relatos, a pesar de situarse en el planeta imaginario de Zicrón, contiene los típicos elementos góticos de romance, traición y asesinato. Otra característica del género es que los personajes se sienten continuamente atormentados por lo real.
En la novela la primera narración son las memorias de Iris, en las que reconstruye el pasado y reevalúa su propia vida y la de su hermana Laura. La segunda narración es una novela titulada también “El asesino ciego”, supuestamente escrita por Laura Chase, que cuenta la historia de un fugitivo político y su amante de la alta sociedad. Finalmente, la tercera narración es un oscuro relato de ciencia ficción sobre un asesino ciego y una virgen sacrificial muda. Toda la novela tiene un tono realista, pero lo sobrenatural nunca está lejos. Su armazón en analepsis (flashback) hace que personajes que sabemos que están muertos aparezcan casi como fantasmas que hablan desde el pasado. Laura, cuyo suicidio el lector conoce desde la primera frase de la obra, atormenta a Iris a través de recuerdos y secretos que se van desvelando poco a poco.

Asimismo, el propio Ontario del Sur es un personaje oscuro y amenazador que puede vincularse al inframundo de la literatura clásica, es decir: para entrar en él hay que cruzar ominosas extensiones de agua, y tiene su propio guardián infame, personificado por Richard. Las protagonistas deambulan por él en busca de sentido. La mirada lúcida e irónica de la anciana Iris se pasea por los salones poblados de sedas gasas y plumas de avestruz. Contempla las huelgas, los cierres de fábricas y el idealismo de los jóvenes comunistas; los viajes en lujosos trasantlánticos y los encuentros en sórdidas pensiones. Y al recordar, arranca máscaras, descubre la relación que la unía con su hermana Laura y los hechos que marcaron el destino de esta; observa las consecuencias de sus actos de juventud y busca, sobre todo busca, justicia, desvelar la verdad y con ella encontrar el amor y el perdón. En conjunto, la actualización de los arquetipos góticos por parte de Margaret Atwood y su hábil fusión de distintos géneros crean una novela en la que, a pesar de la oscuridad, cada elemento ilumina el todo.

Quizá la novela más conocida de Margaret Atwood sea “El cuento de la criada”. Se trata de una obra de carácter distópico que transcurre en un futuro cercano y en ella la autora describe unos Estados Unidos en que el establecimiento de una teocracia cristiana ha eliminado la libertad de las mujeres. Casta y clase se convierten en principios rectores de la sociedad, lo que permite a Margaret Atwood hacer observaciones sobre las desigualdades actuales. La narradora es Defred, una <<criada>>, una concubina para fines reproductivos en una época de enfermedades de transmisión sexual descontroladas. En su “dueño” nacen sentimientos hacia ella y le concede privilegios, así como acceso a algunos secretos del régimen. Más tarde ella se verá implicada en un movimiento de resistencia incipiente. El poder de esta polémica novela reside en su devastadora crítica del patriarcado mediante la exageración de sus características.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *