“El vientre de los espejos” es el título de un poemario escrito por Fernando Alcaine, cuyos poemas nunca fueron publicados en papel pero que vamos a ir dando a conocer, uno a uno, en nuestro programa.
(1) AQUEL DÍA
Guardo pocos recuerdos de aquel día.
No es que hayan pasado los años
(y cierto que han pasado),
es que a escasas semanas,
buscando comprender lo incomprensible,
me enredaba en los hilos del prodigio.
Porque a mí me parece prodigioso
encontrar repentinamente al ser
único,
fatal encarnación de mi arcano deseo,
sin haberlo buscado,
por ventura
reconocido
sin conocer la sombra de su nombre.
Sé que el amor exige un escenario,
la noche constelada
o el viejo laberinto de Toledo.
Sé, también, que el amor
se inventa el infinito de la rosa
y la convierte en música de piedra,
incienso de dolor.
Sé, quizá, lo que ya sabía
antes de conocerme en mi destino.
Y de qué me sirvió
si me dejé llevar de un sueño tan profundo.
Yo había amanecido
a cientos de kilómetros
de la trama nocturna de tus calles.
La línea invisible que une el día y la noche
recorría tus muslos, descansaba en tu pecho,
se enredaba en tu pelo, se perdía en tus ojos…
Allí donde la pura flor de piel
siente el escalofrío de su muerte
está el ser que me amó
como nadie sabrá amarme nunca.
Bien he pagado el don con la condena
de no volverte a ver sino furtivamente,
abrazada a las ansias de una diosa
en cuyos ojos agoniza el cielo,
inhóspita región,
patria ya de la ira de los hombres.
Voz: María José Sampietro
Música: Caruso, de Lucio Dalla (interpreta Andrea Giuffredi- Trompeta)