Señoras y Señores, este es mi cantante favorito. Si, ya se que es posible que esto ya lo haya dicho antes de otros, soy así. Pero JOE COCKER ha sido, a mi juicio, el mejor solista y la voz más desgarradora que creo he oído nunca.
De origen proletario, Joe Cocker sucumbió a todas las tentaciones de la bohemia rockera. Pero incluso cuando parecía tocar fondo era capaz de cosechar éxitos planetarios. Su voz quedará para siempre unida al cine de los ochenta, gracias a Up where I belong, su dueto con Jennifer Warnes en Oficial y caballero, que le valió un Grammy y un Oscar en 1983.
Pero, sobre todo, por su versión de You can leave your hat on, de Randy Newman, que puso ritmo al mítico striptease de kim Bassinger ante Mickey Rourke en Nueve semanas y media, y se convirtió en himno erótico para toda una generación.
Cuenta la leyenda que se lanzó a cantar ante un micrófono por primera vez a los 12 años, en la banda de su hermano. Pero ya desde que cumplió los 15 lo empezó a hacer en bandas propias. Sus comienzos en la música profesional fueron bajo el nombre artístico de Vance Arnold. Con su banda, los Avengers, y su poderosa voz, versionaban éxitos de Chuck Berry y Ray Charles. En 1963 telonearon a los Rolling Stones en Sheffield. Un año después firmaba un contrato para el primero de su veintena de álbumes en solitario.
En 1968, realizó una versión magistral y dramática de With a little help from my friends, el éxito de los Beatles, sobre el escenario de Woodstock, cuando el cantante solo tenía 25 años, recogida en la película del festival. Aquella versión, por la que le felicitaron los propios autores, supuso su primer número uno y reveló su gusto y acierto al reinterpretar, o más bien reinventar, composiciones ajenas.
Recojo las palabras de su agente, Berrie Marshall, cuando comunicó al mundo el fallecimiento del artista, calificándole como “sencillamente único”. Dijo: “Fue sin duda alguna la mayor voz de rock y soul que nunca dio el Reino Unido. Fue el mismo hombre durante toda su vida. Tenía verdadero talento, era una auténtica estrella, pero al mismo tiempo un hombre amable y humilde que amaba estar sobre el escenario. Cualquiera que le haya visto alguna vez en directo no podrá olvidarle”.
Y yo lo vi. Lo vi en Zaragoza, hace un porrón de años, en las antiguas instalaciones de la Feria de Muestras, en un concierto memorable ante unas escasas trescientas personas. Aunque este detalle no pareció que le importara, la banda y él actuaron como si estuvieran ante 100.000 personas. Y si, como dice Marshall, ha sido inolvidable.
Y esto ha sido todo por hoy Señoras y Señores, que ustedes lo pasen bien. Les espero a todos la próxima semana. BUENAS VIBRACIONES!!!
[sgmb id=»2″]