“El hombre, cuya necesidad es conocer, es como la mariposa que rompe la crisálida para morir. El individuo sano, vivo, fuerte, no ve la cosas como son, porque no le conviene. Está dentro de una alucinación. Don Quijote vive más que todas las personas cuerdas que le rodean, vive más y con más intensidad que los otros. El individuo o el pueblo que quiere vivir se envuelve en nubes como los antiguos dioses cuando se aparecían a los mortales. El instinto vital necesita de la ficción para afirmarse. La ciencia entonces, el instinto de la crítica, el instinto de averiguación, debe encontrar una verdad: la cantidad de mentira que se necesita para la vida.”
Fragmento de “El árbol de la ciencia” – Pío Baroja