Habiamos dejado al Rock and Roll en el mejor de los sueños, en la cresta de la ola, eso sí, no nos engañemos, era así porque la industria del entretenimiento apostó por el nuevo fenómeno que tantos discos vendía y tanto dinero dejaba en caja. Pero, que cosas, ni la industria pudo con la mayoría moral defensora de las buenas costumbres.
Hollywood entró de lleno en el negocio y, como valedor de esas buenas costrumbres, se puso a la faena de cambiar la imagen más agresiva y, porque no decirlo, corrosiva, del rock and roll, y lo hizo con otra mucho mas edulcorada con artistas como Franck Sinatra, Bobby Darin o Connie Francis, todos ellos grandes artistas por otro lado, pero que representaban exclusivamente a la parte blanca de EEUU.
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Una pequeña muestra de este cambio. Oimos a Connie Francis, cantando en castellano, Mi tonto amor.
Bien, pues así las cosas en el fatídico año 1959 llegó la CAZA DE BRUJAS
De la noche a la mañana y en muy pocos meses, todos los grandes del Rock and Roll desaparecieron por distintos motivos, unos legales y otros basados en esa caza de brujas a la que tan aficionados son los estadounidenses. La búsqueda de comunistas debajo de las piedras fue delirante y, aunque fueron el cine y la literatura los que se llevaron la peor parte de este nuevo deporte, con la música tampoco se quedaron atrás.
El primero Elvis Presley, el Rey. Para demostrar lo buen americano que era, y a instancias de su manager, aceptó hacer un servicio militar que podría haberse ahorrado. Antes de irse, dejó grabadas un montón de canciones y una película para que la llama siguiera viva, se cortó el pelo y se fue dos años a perder el tiempo. Cuando regresó ya nada era igual. No tiene nada de extraño que su mayor éxito en ese momento fuera una balada italiana “O sole mio”. Evidentemente, nada que ver con el rock and roll.
Otra de las estrellas que padeció en sus carnes las desdichas de la época fue Jerry Lee Lewis. Fue empapelado de una forma brutal. En los estados sureños era normal casarse joven, así que él ya había contraido matrimonio a … “los 15 años”. A los 18, divorciado, se enamoró de una prima tercera, Myra, que tenía 14. Cuando en una gira por Iglaterra se supo que aquella niña (menor de edad) era su esposa, la prensa sensacionalista se le echó encima, y al conocerse que, además, era prima tercera, lo hundieron. Sus discos se prohibieron en la radio y dejó de actuar en pleno éxito. Desapareció durante años y cuando regresó su tiempo había pasado y, aunque revitalizado, siempre fue una sombra de lo que pudo ser.
Hoy lo recordamos en su éxito I’m on Fire
Chuck Berry tenía aún más problemas porque, además de sus agresivas canciones, era negro. A Berry lo cazaron por ingenuo. El tenía un club en Sr. Louis, y en un viaje a Juarez, Mexico, conoció a una chica a la que contrató. Cuando la despidió, ella se vengo denunciandole. Alego que era menor de edad y que habia sido incitada a la prostitución, Además, aunque era india, nacida en Nuevo México, era de piel blanca, y eso, para los racistas era el peor de los pecados. Durante los dos años que duró el juicio los disco de Chuck dejaron de venderse y su fama cayo en picado. Finalmente fue condenado, hubo un segundo juicio que también perdió y en 1962 ingresó en la carcel donde permaneció durente tres años. Cuando salió, los Beatles dominaban el mundo y, aunque cantaban muchas de las canciones de Chuck, reivindicándole, su momento también había pasado. La última canción de Chuck Berry que entró en las listas de éxitos fue Dear Dad
Little Richard se autodestruyo solo. Pese a su imagen alocada era un tipo muy religioso y a finales de 1957, en un viaje en avión, tuvo problemas y le prometió a Dios que, si se salvaba, dejaría su vida de “pecado y lujuria”. Se salvó, pero no cumplió su promesa. Poco despues, la coyuntura se repitió y, esta vez si, Littl Richard dejo la música para ingresar en un colegio religioso, adventista para más señas, y grabar unicamente canciones espirituales. Cuando se cansó de ser santo y quiso regresar, el rock and roll le había olvidado.
Una anécdota curiosa es que, en su epoca de pastor, casó a Bruce Willis y Demi Moore.
Pero no solo desaparecieron del mapa las estrellas del rock and roll, tambien la industria del disco y editores iniciaron una guerra, económica como todas, por el control de la música americana.
¿Como era posible que en menos de tres años la incipiente BMI (cadena de emisoras de radio) le estuviera ganando el terreno a la todopoderosa ASCAP (algo así como la SGAE española)? Y la respuesta fue simple: SOBORNOS.
Si el rock se radiaba tanto no era porque gustase a la gente, sino porque se pagaba a los disc jockeys para que la programaran continuamente. Y con esto llegó el escándalo.
La ASCAP denunció a cientos de disc jockeys, emisoras de radio y cadenas de televisión, acusándoles de recibir dinero a cambio de radiar esos discos o programar a los cantantes. De la noche a la mañana las denuncias llegaron a todos los rincones de los Estados Unidos. El asunto podría ser cierto en algunos casos pero no en todos.
Al mismo tiempo, en el año 1959, un subcomité del Senado investigó los apaños en los concursos de televisión (hubo un caso flagrante, llevado al cine, en el que se potenció a un concursante blanco y de buena familia para que no ganara un judío de escaso atractivo). “Quiz Show, el dilema”, asi se tituló la pelicula.
Resumiendo, en 1959, y fruto de las masivas demandas, decenas de DJ fueron declarados culpables y despedidos de sus trabajos. Pero mientras tanto, los que quedaban, ponían cosas como esta: «Pon tu cabeza en mi hombro», de Paul Anka
Las dos grandes víctimas del escándalo fueron Alan Freed (os acordais, el inventor del Rock and roll) y un popular presentador de televisión, Dick Clark.
Este último, el Sr. Clark, pudo contar con un buen abogado y aunque admitió haber recibido regalos, demostró que lo discos que programaba o los artista que presentaba eran los más populares y los que el público pedía. Con la ayuda de la cadena ABC TV que le respaldaba y con el gesto de vender todas las acciones que tenía de diversas discográficas, pudo librarse de males mayores.
Peor suerte tuvo nuestro amigo Alan Freed. Al fin y al cabo, alguien tenía que pagar y… fue él. Sin un abogado competente y sin el respaldo de ninguna gran compañía se enfrentó él solo a la ley y… perdió. Desde el año 59 al 64 sufrió lo indecible: fue declarado culpable de recibir sobornos y acusado de evasión de impuestos.
Desprestigiado, sin trabajo, hundido en la miseria, murió el 20 de enero 1965, a los 43 años, sin dejar de declarar que era inocente y que todo había sido un complot.
Otra romántica canción del momento, en este caso a cargo de Neil Sedaka, Oh Carol
Pero la vida sigue, señoras y señores, y en el año 1959 el panorama mundial era…, bueno, movido: la amenza de la guerra fria continuaba, la revolución cubana había puesto en el poder a Fidel Castro, y las urnas o la mafia, quien sabe, a John F. Kennedy en EEUU, la crisis de los misiles del 62 habia metido el miedo en el cuerpo a medio mundo… Que se podía hacer? Pues ¡¡¡divertirse!!! Y para divertirse llegó el Twist.
El Twist fue el primer baile que se popularizo después del boom del rock and roll. Aunque lo inventó un personaje llamado Ballard, el que realmente lo lanzó al éxito fue Chubby Checker con su famosísimo Let’s Twist Again,
Y la música se trasladó a California, las playas, el surf y, como no, a Los Beach Boys.
Los Beach Boys debutaron en el año 61 e iniciaron una carrera de varias décadas y aunque sus inicios fueron eminentemente comerciales, con el paso del tiempo y gracias a la calidad de sus voces y al talento de su lider Brian Wilson, consiguieron ser reconocidos como uno de los mejores grupos de todos los tiempos. Un ejemplo, su LP PES SOUND, es considerado por muchos como uno de los mejores discos de la historia.
Y que pasaba en Inglaterra?
En estos años Cliff Richard fue el solista más importante de la isla. Ocho números uno y dos docenas de canciones en el top 10 avalaron su importancia. Solo o acompañado por los Shadows, su grupo, que posteriormente tendría una larga y brillante carrera con su espléndido sonido de guitarras, Cliff marcó la etapa desde la eclosión de Elvis hasta la aparición de los Beatles.
El primer éxito de Cliff Richard y the Shadows fue Move it, que hoy la oiremos en una versión grabada en directo en un concierto memorable en el que se reunieron de nuevo despues de mucho tiempo.
Lo cierto es que en Inglaterra, que tambien se vio sacudida por la fiebre del rock, no hubo guerra con los bienpensantes y nadie fue declarado peligroso por cantar o tocar esta música. Incluso la BBC, la emisora estatal dominadora de las ondas y ejemplo de conservadurismo, no tuvo más remedio que hacerse eco de lo que estaba pasando e incluir en su parrilla programas que despertaron a toda una generación y que, desde la aparición The Beatles, ya nunca sería la misma. Pero esto es otra historia. Una historia que revisaremos en el próximo programa.
Y que pasaba en España? Pues aquí todavía no había aterrizado ni el pop ni el rock ni nada parecido, faltaba poco, pero todavía no había casi nada. Para muestra cinco botones:
Número 1 en las listas en el año 1957: SARA MONTIEL, con El relicario.
Numero 1 en listas el año 1958: JOSE LUIS Y SU GUITARRA, con Mariquilla
Número 1 en listas el año 1959: MONNA BELL, Un telegrama
Número 2 en listas del año 1960: LOS TRES SUDAMERICANOS, con Eres diferente. El número 1 era para Elvis Presley con O Sole Mio. Bueno, algo había cambiado.
Y por último, el número 2 de las listas del año 1961 era para EL DUO DINAMICO con Quince años. El número 1 fue este año para Connie Francis.
Es cierto que todo esto poco o nada tiene que ver con el rock and roll o el pop pero fue gracias a profesionales como Angel Alvarez, y otros claro está, que las emisoras de radio empezaran a programar por aquellos años la música que se escuchaba en el mundo y los jóvenes la hicieron suya desde el primer compás.
Angel Alvarez era un trabajor de Iberia que por motivos de trabajo realizaba numerosos viajes al extranjero. De allí se traia las últimas novedades discográficas y, primero como aficionado y más tarde como un gran profesional del medio, puso en marcha programas míticos como “Caravana musical”, que inicia en 1960 para, unos años más tarde continuar su tarea con “Vuelo 605”.
La vertiginosa evolución de la música pop española de los años 60 sería impensable sin la existencia de un hombre como Angel Alvarez y sus programas de radio.
Y esto ha sido todo por hoy amigos mios, en la próxima ocasión hablaremos de dos momentos mágicos en la historia de la música popular; a nivel mundial el aterrizaje de The Beatles y a nivel nacional, el inicio de la programación de los Conciertos del Price.
Ambos, cada uno por su lado, fueron determinantes para marcar el camino a las generaciones futuras y el derrotero de la música que más amamos. EL ROCK AND ROLL.
O esperamos a todos el próximo día en RADIO LA GRANJA, en el 102,1 de tu dial FM.
Hasta entonces… ¡¡¡BUENAS VIBRACIONES!!!.