La poeta zaragozana Carmen Arduña dio a conocer su sexto poemario, Silencio frío, el pasado 15 de noviembre en el Salón de la DPZ. Gema Palacios se ocupó de la presentación de este bonito libro, editado por Libros el gato negro, a la que asistieron ¡más de 200 personas! que abarrotaron el salón.
Desde aquellos versos que rezaban En el silencio meceré mi sueño / y seré al despertar tan solo mía con que Carmen Arduña cerraba su último poemario, hasta los sonetos que ahora conforman Silencio Frío, hay un giro arriesgado, lleno de valor, que convierte esta criatura de carne y letra en un grito rotundo, tajante. Los poemas, paladeables como un licor fuerte en la garganta, hablan de un amor que ya no es tal, una historia que muerde como el hielo en las palmas de las manos.
El armazón que pudiera suponer el endecasílabo se convierte aquí en espacio de libertad para la poeta, que remata su jugada con no poca astucia. Porque Carmen no tiembla ante el vacío de la pérdida, ni se deja arrastrar por el veneno que colmó la piel sin ser deseado. Carmen escribe, como ha hecho siempre, para continuar infatigable una lucha, la suya y la de todos nosotros, frente al temblor constante de vivir.
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