
Hoy vamos a conocer a un hombre de acción, alguien que sabe mucho de montaña, de cuevas, de espeleología, arte rupestre… , en fin, de muchas cosas más. Se trata de Albert Painaud Guillaume, un francés de madre alemana que lleva Casi 40 años en España. Cuatro décadas ya desde que puso por primera vez su pie en Alquezar (Huesca). Allí se enamoró de nuestro país, de la Sierra de Guara y de una joven española, Carmen Arduña. Desde entonces ya no se ha separado de ninguna de las dos. Actualmente está jubilado y vive con Carmen en Zaragoza.

Friso de los caballos en la cueva de Pech Merle en Cabrerets, Lot. Origen, según Albert, de su interés por la arqueología y la pintura rupestre.

Albert Painaud (Rodellar-2017)
Currículo:
- En 1965 comienza su relación con la montaña en los Pirineos, donde se forma como instructor de espeleología.
- De 1971 hasta el año 1979, descubre los Alpes franceses a través de la Escuela de Alta Montaña de Chamonix,
- Ya en los años 80 comienza a colaborar y trabajar en el equipo de investigación de Vicente Balldellou, director del Museo de Huesca, en tareas de prospección y catalogación de las cuevas y abrigos de la Sierra de Guara.
- En 1989 obtiene un Máster en arqueología en la Escuela Superior de Estudios Sociales de Paris, de cuyo jurado formaba parte el catedrático y especialista en arte rupestre Antonio Beltrán, bien conocido por estas tierras.
- Ha realizado y colaborado en múltiples publicaciones sobre Arte Rupestre en la Sierra de Guara con el equipo de investigación del Museo de Huesca.

Albert, Alvaro Santolaria y Cristian Abadie en Rodellar-2017

Cristian Abadie y Albert en Rodellar-2017

Cristian Abadie. Rodellar-2017

Albert en Abrigo de Palomarón en Rodellar

Abrigo de Palomarón en Rodellar1

Abrigos de Gallinero

Abrigos de Mallata

Pequeño personaje en el abrigo de Barfaluy

Calcos de caballo, cueva Fuente del Trucho

Vicente Baldellou y Albert, en Chimiachas-1983

Carmen con el equipo, trabajando en los calcos de Litonares-1983
“Sepa el lector convertido en viajero que, al hollar con sus pies los sobrecogedores paisajes de los cañones del río Vero, se estará adentrando en un mundo de evocaciones remotas, de ancestrales y primitivas raigambres. Por estos mismos lugares, unos cuantos miles de años atrás, pulularon unos seres humanos cuyas ideas o creaciones les llevaron a plasmar sobre las paredes de estas cuevas y de estos abrigos rocosos, un amplio abanico de manifestaciones pictóricas, las cuales, hoy por hoy, constituyen uno de los legados arqueológicos más importantes del mundo […].
(Vicente Baldellou “Arte Rupestre en el Vero”, año 2009)

Cueva de Chaves

Barranco de Lecina

Ciervo en cueva de Arpán

Escena de captura en abrigo de Mallata

Vicente y Albert