Hoy comenzamos con Simpathy for the devil, porque, amigos, con esta canción dio comienzo el concierto de ROLLING STONES que el pasado día 27 de septiembre tuve el placer de presenciar en el estadio olímpico de Montjuic. Podría terminar la crónica del concierto con una sola palabra: ESPECTACULAR, pero me extenderé un poco más.
Digo espectacular porque el montaje, el sonido, los vídeos, la banda, y claro, el público, lo hicimos posible. Simpaty for the devil salió a escena en medio de luces diabólicas y humeantes, como en el mismísimo infierno vamos. Y esto, para un señor de provincias, es muy fuerte. Dos horas duró el concierto y la tensión no bajo en ningún momento. Un ejemplo: Its only rock and roll. Tampoco lo hizo cuando interpretaron piezas más tranquilas como Tumbling dice. Sonaron también, para deleite mío y de unos 54.999 personas más, parece que estuvimos allí unas 55.000 almas, los grandes éxitos conocidos por todos, los de mi generación por derecho propio y de los más jóvenes porque son muy listos y saben lo que es bueno. Títulos como Paint it black o como Honky Tonk Woman.
Si la entrega del público fue extraordinaria, la de la banda no se quedo atrás ni un ápice. Jagger sigue recorriendo la pasarela del escenario como si no hubiera un mañana (también es verdad que nos tenia un poco con el corazón encogido no se fuera a estozolar) y también fue muy de agradecer que se dirigiera al publico con un castellano bastante fluido, Ron Wood, un espléndido guitarrista y declarado amante de este país, no en vano tiene un piso en Barcelona. Que puedo decir de Keith Richard, pues que no hace falta hacer solos a mil por hora para ofrecer a la audiencia una calidad en su música difícil de igualar. Esa noche, además, cantó una par de canciones y una de ellas fue Slipping Hawai.
Por último el, cómo llamarlo, caballeroso, inglés hasta la médula, impávido Charlie Watts, batería sobrio y eficaz y de una técnica envidiable.
Hubo dos momentos, al menos para mí, que marcaron un alto nivel de interpretación en el concierto. El primero cuando se dio cabida al blues. Just your fool , con la armónica de Jagger, y con un grupo sin resquicios que nos dejo sin respiración. Otro momento fue cuando Sasha Allen, miembro vocal de la banda que acompaña al grupo interpretó, Gimme Shelter, acompañada de Jagger. Desgraciadamente no he podido encontrar ninguna grabación con un mínimo de calidad en la que cantase Sasha Allen. No obstante os traigo otra versión de esta canción en la que colabora Lisa Fisher.
Llegados a este punto, la histeria se desata cuando suenan los primeros acordes, inolvidables, de Jumpin Jack Flash.
Si la histeria se desató con Jumpin Jack Flash, no os digo nada cuando, para finalizar el concierto entre fuegos de artificio, sonó Satisfaction
Y así terminó el concierto, no se si volveré a verlos en directo pero puedo asegurarles que la excursión mereció la pena.